Ordenaron que se realice una nueva búsqueda del cazador Estepa, que lleva diez meses desaparecido

Se hará en un sector selvático de Wanda, cercano al monte de Esperanza donde lo vieron por última vez. Un hermano del hombre reiteró: “A Andrés lo mataron”. No encontraron ningún indicio de lo que pudo haber sucedido con él.

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Antonio Estepa (47) vive en Eldorado. Es un hombre sencillo, atravesado por el dolor y la impotencia. Está convencido de que a su hermano Andrés (50) lo mataron, pero no puede decir ni quiénes ni por qué, porque sinceramente no lo sabe. “Fue triste este último Día del Padre, porque los hijos de mi hermano lo pasaron en medio de la intriga de no saber qué fue de su papá”, le dice a Misiones Online.
Andrés desapareció el 14 de agosto de 2013, luego de que entrara a cazar en una propiedad privada del paraje Esperanza Centro, situado a unos 25 kilómetros del casco urbano de Puerto Esperanza. Hasta allí fue desde su casa del barrio San Cayetano de Wanda. “Él conocía muy bien el monte y no cazaba solo por afición. A veces lo hacía para conseguir algún sustento”, sostiene Antonio.
Ese día, lo vieron por última vez. Incluso lo fotografiaron dos empleados de una contratista de los dueños del predio, que se dedicaban a recorrer el terreno justamente para desalentar la presencia de cazadores. En lo que se considera la última imagen de Estepa, se lo ve trepado a una construcción casera, al estilo balcón, desde donde tenía una visión periférica del sitio que había montado para atraer a las que podían ser sus presas. “En una de esas fotos se ve un codo. Lo que me llama la atención es la posición del brazo que aparece: es como si estuviera apuntando con algo a mi hermano”, dice el familiar del cazador, que añadió más sospechas: “De la existencia de esas fotos recién nos enteramos una semana después de la desaparición, porque el patrón de estos señores me las mostró”.
La Justicia ordenó que allanaran la vivienda de ambos vigiladores, conocidos como “ñandúes” en su oficio. No encontraron nada que los ligara con la desaparición de Andrés. La medida se dispuso luego de que la familia del cazador apuntara sus sospechas contra ellos.
Ambos trabajadores incluso declararon ante el juzgado de Instrucción de Iguazú. Dijeron que ese día encontraron a Estepa cazando y le pidieron que se retirara, a lo que, según ellos, el hombre accedió sin protestar. Recordaron que lo vieron alejarse caminando y después desarmaron el “sobrado” montado por el cazador en su estrategia para capturar algún animal silvestre.
“Un cuñado mío, meses después de la desaparición, llamó al celular de Andrés y le atendió un hombre en Comandante Andresito. Entonces le dijo que ese era el teléfono de mi hermano y el extraño respondió que no sabía nada porque ese aparato se lo había comprado a otra persona”, recordó Antonio. El juez Juan Pablo Fernández Rissi siguió esa pista, pero no llegó a nada concreto.
Para el familiar del cazador, está claro que a Andrés lo mataron. “A esta altura no creo que lo encuentren con vida. Él conocía muy bien toda la zona y cazaba desde muy chico, por lo que descarto eso de que se lo haya devorado algún animal, como un yaguareté. A mi hermano lo asesinaron”.
Por pedido de la familia, el juez de la causa dispuso la realización de un nuevo operativo de búsqueda. Esta vez se hará en un sector selvático de Wanda, cerca al de Esperanza, donde desapareció el cazador. “Estamos esperando que la Unidad Regional V de la Policía determine cuándo es el mejor momento, porque es un terreno complicado y se requiere de buen tiempo y de unidades especiales para el rastrillaje”, apuntaron desde el juzgado de Instrucción Tres de Iguazú.
El magistrado Fernández Rissi, que en su momento había pedido colaboración de las autoridades de Argentina y Brasil, también pidió vía exhorto a su par de Eldorado Roberto Saldaña que informe sobre un hallazgo de restos óseos en Montecarlo. Quiere saber si son de un hombre y eventualmente si se puede hacer un ADN.
“No apareció ningún rastro, ni sus cosas, como su ropa o su escopeta. Es desesperante. Sus nueve hijos lo extrañan. Parte de los chicos vivía con él y los demás con su ex mujer. La verdad que lo que nos pasa no se lo deseo a nadie”, sostuvo Antonio y no es para menos. Lleva diez meses de incertidumbre y misterio.

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