Industriales y productores de materias primas con destino de exportación ven con buenos ojos el cambio de paradigma. Comerciantes denunciaron maniobras especulativas de algunos de sus pares y temen por una eventual suba de precios. Afirman que no tienen valores de referencia para vender su mercadería.
El último golpe de timón del Gobierno nacional en relación a la cotización y las condiciones de adquisición de divisas generó preocupación en un sector de la economía provincial pero también despertó expectativas de crecimiento. Comerciantes afirman que sus proveedores siguen sin venderles mercadería y no dan certeza en relación a los precios, de modo que no saben cuánto les costará reponer lo vendido. Pese a lo confuso de la coyuntura, economistas destacan que la devaluación beneficiará a exportaciones misioneras, como la madera, tabaco, té y yerba mate.
Empresarios y especialistas confiaban que el panorama se aclarara hoy, con el debut de la “flexibilización” del cepo cambiario, pero en definitiva no se registró prácticamente ninguna operación de compra de divisa en Misiones y muy pocas en la City porteña, dado que ni las casas de cambio ni los bancos tenían sus sistemas preparados para operar con la nueva normativa. Además el Banco Central se despachó con nuevas resoluciones, lo que postergará aún mas la puesta en marcha efectiva de las nuevas reglas de juego.
Ante la posibilidad de que la cotización de la divisa norteamerticana vuelva a dispararse cuando efectivamente los ahorristas sean autorizados a comprar dólares para atesorar, buena parte de los proveedores de comercios locales de electrodomésticos, electrónica y materiales de construcción, se mantuvieron reticentes a vender su mercadería y a informar listas de precios.
Desde la producción las expectativas crecieron de la mano de la cotización del verde billete. Mientras los exportadores esperan ansiosos sos primeras liquidaciones con un dólar oficial por encima de los 8 pesos, desde el sector primario ya plantean la posibilidad de volver a discutir precios de la materia prima, especialmente del brote de té, cuya cosecha avanza a pleno en las chacras de la provincia.
Especulación en alza
Locales de cadenas nacionales de electrodomésticos dejaron de exhibir los valores de venta al público -en lo que representa una violación a la ley de Defensa de la Consumidor- y solo aceptaban pagos al contado.
Mientras que comerciantes posadeños indicaron que todavía no tienen una referencia clara en relación a cómo quedarán los precios tras la devaluación del peso de fines de la semana pasada. Mario Ortigoza, tesorero de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas (CCIP) señaló que las primeras listas de precios de esta semana para electrodomésticos, llegó con un incremento promedio de entre 15 a 20 por ciento y advirtió que en muchos comercios de cadenas nacionales, se ven aumentos bastante superiores a esos porcentajes.
Recomendó a la gente esperar para hacer compras importantes. “Hay precios que están muy por encima de lo que podría justificar la suba del dólar, si todo el mundo saliera a comprar, esos precios van a quedar fijados por la demanda, no van a volver a bajar. Conviene esperar a que se vuelvan a fijar los precios reales”, señaló.
Por su parte, el director de Defensa al Consumidor de la Provincia, Alejandro Garzón Maceda, explicó que no hay norma que castigue al comercio que decida subir los precios, siempre y cuando no se verifique ninguna maniobra de distorsión de mercado. “El que debe castigar es el consumidor”, señaló el funcionario.
Advirtió empero que todos los comercios están obligados a exhibir sus precios y que si publicaron una oferta, deben respetarla.
La presidenta de la CCIP, Norma Blanco explicó que los comerciantes deben actualizar sus precios porque una mercadería comprada cuando el dólar estaba a 4 pesos, no cuesta lo mismo con el dólar a 8 y aseguró que no son formadores precios. “Tenemos que tener un poco de calma, ver cuando se equilibran las cosas, porque así estamos todos perdidos, tanto el vendedor como el comprador. Por eso algunos tomaron la decisión de no vender porque no se sabe cuánto cobrar”, dijo.
En ese sentido señaló que lo que preocupa es la reposición porque si vende a un menor valor de lo que podrá reponer, el comerciante se descapitaliza. “En mi rubro librería los mayoristas están cerrados, es toda una confusión y sentimos impotencia al momento de atender al cliente. Yo no moví ningún precio pensando en el cliente”, aseguró y agregó: “si yo vendo con un 25 o 30 por ciento menos, ¿cómo voy a reponer esa mercadería que me va costar más?”.
Asimismo dijo que si los proveedores les pasan otros precios, los tendrán que actualizar pero que muchos aún no reciben pedidos hasta tanto actualicen los precios. “Hoy yo quise mandar el pedido y no me lo reciben hasta el miércoles hasta saber cómo quedarán los precios”.
«Yo creo que en general el problema es la incertidumbre, no tener reglas claras. Esperemos que se calme todo, esto tiene que ordenarse para continuar», finalizó.
