Contó cómo se había contactado con la familia de Panambí, qué cantidad de madera compró y los pormenores del pago. No recordó que la transacción tuviera algo diferente a otras que había hecho.
El viernes declaró en Oberá el empresario residente en Buenos Aires con el que la familia Knack, víctima de la llamada Masacre de Panambí, realizó su última transacción comercial antes del violento episodio ocurrido el 25 de mayo. Trascendió que detalló cómo fue esa operación por la que él recibió una carga de madera y pagó alrededor de 460 mil pesos.
El testimonio del hombre de negocios quedó plasmado en tres hojas. Ahora la investigación apunta a establecer cómo se filtró el dato de que uno de los Knack (Cristian) cobró el dinero y lo llevó desde Cuatro Bocas (Corrientes) hasta Panambí .
Fuentes judiciales confiaron que el empresario declaró ante la jueza Alba Kunzmann de Gauchat y ante los representantes legales de los tres imputados que tiene la causa hasta el momento. Detalló de manera pormenorizada cómo se concretó la transacción, de qué manera pagó y cómo era la relación que tenía con la familia masacrada.
No habría recordado ningún indicio que le llamara la atención en relación con la operación. Es más, le habría parecido a otras similares que concretó comprando madera.
Los informantes indicaron que los detectives están indagando en las distintas ventas que llevaron adelante los Knack en los últimos tiempos, para saber quiénes eran sus habituales contactos, con qué empresarios solían relacionarse y con qué frecuencia llevaban adelante ventas de envergadura.
El expediente tiene actualmente tres cuerpos. Incluye las actuaciones hechas por la Policía, las declaraciones testimoniales y las pericias.
Por el hecho, caratulado “homicidio calificado por alevosía, ensañamiento, el concurso de tres o más personas y criminis causa, tres hechos y tentativa de homicidio calificado, un hecho”, están imputados el chapista Marcial Alegre (45), el ex prefecturiano Pablo Julio Paz (51) y Juan Ramón Godoy (44). Los tres fueron detenidos en San Javier dos días después de la masacre.
Carlos Knack (43), su esposa Graciela (42) y dos de los hijos de la pareja, Bianca (12) y Cristian (25) fueron sorprendidos en su casa del kilómetro 7 de la ruta provincial 5 la tarde noche del 25 de Mayo. Aparte de robarles el dinero (que estaba en una caja de zapatos), los criminales prendieron fuego a los cuatro integrantes de la familia. Solo Cristian sobrevivió, pero se encuentra en estado crítico.
Alegre y Paz son asistidos por abogados particulares, en tanto que a Godoy lo patrocina la defensora oficial Francisca Teresa Gómez de Roth, quien en las últimas horas solicitó a la jueza Kunzmann que cite a cuatro testigos que en teoría vieron al sospechoso en San Javier a la hora en que ocurrió la masacre.
