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José Gervasio Artigas y su vinculación con comerciantes encarnacenos

José Gervasio Artigas nació en Montevideo el 19 de junio de 1764, hijo de una familia patricia, abrazó prontamente las banderas independentistas que ondeaban en el Río de la Plata a partir de los fastos de Mayo de 1810 en la capital del Virreinato.

Amplio conocedor de estas tierras de la Región Misionera, comercializba cueros, yerba y ganado antes de integrar el Cuerpo de Blandengues de Montevideo, en toda esta amplia zona. Por caso se conoce que cuenta entre sus viejos conocidos y amigos comerciantes de la zona al encarnaceno Fulgencio Yegros, prócer de los acontecimientos del 14 y 15 de Mayo de 1811 en la misma Asunción.

Así nacía la revolución americana en el Río de la Plata, en nuestra particular región. Misiones no sería ajena, ya que su adhesión a la Junta de Mayo no se hizo esperar a partir de su gobernador Tomás de Rocamora en fecha 18 de junio y del Cabildo Extraordinario de Candelaria del 8 de julio de 1810.

Su actuación en la Banda Oriental, en febrero de 1811, el Gobernador español de Montevideo, Javier de Elío, nombrado Virrey del Río de la Plata, declaró la guerra a la Junta revolucionaria de Buenos Aires. El Capitán José GervasioArtigas desertó de la guarnición de Colonia y se puso a disposición del nuevo gobierno Buenos Aires. Se le asignan el grado de Teniente Coronel, lo apoyan con 150 hombres y 200 pesos para sostener el levantamiento de la Banda Oriental contra el poder español. En febrero de 1811, el Comandante Militar de la región, Ramón Fernández subleva su tropa y con algún apoyo popular producen en Asencio el grito de libertad del pueblo oriental y se suman a José Gervasio Artigas.
Artigas fue reclutando un verdadero ejército popular formado por los gauchos orientales. Repartió entre sus paisanos las tierras y los ganados que les iba tomando a los españoles. Con estas fuerzas, el 18 de mayo de 1811 derrotó a los realistas en el combate de Las Piedras y, puso sitio a Montevideo hasta que, sorpresivamente el Primer Triunvirato firmó el 20 de octubre un armisticio con Elío por el cual se comprometía a retirar las tropas patriotas.
Sumamente contrariado, Artigas se retiró hacia Entre Ríos para reorganizar la lucha contra los realistas. Se le sumó mucha población bajo su protección y para luchar contra los españoles y los portugueses, que habían comenzado a forzar su ingreso por la frontera norte de la Banda Oriental. Unas mil carretas y más de 15 mil personas entre hombres, mujeres y niños con sus pocos ganados y pertenencias, cruzaron el río Uruguay y se instalaron en Ayuí, en la zona de Concordia, Entre Ríos, en el episodio histórico conocido como “el éxodo oriental”.

No obstante toda su lucha Manuel Sarratea – con quien Artigas tuvo serias diferencias- lo tildó de “Traidor a la Patria”. Luego de la caída del Triunvirato, episodio ocurrido en octubre de 1812 donde la Logia Lautaro integrada por Alvear y San Martín tuviera enorme gravitación se constituye un Segundo Triunvirato menos conservador que el primero y Artigas es repuesto en su cargo, siendo reemplazado Sarratea por Rondeau.

Artigas siendo ya gobernador de Misiones, nos cuenta Jorge Francisco Machón, toma precauciones contra la invasión portuguesa rechazándolos desde Yapeyú y Santo Tomé con tropas al mando de Fernando Ortogués derrotando ya entonces a Francisco Chagas Santos quien tuvo que retirarse. No quiso limitarse sin embargo a acciones meramente defensivas y elabora un plan ofensivo para atacar a los portugueses en Maldonado primero y Montevideo después. Lo intentarían sucesivamente luego también con Andresito aunque infructuosamente. Por entonces planteó su cuartel general en Purificación, conocida como la meseta de Artigas, cuya ubicación geográfica la encontramos en la margen izquierda del rio Uruguay, a la altura de Concordia (Argentina) en el camino a Salto (Uruguay).

De lo más importante es su legado a la Revolución de Mayo en tanto su concepción federal y republicana, las Instrucciones a sus diputados a la Asamblea del Año XIII reflejan una claridad conceptual respecto de la navegación de los ríos, la excención impositiva a los frutos del Pais (entendido éste como la totalidad de las Provincias Unidas) y la ubicación de la capital fuera de Buenos Aires, entre tantos temas de gran interés que no es motivo de este trabajo analizar ahora. Impulsó el Congreso Confederal de Arroyo de la China (Concepción del Uruguay) en junio de 1815 donde por primera vez se declaró la independencia de toda dominación extranjera en territorio patrio, un año antes que sesionara el Congreso de Tucumán.

Su trascendente legado a la posteridad es aun motivo de estudio y merece mayor difusión en todo el territorio nacional y sobre todo en la Región Misionera donde tanta influencia tuvo su presencia y actuación, dejando a cargo del Gobierno de Misiones a su hijo adoptivo Andrés Guacurarí y Artigas a partir de 1814, quien lo ejercería plenamente hasta ser hecho prisionero en fecha 24 de junio de 1819, en la margen izquierda del rio Uruguay, a la altura del Paso de San Lucas, territorio actualmente de jurisdicción brasileña.

Luchas intestinas lo llevan a pedir asilo al Paraguay desde su Campamento de Santa Ana, en nuestra provincia, donde se adentra en setiembre de 1820 acompañado por Matías Abucú con algunos bravos misioneros guaraníes y los fieles morenos que lo acompañaron en el difícil trance.

 

“Ya no tengo Patria” declaró al saber su tierra separada de las Provincias Unidas y sojuzgada por los invasores. Sobrevivió del escuerzo de su trabajo rodeado de nativos paraguayos, y murió 30 años más tarde, el 23 de septiembre de 1853.

 

(Artículo colaboración del presidente de la asociación Flor del Desierto, Juan Manuel Sureda).

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