Un poco de historia para recordar al creador de la enseña nacional, en el aniversario número 194 de su fallecimiento. «La expedición a Paraguay tuvo objetivos más fraternales que opresoras, de ahí la designación de un político para comandarla y no de un militar, aunque hubiese recibido Belgrano el grado de Coronel Mayor», así justifica la tesis central de la Expedición auxiliadora al Paraguay.
Los incesantes pedidos del Gobernador de Misiones don Tomás de Rocamora, presionado por los dos flancos, el de Bernardo Velazco desde Asunción y los portugueses por el oriente, decidieron finalmente a la Junta de Gobierno de Buenos Aires a enfrentar la empresa de ampliar y en lo posible garantizar la vigencia de la Revolución de Mayo en la región del litoral. Los pormenores de las dificultades para conseguir tropa, caballada y equipo son ampliamente conocidas en este y otros casos que le tocó al prócer. Viene al litoral desde Buenos Aires acompañado por un pequeño grupo de hombres que debía constituirse en ejército durante el camino. Menuda tarea.
En su paso por Entre Ríos, Belgrano dejó huellas que testimonian su paso por allí. La Profesora Griselda De Paoli relata que: “Como entrerrianos, algunos hechos vinculados a la trayectoria belgraniana nos tocan muy de cerca y acrecientan nuestro sentimiento de pertenencia y de protagonismo en la construcción colectiva de la Argentina”.
Pasó por Santa Fe y fue esperado con ansias en La Bajada (hoy Paraná), donde obró como representante de la Junta, realizando propaganda revolucionaria distribuyendo papeles públicos y Gazetas, escuchó las aspiraciones de la población que reclamaba la categoría de Villa y dispuso que el Coronel Eustaquio Giannini, ingeniero hidráulico, delinease la población e hiciera un plano de la misma.
La incorporaron de paranaenses posibilitó a Belgrano la creación de las Milicias Patrióticas de Entre Ríos y el Escuadrón de Caballería denominado Milicia Patriótica del Paraná.
Carros, carretas, algunos caballos, alimentos, monturas facilitados por los entrerrianos marcharon desde la Bajada y al frente se destacaron hombres como Garrigó, Francisco Antonio de la Torre y Vera , Francisco Antonio Candiotti, y el cura de la población Dr. Antolin Gil y Obligado, entre otros. La documentación generada por Belgrano, dejó constancia del gesto de apoyo de Doña Gregoria Pérez de Denis, especialmente la caballada y muchos de sus hombres de la estancia que puso a su disposición, además de sus bienes para la provisión del ejército cuando éste pisaba ya el interior del territorio entrerriano.
En noviembre de 1810 funda los pueblos de Curuzú Cuatiá y luego Mandisoví y continúa su paso hacia los Pueblos Misioneros rumbo al Paraguay. En los pueblos misioneros incorporará hombres, se aprovisionará de víveres y obtendrá buena caballada. En Yaguareté Corá recluta a Pedro Rios, el Tamborcito de Tacuarí y se dirige a Candelaria. Luego del cruce del rio Paraná a la altura de Candelaria-Campichuelo y ya ubicado en el Campamento de Tacuarí escribe el célebre Reglamento para los Treinta Pueblos Misioneros, la que puede considerarse la primera constitución provincial de la Patria naciente. Lo demás es historia muy conocida. Si en cambio, queremos rescatar la paz lograda posteriormente entre los Generales Cabañas por Paraguay y Belgrano por la junta de Buenos Aires. En fecha reciente se ha inaugurado un complejo escultórico en la costanera de Carmen del Paraná (Paraguay) en las cercanías del rio Tacuarí, donde se inmortalizan en la zona del Combate homónimo, las figuras de Belgrano, Cabañas y el Tambor de Tacuarí. (ver foto Flor del Desierto ).
Al regreso de esta Expedición y comandando los inicios del llamado Ejército del Norte, el 27 de febrero de 1812 enarbolará en la Villa del Rosario, la nueva enseña nacional.
(Fuente: Colaboración del presidente de la asociación, Flor del Desierto, Juan Manuel Sureda)
