Masacre en Panambí: Por ahora no está prevista ninguna rueda de reconocimiento de sospechosos

Están recabando el relato de testigos, pero ninguno de ellos vio a los asaltantes. El único que estuvo cara a cara con ellos y que puede aportar datos es Cristian, el sobreviviente del brutal ataque. La autopsia indicó que a Bianca Knack no le quebraron las piernas durante el atraco.

La causa por la masacre de Panambí avanza en el juzgado de Instrucción Uno de Oberá. Por estas horas están recabando relatos de testigos que en su momento declararon ante la Policía y que ahora tienen que judicializar sus dichos. Todos aportaron información sobre las actividades de la familia Knack y lo que sucedió después del brutal asalto. Detallaron cómo socorrieron a las víctimas, en qué condición se encontraban y lo poco que algunas de ellas pudieron contar acerca del hecho delictivo.
Fuentes judiciales indicaron que aún no declaró el empresario con el que el maderero Carlos Knack hizo la última transacción comercial. Precisamente el dinero que le habría entregado esta persona (460 mil pesos) fue el botín que se llevaron los malvivientes. Este testigo reside en la provincia de Buenos Aires, pero tiene intereses y familiares en Misiones.
Con el correr de los días también se aclaró el panorama en cuanto a versiones que circulaban en torno del caso y que no resultaron ser ciertas. Por ejemplo, las fuentes descartaron de plano que a la menor de las tres víctimas fatales que tuvo el caso, Bianca Knack (12), le hayan fracturado las piernas durante el robo. Se decía que esto tuvo que ver con las torturas a las que supuestamente sometieron a la niña para que su padre dijera dónde guardaba los billetes.
Los informantes también aseguraron que por el momento no está prevista la realización de una rueda de sospechosos, porque para ello debería haber testigos que hayan visto a los autores del atraco y que puedan decir si los detenidos actualmente son esas personas. El único testigo que puede hacer eso es Cristian Knack, sobreviviente de la masacre. Pero por la gravedad de su cuadro clínico, no está en condiciones de hacerlo. El joven de 25 años tiene el 70% del cuerpo quemado y si bien mejoró levemente en los últimos días, continúa en estado crítico.
Por la masacre están imputados tres vecinos de San Javier: el chapista Marcial Alegre (45), el ex prefecturiano Pablo Julio Paz (51) y Juan Ramón Godoy (44). Solo el último es asistido por una defensora oficial, Francisca Gómez de Roth. Los demás tienen abogados particulares. Les endilgan el delito de “homicidio calificado” por alevosía, ensañamiento, por el concurso de varias personas y por haber sido consumado para ocultar otro delito. También los imputan por la tentativa de homicidio calificado en el caso de Cristian.
El homicidio calificado es el delito más grave contemplado en el Código Penal Argentino. Contempla la prisión perpetua. Ninguno de los sospechosos ha declarado aún. Se sabe que la coartada de los tres es decir que estuvieron en su pueblo cuando sucedió el asalto en Panambí.
La masacre ocurrió en una casa del kilómetro 7 de la ruta provincial 5 la tarde-noche del 25 de mayo último. Una banda redujo a los Knack y después de robarles el dinero, les prendió fuego. Carlos (43), su mujer Graciela (42) y la hija de ambos, Bianca (12), fallecieron por las graves lesiones que sufrieron. Otro hijo del matrimonio, Cristian, sobrevivió.

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