Los choferes del grupo que monopoliza las prestaciones del Sistema Integrado de Transporte (SIT) trabajan “a reglamento”. Denuncian que las empresas los estafan con el pago de horas extras y no reconocen francos trabajados, lo que fue rechazado por la contraparte. La cantidad de unidades en la calle cayó a la mitad y afectación en las prestaciones más notoria durante la noche, cuando el servicio prácticamente se corta. Desde la UTA aseguraron que el lunes se presentarán en las oficinas de Trabajo de la Provincia con planillas de liquidación de sueldos que comprobarían sus denuncias.
Los choferes de las empresas del grupo Zbikoski cumplieron ayer el tercer día de quite de colaboración. La medida afecta directamente a la operación de las líneas de las firmas Don Casimiro, Tipoka y Nuestra Señora del Rosario, que prestan servicios en el sistema de transporte que integra a Posadas, Candelaria y Garupá. Según estimaron desde la delegación local de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) el número de frecuencias en la calle se redujo a la mitad por la protesta y aseguró que los trabajadores se mantendrán en la misma tesitura hasta que se atiendan sus reclamos.
En diálogo con Misiones On Line, Carlos Flores, dirigente de UTA e intendente de Candelaria, consideró que sus representados no están realizando un paro, dado que los choferes cumplen de manera efectiva con su jornada de ocho horas establecida por convenio, pero se niegan a hacer horas extra y trabajar durante sus francos. Resaltó que el hecho que esa forma de protesta incida de modo tan determinante en la prestación de los servicios es una muestra clara de que las empresas están operando con un número de choferes muy inferior al necesario. “Deberían contratar entre 200 y 250 choferes mas”, estimó.
El dirigente aseguró que los choferes de Don Casimiro y las demás del mismo grupo siempre están sobre exigidos, indicó que por convenio deberían trabajar 21 o 22 días por mes, pero los obligan a cumplir 26 o 27 jornadas y –aseguró- no les pagan por los francos trabajados. “Lo mismo pasa con los horarios, los obligan a cumplir cuatro o cinco horas por encima de las ocho que marca la jornada de convenio y no pagan esas horas extra como corresponde. Además está el agravante que les computan faltas que no se produjeron”, dijo.
Flores anticipó que mañana entregarán a las autoridades de Trabajo de la Provincia una serie de planillas de liquidación de sueldos y recibos que demostrarían las acusaciones formuladas. Pedirán la finalización de la conciliación obligatoria que está en curso y anticipan que si ello ocurriera, profundizarían las medidas de fuerza.
Desde las empresas reconocen la caída en los servicios, pero responsabilizan a la UTA por esa situación y niegan las acusaciones de explotación laboral.
