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El despeje de espacios públicos avanza sin pausa en Posadas

Intimaron a dueños de talleres que dejan autos y camiones sobre veredas y calles. Distintos foros de seguridad alertaron sobre la situación, ante la posibilidad de que esas máquinas sean utilizadas por los delincuentes como refugios.

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En distintos barrios posadeños se repetía el siguiente paisaje: autos oxidados, sin motor, cubiertos de yuyos, obstaculizando las veredas. O camiones en desuso tapando calles. Durante años, hicieron caso omiso a la obstrucción de arterias. Ahora hay una política firme en este sentido, que incluyó también despejes en el microcentro, donde había comerciantes que habían condenado a los transeúntes a caminar por la calzada, pues con su mercadería habían avanzado hacia las veredas. También se abarcó en este ordenamiento a los puesteros que trabajan en el cuarto tramo de la costanera. Sin embargo, más allá de las intenciones, se necesita un firme compromiso del ciudadano para que esto sea permanente.
Pablo Otero, director general de Control Comunal, explicó que lo que se persigue es un “cambio cultural”, de lo contrario, al cabo de un tiempo volverán las mismas prácticas.
En las últimas semanas, hubo recorridas en distintos barrios capitalinos, como Villa Cabello, Itaembé Miní y la Chacra 100, donde detectaron decenas de talleres mecánicos, cuyos propietarios resolvieron la falta de espacio en sus locales sacando a la calle a los autos. Algunos permanecían allí días, otros durante años quedaron tirados molestando a los demás.
“En gran parte de los casos de esa situación nos alertaron los foros de seguridad, porque esos vehículos eran lugares propicios para que se escondieran delincuentes”, apuntó Otero.
El funcionario mencionó otro punto crítico: la zona de la Rotonda, donde distintas familias de la comunidad gitana se transformaron en transgresoras crónicas de las normas que regulan la ocupación de espacios públicos. Incluso en el lugar hubo dos grandes operativos, en los que fueron incautados distintos vehículos.
“Esto es una política de cambio social. Necesita mantenerse en el tiempo. Y no se da solo si la gente modifica sus conductas. Empezamos con el tema de la ropa de los negocios en el microcentro, seguimos en las avenidas, donde distintos comercios, como distribuidoras mayoristas, ocupaban espacios públicos; y últimamente avanzamos con el tema de los talleres y el ordenamiento de los feriantes del cuarto tramo de la costanera”, sostuvo Otero.
Sobre el trabajo en la avenida ribereña, precisó: “Hicimos un censo, mantuvimos con ellos reuniones y les explicamos de qué se trataba la tarea. Lo tomaron muy bien, porque los artesanos querían trabajar tranquilos, sin la competencia que le generaban ciertos puesteros que se dedicaban a la reventa”.
Hay 76 emprendedores registrados, a los que se les designó lugar, se controló qué comercializan y ahora se hará la regularización de las habilitaciones precarias.

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