Escobar: «El Renatea encontró trabajo esclavo en campos de la familia Wipplinger y Ramón Puerta»

También en el campo de Pablo Enrique y Nadin Tayar. En conferencia de prensa el ministro jefe de gabinete de la provincia Ricardo Escobar manifestó que al operativo del Renatea que la semana pasada descubrió trabajo esclavo en un campo perteneciente al ex gobernador Ramón Puerta, se sumó una inspección en un campo de Corrientes, cuyo propietario es Francisco José Wipplinger, padre del diputado provincial Claudio Wipplinger (Trabajo y Progreso), donde también se detectó trabajo en condiciones irregulares. Criticó que los responsables sean justamente políticos que pretenden conducir los destinos de la provincia. 

 


Radio Libertad: Ricardo Escobar – ministro jefe de gabinete

El Renatea también realizó inspecciones en el campo de la empresa FJW, que corresponde a las siglas José Francisco Wipplinger, dueño de la transportista y de un diario misionero. En una estancia de 17.000 hectáreas en Corrientes, encontraron a 15 trabajadores en situación de informalidad y dos menores de edad, por lo que también se procedió a realizar la denuncia penal por trata laboral y trabajo infantil.

 

La estancia de Wipplinger está ubicada en Corrientes. El operativo se inició a partir de la denuncia de trabajadores ante el Renatea. Como toda estancia, la misma está dividida en predios. La inspección se realizó sobre un primer perímetro de 80 hectáreas, cercano a la Ruta Nacional 120, en el kilómetro 35. Allí se encontró a cinco trabajadores sin agua potable, ni energía eléctrica, ni elementos de trabajo legales para la forestación.

Tampoco había baños ni lugar de aseo. Dormían sobre los colchones en el piso. Y la comida, que era descontada del sueldo que recibían los peones, había que ir a buscarla a cuatro kilómetros del casco de la estancia. En el casco había otras nueve personas que también fueron relevadas por el Renatea.

Wipplinger es un empresario de larga trayectoria en Misiones. 

 

 

Respecto al operativo realizado en la localidad de Ituzaingó, Corrientes, en una finca de la empresa FJW, ubicada en la Ruta Nacional KM 120, el Renatea relevó la situación de 14 trabajadores dedicados a tareas de poda y raleo de pinos, quienes habitaban campamentos en pésimas condiciones, sin acceso a agua potable, electricidad, ropa de trabajo ni elementos de seguridad. Dos de ellos eran menores de edad, de 15 y 17 años.
 
Asimismo, en la finca contigua, “Estancia Las Palmas”, de Pablo Enrique y Nadin Tayar, se relevó la situación de 15 trabajadores dedicados a la actividad forestal y ganadera, encontrándose en iguales condiciones de precarización laboral.
El viernes se había conocido una denuncia de trabajo esclavo en I Porá, la estancia de Ramón Puerta en Santa Inés, dedicada a la explotación de yerba mate. El operativo se realizó a partir del trabajo del equipo territorial de RENATEA y denuncias de los trabajadores realizadas al Sindicato de Tareferos de Misiones (SITAJA).

 

Durante la inspección, en la estancia que es tradicional sede de mitines políticos, sobre la ruta nacional 105,a unos 30 kilómetros de Posadas, se relevaron 61 trabajadores entre los cuales se encontró un menor de edad de 14 años realizando tareas de cosecha de yerba mate por lo cual se dio intervención y  se coordinó con el gobierno de la provincia de Misiones a través de la Dirección del Menor, Familia y Discapacidad, quien intervino en el caso. Asimismo, RENATEA realizará la correspondiente denuncia  ante el supuesto delito penal.

 

Por otra parte, y producto del relevamiento realizado, se detectaron más de 20 carpas  que servían de refugio a los trabajadores, colchones sobre el piso en los cuales dormían, comida en descomposición, sin acceso a agua ni electricidad. Además, ningún trabajador poseía ropa de trabajo y en el lugar no existía ni baño ni cocina. Tampoco, se cumplía con las condiciones mínimas necesarias, establecidas por la Nueva Ley de Trabajo Agrario Nº 26.727.

 

Según declaraciones de los trabajadores debían pagar $40 por la lona para armar la carpa y $110 por un kg. de carne, entre otros gastos que luego eran descontados de su sueldo.  También, manifestaron que su sueldo rondaba entre los $250 a $400 por tonelada de hoja verde cosechada.

 

A su vez, un tarefero se encontraba en grave estado de salud con la pierna totalmente inflamada, por lo que se le dificultaba caminar con normalidad y salir del predio que quedaba a unos 11 Km de la ruta más cercana. Junto a este trabajador fueron trasladados otros tres más hacia sus hogares por pedido expreso de los trabajadores.

 

El ex gobernador, en tanto, aseguró que no recibió ninguna notificación y que no se trata de empleados suyos, sino de una contratista que sí trabaja para su empresa. En el mismo sentido, el contratista indicó que la denuncia se originó por parte de un trabajador al que no se le permitió ingresar a la tarefa con un menor de edad. 

 

Ambas versiones serán dirimidas en la Justicia, ya que hay una denuncia penal.

 

El ministro Ricardo Escobar dijo haber recibido con sorpresa la noticia. “Pensamos que estas cosas se iban erradicando definitivamente, pero hay personas empresarias que realmente les importa muy poco y llevan a estas situaciones infrahumanas la explotación de los trabajadores, incluso menores de edad.  Esto ha sido claramente establecido por el Renatea en Corrientes en un obraje de Wiplinger, y en el yerbal de I`Porá de Ramón Puerta, y lo que más nos preocupa en lo político es que estos dos dirigentes aspiran o  pretenden ser la salvación de la provincia, ser los puros y salvadores de la patria, pero sin embargo sus prácticas empresariales dejan mucho que desear”.

 

 

Escobar aclaró que en el caso del predio de la familia  Wiplinger, la denuncia la hace el gremio de trabajadores forestales de Corrientes.

 

Contó que en el informe del Renatea se puede ver la existencia de trabajo en negro, pero además de situaciones infrahumanas. Mencionó que había gente en carpas con pisos de tierra, sin agua, sin baños, y donde la misma empresa les proveía la mercadería para la comida, pero después le descontaban de su sueldo, “como en la época de los mensúes”.

 

Y concluyó diciendo que “siempre es una sorpresa saber que personas que te hablan de democracia, justicia y libertad, tengan esas prácticas empresariales. No estoy en contra de los empresarios, me parece muy bien que ganen su dinero y vivan bien, lo que no me parece bien es el estado de explotación y esclavitud”. 

 

 

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