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Expusieron las maneras de abordar las violencias de género desde el periodismo

La jornada «De un engaño se trata, publicaciones engañosas y trata de personas» se realizó en el salón auditorio del IPS, dirigida a periodistas y estudiantes de Comunicación Social. Estuvo organizada por el Ministerio de Derechos Humanos de Misiones, a través de la subsecretaría de Igualdad de Oportunidades, con el auspicio de la Vicegobernación.

Audio psicóloga Liliana Hendel, disertación en la jornada sobre «De un engaño se trata, trata de personas, violencias de géneros»

Asistentes a la jornada en el IPS esta mañana.

 

En la inauguración de la jornada estuvieron presentes Adolfo Pischik, en representación del vicegobernador Hugo Passalacqua; el ministro de Derechos Humanos, Edmundo Soria Vieta, quien estuvo acompañado de las funcionarias de su ministerio,  Amelia Báez y Norma Sawicz.

Los datos alarmantes

Primero habló la psicóloga licenciada Liliana Hendel, hizo un panorama general acerca de las violencias de género, 700 millones de mujeres víctima de violencias de género en el mundo, según estadística reciente del Banco Mundial, y tiene que ver con una estructura patriarcal e histórica que nos antecede, y los orígenes pueden comenzar con la Biblia, leyendo cuál es el rol de mujeres y varones en la antigüedad, e investigar lo que pasa con las estructuras oficiales de la gran mayoría de las religiones.
Según el mismo informe 1 de cada 2 mujeres según mismo informe sur de Asia, India, Pakistán otras sufren de la violencia física y sexual, más de 142 millones de mujeres serán casadas antes de cumplir los 18 años antes del próximo decenio, se está hablando de algo que ya ha sucedido y lo que va a suceder, es decir esas mujeres serán esclavas en el futuro, en realidad si a una mujer no le preguntan qué opinan, qué quiere y cómo lo quieren, lo que estamos hablando son formas encubiertas de esclavitud doméstica y sexual.

La especialista habló de la existencia de una nueva red internacional de periodistas con visión de género que plantea su posicionamiento crítico sobre algunas cuestiones en relación al ejercicio de la profesión, «me parece que tenemos una responsabilidad importante, ni desde la psicología ni desde el periodismo la objetividad existe, siempre hablamos desde un lugar, un posicionamiento, desde una clase social, de una determinada cultura que nos acompaña y lo mejor que podemos hacer es reconocer esa subjetividad y esos posicionamientos», dijo.
A partir de este planteo acerca de la objetividad como periodistas «es mucho lo que podemos hacer y decir, que se regresen a las temáticas que nos comprometen y que nos toca discutir en los diferentes medios y soportes periodísticos en los que tenemos que trabajar».

El caso de «la mujer colectivera»

Hendel e
xpuso algunos casos, por ejemplo lo que ocurrió la semana pasada en Salta, cuando una mujer, Mirtha Sisneros, quien se había preparado y había aprobado todos los exámenes se presentó para querer ser chofer de colectivo, pero ninguna empresa del transporte público la admitió porque era “mujer”.
«Sobre nosotras las mujeres pesa el estereotipo y el mito que las mujeres manejamos espantosamente mal y por eso la justicia salteña no quería que esta mujer anduviese chocando coches», pero más allá de ironía, Hendel dijo que el fallo de la Corte no fue a favor de la “mujer colectivera”, sino «a favor de la democracia y las leyes existentes, si las mujeres accedemos a todos los trabajos por nuestra capacidad, esto mejora la democracia, si lo planteamos como un tema de mujeres colectiveras y no lo especificamos en la bajada estamos señalando en el subtexto, y como periodistas esto no es un dato menor, que esto es un tema de mujeres, y esto es por supuesto un tema que  pivotea los derechos de las mujeres pero de lo que estamos hablando es de la democracia”.

La obligación «ética» del periodismo
Luego analizó otro título periodístico: “Polémicas declaraciones de un funcionario de La Pampa”. Se refería al viceintendente de Santa Rosa, Angel Ceferino Baraybar,  en un debate de un programa social destinado a ayudar a prostitutas, dijo “ellas lo hacen porque quieren”, y en ese debate se contó una anécdota cuando “un cura metió siete prostitutas con siete monjas con intención de curarlas”.
Hendel observó que aquí “hay contradicciones, están porque quieren o es una enfermedad?, porque si hablamos de querer curarlas, si están porque quieren no es una enfermedad, ambos conceptos son aberrantes, allí se desconocen todos los avances y todos los estudios de género que existen”, agregó.
Al referirse al negocio donde ocurrió el hecho, “cuando el Estado habilita una wiskhería en realidad el Estado es proxeneta, porque no puede desconocer que allí hay mujeres que mayoritariamente están siendo prostituidas de una manera forzada”, lo aclaró así porque no quiso entrar en debate con mujeres que se reivindican como trabajadoras sexuales y las que han sido secuestradas y están siendo prostituidas.
Para la psicóloga y periodista, cuando el periodismo “relata estas noticias sin hacer ningún comentario sobre los avances en la propia provincia, los estudios de género, acerca de los datos que sí tenemos acerca de que las mujeres están siendo forzadas a la prostitución, cuando todo ese se niega, se invisibiliza, se oculta a veces intencionalmente o por desconocimiento, la noticia lo que hace es naturalizar la situación, las “declaraciones no son polémicas, no deberían serlo, deberíamos pensar en este ámbito, los periodistas, funcionarios y funcionarias qué otra palabra deberíamos utilizar que no sea polémica, y lo que el viceintendente dice configura un delito, de violencia simbólica, violencia mediática y un profundo desconocimiento que un funcionario no tiene derecho a tener, un funcionario tiene la obligación de conocer y el periodismo tiene la obligación ética de señalar cuando el funcionario desconoce, más allá del partido político que sea”.

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