Tremenda inundación afectó a Andresito: hay cientos de evacuados

El miércoles llovieron 231,5 milimetros. Doscientas personas fueron evacuadas y necesitan asistencia. Desbordó el arroyo San Francisco y el centro de la ciudad fue cubierto por el agua. 

Andresito despertó el día del trabajador con un paisaje triste, que no invitaba a celebrar. La intensa lluvia que cayó sobre la ciudad desde el miércoles por la tarde hasta el jueves al anochecer generó una de las mayores crecidas de la historia de la localidad, con antecedentes similares sólo en el año 1983 en los inicios de la colonia

 

 

Otra crecida en los arroyos se produjo en 1996 pero no fue tan grave. En aquella oportunidad afectó a unas 30 familias, pero esta vez el arroyo tomó por su cuenta un espacio que le pertenece. De los siete barrios inundados 276 familias fueron afectadas, por lo que más de mil personas fueron damnificadas con la pérdida de su vivienda o bienes, y lo más grave de estas cifras es que 56 familias no tienen hogar a partir de hoy, por lo que duermen con en espacios de contención improvisados por la comunidad.

 

 

Desde hace varios años Andresito viene sorteando la necesidad de viviendas para satisfacer la demanda de la inmigración que se produce principalmente por la producción de yerba en la zona rural, como también por los beneficios de trabajar en zonas llamadas desfavorables en algunos oficios.

 

 

Los trabajadores llamados “golondrinas” llegan a Andresito de la mano de los cuadrilleros para realizar la cosecha de yerba y al finalizar la zafra se quedan a la deriva en un pueblo que les ofrece el trabajo para sostener a sus familias pero sin la posibilidad de la vivienda propia debido a su precaria economía.

 

 

La solución que encuentran estos pobladores es afincarse en los espacios verdes, en las márgenes de los arroyos, donde pueden construir viviendas de acuerdo a sus condiciones y asentarse con sus familias, trayendo a parientes y amigos a poblar estos lugares.

 

 

Por lo que estos terrenos están poblados por una mezcla de hombres y mujeres que confluyen fusionando acentos de sus países de origen (Brasil o Paraguay) como con los que sin encontrar un espacio en otras ciudades de la provincia encuentran esta posibilidad de una nueva vida en Andresito.

 

 

Al no contar los arroyos con sus espacios de protección, con costas erosionadas, sin árboles ni malezas a los costados, ante las lluvias toman por su cuenta las costas llevándose todo a su paso. Todo implica: casas, personas, bienes, vehículos, letrinas y su contenido, desparramando por doquier los restos de su furia. El hecho de que el pico de la crecida se produjera de día permitió la evacuación de las familias y evitó tragedias mayores, logrando rescatar a los niños, a los abuelos, y permitiendo incluso que muchos se fueran por su propia cuenta antes de que les alcanzara el agua.

 

 

Karina Marquez una de las damnificadas, miraba el arroyo como buscando su casa entre el agua. En su portuñol entrecortado cuenta cómo tuvieron que salir corriendo con su esposo, antes de que el arroyo se lleve la casa. “Cuando me vendieron esta casa hace cinco meses nunca pensé que me pasaría esto”, reclamó por la forma en que estos terrenos son revendidos a quienes desconocen el alcance de la creciente.

 

 

Oscar Ferreira limpia con tesón su casa agradecido de que el agua no se la llevara. “Pero se llevó todo, ropas, calzados, mercadería, todo se fue con la corredera. Vino tan rápido el agua que sólo pensé en salvar a mis cinco hijos, les ayudé a cruzar el puente y les dije: Váyanse lejos y no vuelvan hasta que yo los busque, vayan a casa de su tía”. Él se quedó tratando de salvar algunas cosas. “Levanté todo lo que pude, colgué en los tirantes pero se mojó todo igual, no puedo traer a mi familia a mi casa, porque tengo casa pero no tengo nada adentro”, cuenta mientras se enjugaba las lágrimas, aquellas que en un hombre genera sólo el dolor más grande, el de no poder dar un hogar a sus hijos.

 

 

Zuneida Duarte logró rescatar sus muebles más importantes, pero perdió toda la ropa y calzados de sus cuatro hijos a los cuales mantiene con su pensión de madre de siete hijos.  “Ruego a Dios que nos cambien de este lugar, que nos den una casa, es muy triste ver a mi nuera, a mis hijos llorando, corriendo todos, aunque agradezco a Dios porque los chicos se salvaron, las cosas vamos a volver a comprar”.

 

 

Marta Palchalzki, enfermera de la localidad junto a su esposo retirado de Gendarmería Nacional encabezaron una movida entre voluntarios, referentes de diferentes Iglesias, recibiendo a los damnificados en el salón parroquial del centro, donde los vecinos acercaron rápidamente donaciones de colchones, alimentos, abrigos, para socorrer a familias enteras que llegaban íntegramente mojadas sin nada y pidiendo auxilio. Marta destacó el compromiso de la comunidad que se solidarizó con el dolor de estas familias, buscando una solución que ayudará a las fuerzas de seguridad. Agradeció a los jóvenes de la localidad por cómo reaccionaron autoconvocándose por las redes sociales y sumándose con su trabajo y contención a las familias.

 

 

El oficial principal Rubén García, en declaraciones exclusivas a este medio informó que el desborde de dos arroyos en esta localidad, el arroyo San Francisco y el Arroyo 12, afectó a una gran cantidad de familias de la localidad asentadas a orillas de estos arroyos.

 

 

“En dos horas prácticamente se produjo el mayor crecimiento del caudal de agua de estos arroyos generando que en una primera instancia se evacuó a 70 familias aproximadamente con la ayuda de Prefectura Naval Argentina, Gendarmería Nacional, el GOE de Iguazú, Bomberos Voluntarios de Andresito y personal de la comisaría local junto a los vecinos que colaboraron con camiones, tractores y botes para evacuar a los vecinos. La evacuación se inició alrededor de las 14 del jueves y finalizó alrededor de las 4 de la mañana del 1 de Mayo en el que la comunidad despertó con esta imagen desoladora”.

 

 

La Comisaría puso en marcha rápidamente el operativo de rescate al cual adhirieron diferentes instituciones de la comunidad a las cuales el Jefe agradeció por ponerse a disposición de esta institución.

 

 

En el barrio Quintas Bajas, Leonize Riquelme en los 6 años que vive en el lugar pasó dos inundaciones. La anterior en el año 1996, pero de menor fuerza. Es oriunda de Paraguay y afirma que no pueden comprar otro terreno de los loteos en el centro, por lo que necesitan precios especiales para acceder. Leonize integra la comisión vecinal del barrio con la que hace dos meses junto a un equipo de guardaparques realizaron un operativo de limpieza del cauce del arroyo 12 retirando gran cantidad de heladeras, lavarropas y todo tipo de residuos, buscando prevenir estas crecientes, pero la naturaleza se mostró con toda su fuerza llegando a alturas que jamás habían imaginado.

 

 

Junto a los vecinos colaboraron en la evacuación, los que corrían más riesgos dando prioridad a los casos de mayor gravedad y luego regresaron a sus casas a seguir retirando sus cosas.

 

 

El intendente Bruno Beck acompañó el trabajo de las instituciones buscando soluciones rápidas pero al mismo tiempo planteó su preocupación para solucionar el problema de fondo que es la necesidad de tierras para que se construyan viviendas para estas familias.

 

 

Destacó el trabajo de las fuerzas de seguridad que articularon y sincronizaron sus fuerzas para el operativo de evacuación, como también de las Iglesias locales, personal municipal y vecinos que se solidarizaron instantáneamente, como también un equipo de ANSES , RENATEA y Agricultura Familiar quienes se plegaron a ayudar a los necesitados.

 

 

El Gobierno de la provincia a través de Desarrollo Social, Gobierno y Secretaría Privada de la Gobernación colaboró en diferentes aspectos enviando apoyo logístico a la localidad, como chapas, colchones, y mercadería para solucionar urgente el problema de la gente. El gobernador Maurice Closs estará hoy a las 11 en la ciudad.

 

 

Ante esta situación de crisis que atravesó la comunidad, una de las principales dificultades que tuvieron para actuar fue la falta de comunicación ya que los celulares no funcionaban.

 

 

Gran parte de la población se quedó sin agua por la imposibilidad de bombeo ante la creciente como también sin energía eléctrica por la rotura de instalaciones, como postes, cableados y otros.

 

 

Beck pidió además a los misioneros que deseen colaborar con los andresiteños, enviar ropa y calzado principalmente ya que son más de mil las personas afectadas por este fenómeno climático.

 

 

El intendente expresó también su preocupación por la salud de esta población a futuro debido a que la mayoría de estas familias poseían letrinas, que fueron vaciadas por la corriente de agua, mezclándose con el agua de los pozos de agua, generando una situación sanitaria preocupante para los próximos días.

 

 

El equipo de gobierno municipal junto a Renatea y la subsecretaría de Agricultura Familiar de la Nación implementarán a partir de los próximos días un diagnóstico pormenorizado de la situación de estas familias y buscarán soluciones en conjunto con el gobierno Provincial y entes Nacionales.

 

 

Crónica: Betty Luckmann 

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