Cooperativa El Colono recibió un millón y medio para terminar su secadero

La Cooperativa Agropecuaria El Colono, de Campo Ramón, recibió financiamiento para terminar un secadero de yerba mate, estructura necesaria para poder estandarizar la calidad de su producto e incrementar sustancialmente los volúmenes de materia prima que compra a sus socios.

El titular de la entidad Enrique  Biechetler, explicó que comenzaron  la  obra hace más de tres años, pero luego de finalizar la parte civil e incluso instalar el servicio de energía eléctrica, se quedaron sin fondos para terminarla. Para avanzar en el proyecto, la cooperativa de Campo Ramón recibió un subsidio de un millón y medio de pesos por parte del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. “La estructura está prácticamente finalizada, pero nos falta la maquinaria, que está valuada en dólares. Con la ayuda que vamos a recibir estaremos en condiciones de poner en funcionamiento el secadero en lo demore el fabricante en entregarnos las máquinas”, dijo.

Con el nuevo secadero andando, la cooperativa tendrá la posibilidad de incrementar su producción –la planta tendrá una capacidad de cuatro mil kilos de canchada por hora- y estandarizar su calidad, ya que actualmente procesan la materia prima de sus socios en secaderos de terceros, con resultados muy variados en cuanto a las características del producto obtenido. “Trabajamos con distintos secaderos, pero no todos operan igual ni tienen la misma tecnología, lo que hace que la calidad del producto que envasamos no sea pareja”, reconoció.

El otro objetivo principal que persiguen  con el nuevo secadero es incrementar su capacidad instalada, lo que le permitiría comprar la materia a sus  118 socios. Actualmente no más de la mitad de ellos entrega hoja verde a la entidad. “Una vez que tengamos el secadero listo, vamos a poder orientar todos nuestros recursos a la compra de materia prima, lo que va a garantizar a todos nuestros socios la posibilidad de vender su hoja verde a precio justo”, destacó Biechteler.

El Colono de Campo Ramón, está integrada al consorcio Esperanza Yerbatera, modelo asociativo bajo el cual trabajan once cooperativas del rubro que buscan incrementar su participación en el mercado mediante la socialización de medios de producción y la concentración de la logística y comercialización del producto terminado.

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