Sigue el rescate de animales silvestres que pudieron escaparse del tratamiento costero

La familia Sansevero mantuvo a la nutria hasta que llegó Amado Martínez.

La familia Sansevero mantuvo a la nutria hasta que llegó Amado Martínez.

Nutrias, puerco espín, yacaré overo, lagarto overo, iguana overa, tatú mulita, son todos animales silvestres que en los últimos tiempos están apareciendo en domicilios de la zona costera de Posadas, y que han huido porque el cemento del tratamiento costero de la EBY consumió sus hábitat. El profesor de Biología,  Amado Martínez, quien después de 28 años dejó el serpentario del Montoya, se dedica ahora al rescate de esos animales y los lleva al centro de Recría El Puma de Candelaria. Cuando los animales rescatados después son liberados reflexiona: “sé que no voy a cambiar el mundo, por lo menos puedo cambiar el mundo de estos animales”.

 

 

 

“Este mediodía recibí un llamado de una familia de la avenida Santa Catalina, entre Tambor de Tacuarí y Centenario, a una cuadra del arroyo Itá, hay un bicho me dijeron, y habían llamado a todos lados y nadie apareció,  dejé de comer, agarré mi equipo y me fui….allí estaba en el jardín de una casa, ellos muy contentos, pero los perros les querían comer, era una falsa nutria o Coipo”. El animal será trasladado a Candelaria.

 

Lo que está ocurriendo –según Martínez- es que por las modificaciones del tratamiento costero los animales que pudieron se escaparon y fueron a refugiarse en los arroyos a vivir escondidos, pero hubo casos como un cazal de carpinchos los mataron.

Cree que cuando se hace una represa los animales, la flora y fauna se da por perdido.

También se rescató un yacaré en el barrio Belgrano, una familia lo tenía en la pileta.

Contó que estuvo trabajando hasta diciembre  en el Laurel en el Museo de Ciencias Naturales del Montoya. La actividad que hacía de rescatar era en forma personal, “ con mi tiempo, nafta y el aval del Montoya». 

Mañana piensa reunirse con el subsecretario de Ecología porque se irá a trabajar en el centro de Recría El Puma en Candelaria

En el serpentario del Montoya estuvo 28 años, a través de un convenio con Salud Pública hacía la extracción de veneno de víbora para el instituto Malbrán, “pero eso dejó de funcionar y me retiro”, dijo.

El serpentario primero funcionó por calle San Luis, luego se trasladó a El Laurel donde estuvo diez años y en los últimos tiempos con tentativa de cerrarse, “en noviembre me dijeron que tenía que trasladarme de ahí y me fui, y ahora estoy viendo el convenio con Ecología”, dijo el reconocido herpetólogo, quien se llevó a su casa las víboras no venenosas y las venenosas trasladó al serpentario de un amigo en Gobernador Roca.

Adelantó que el proyecto en El Puma es hacer un reptiliario y “para mí será un desafío, voy a tener un vehículo disponible y creo se podrá hacer mejor las cosas”.

 

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