Desde Oberá, Los Hermanos Benítez con el chamamé conquistan escenarios nacionales

Joaquín (bandoneón) y Lisandro, la voz cantante de Los Hermanos Benítez.

Joaquín (bandoneón) y Lisandro, la voz cantante de Los Hermanos Benítez.

 Joaquín (18), Lisandro (14) y Loreley (10) son hermanos que desde hace unos años integran el grupo musical Benítez y Benítez, en el cual forman parte el padre Oscar Benítez (guitarra), el tío Néstor Benítez (percusión) y Jorge Pedrozo (bajo), y también está dando sus primeros pasos el más chico de la familia, Thiago (5). Los hermanos Benítez-Kitegroski (apellido de la madre) han escuchado música desde la cuna, con una familia que desde sus inicios tuvo artistas, hoy junto a su bandoneón lleno de historia, Joaquín está demostrando que su sangre es roja, misionera y chamamesera como la de toda su familia. Llegó de actuar en el festival de Cosquín y su hermano Lisandro, la voz cantante participó en el festival del Chamamé en Corrientes.


Audio Lisandro Benítez.

Audio Joaquín Benítez.

Audio Loreley Benítez.

Joaquín: «Se burlaban de mí porque tocaba chamamé y no cumbia»

“Mis amigos de la secundaria se burlaban de mí porque toco chamamé y no cumbia. Pero yo los respeto y nunca me hice cargo de lo que me decían. Escucho todo tipo de música, pero sé lo que suma y lo que resta para mi futuro”, indicó Joaquín, seguro de sus gustos musicales y defendiendo las raíces culturales de la tierra colorada, como le enseña su padre.

Hoy, en plena juventud, sabe que su camino está en seguir aprendiendo música, por eso tiene en mente mudarse a Buenos Aires para asistir a la Escuela de Música de SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música), para continuar adquiriendo conocimientos de su bandoneón, como así realizar los cursos de armonía y composición.

En la actualidad, Joaquín conquista diferentes escenarios acompañado del bandoneón, pero desde los 3 años toca la batería, “mi historia con el bandoneón comienza cuando a escondidas de mi hermano Damián tocaba el instrumento que en esa época estaba aprendiendo él. Como es delicado y era prestado no me quería prestar, pero cuando mi hermano se iba yo tocaba cualquier cosa porque me llamaba la atención. Hasta que un día saqué una melodía, se la mostré y conté que tocaba cuando él no estaba. Y desde ese día me transmitió lo que estaba aprendiendo con el Maestro Ricardo Bury y comencé a ir a clases también”, después de esto comenzaron las primeras presentaciones junto a su hermano mayor Damián.

Unos años más tarde fallece el maestro Bury, por ello tuvieron que buscar otro maestro que les siga enseñando música hasta que llegaron a las manos de Ricardo Ojeda, con quien siguen hasta hoy aprendiendo tanto Joaquín, Lisandro y Loreley.


Con sus jóvenes 18 años, el bandoneonista consiguió ser Revelación en el festival de Cosquin 2013, siendo el primer misionero ganador solista y revelación en 54 años de historia. Éste año ya actuó como artista contratado, presentándose el martes pasado junto a su padre.

Como a Joaquín no le gusta competir, casi no se presenta en el Pre Cosquín que se realiza en Oberá, pero ante la insistencia de su padre participó y comenzó la carrera ascendente que atraviesa en estos momentos.

Después de Cosquín, recibió la invitación para tocar junto a Lito Vitale en el programa Igualdad Cultural que se realiza en Corrientes, por donde pasaron grandes artistas como Javier Calamaro, Jairo, Sandra Mihanivich, Mario Bofill entre otros. En septiembre los llamados continuaron, el Presidente de la Academia Nacional de Folklore para tocar en el 6º aniversario de la misma, allí tuvo la posibilidad de conocer al gran Horacio Guaraní.

Producto de ese encuentro, el presidente de la academia lo invita a participar de un viaje a España, donde Joaquín fue como representante de la región del Litoral y brindó una clínica al respecto.

Joaquín esta pronto a viajar a Buenos Aires para continuar estudiando y tiene una meta fijada junto a sus hermanos, “yo sueño con recorrer el mundo con mis hermanitos, mostrando lo talentosos que son, por eso voy a luchar y hacer de todo para cumplirlo”.

 

La chispa de Lisandro con su voz

Por su parte Lisandro, es el más pícaro de todos, con una chispa diferente, es pegado a su hermana Loreley, como dos grandes amigos son cómplices uno del otro. Desde los 5 años está aprendiendo a cantar, todo gracias a su papá, a quien lo veía ensayar con sus otros hermanos, “a mí siempre me gustó y un día le dije que quería cantar, desde ese entonces me fue enseñando todo lo que sabe”.

A sus 14 años destaca que “no hay nada más cómodo que cantar con mi familia, es algo muy lindo, además demostramos que somos una familia unida y eso es lo que me gusta”. Actualmente está aprendiendo con el Maestro Ricardo Ojeda a tocar la guitarra.

Lisandro ya planea su futuro musical, “quiero terminar la escuela y después dedicarme a la música con mi familia”.


Loreleycanta, pero también ¿una futura pianista?

En tanto que la pequeña Loreley, con su inocencia y un tanto de vergüenza pidió que no se le hagan preguntas con palabras complicadas, así ella podía responder a todo. “desde los 4 años estoy cantando con mis hermanos, es algo lindo poder compartir con ellos. Me siento cómoda y cuidada porque tengo a todos mis hermanos de guardaespaldas (risas)”.

Además de cantar, está aprendiendo a tocar el piano. Sigue los pasos de sus hermanos mayores a quienes trata de acompañar en todas las presentaciones posibles, “aprendo de ellos y con ellos, quiero seguir con la música siempre. Hoy me gusta estudiar y jugar, mi papá decide cuando tengo que cantar”.

Sin dudas es una casa donde se respira música y repasan anécdotas de diferentes presentaciones, siempre teniendo presentes el esfuerzo que significa y agradecidos entre otros al Vicegobernador Hugo Passalacqua y al Intendente Ewaldo Rindfleisch por el apoyo que les brindan cada uno desde su espacio.

 

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