Para Raúl Karaben un dólar a 8 pesos es “una noticia espectacular” para los exportadores. Advierten que el proceso devaluatorio tendrá efecto negativo sobre la inflación. Anticipan suba en precios de importados, alimentos y combustibles.
Economistas coinciden en que la pronunciada devaluación que experimentó el peso a fines de la semana pasada representa un dato por demás alentador para las economías regionales basadas en la exportación, cuya competitividad estaba muy deprimida por un dólar barato en relación a los costos de producción en pesos.
Raúl Karaben, economista y ex director del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) por las cooperativas, consideró que “para las empresas que exportan, la corrida que hubo con el dólar de 6,60 a 8 pesos en dos días, fue una noticia espectacular porque representa un incremento importante en los ingresos de los exportadores en un par de días”.
El exdecano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNaM aseguró que si efectivamente el Banco Central va a liquidar los dólares provenientes de la exportación a 8 pesos, las ganancias que tendrán a las empresas exportadoras serán importantes.
En el mismo sentido se manifestó Gerardo Alonzo Schwarz, investigador jefe de la regional NEA del instituto IERAL, quien consideró que la devaluación fue una buena noticia para el sector.
Por su parte el empresario forestal Aníbal Tognolo, integrante de la Amayadap, indicó que la nueva cotización del dólar generó fuertes expectativas en el sector, pero advirtió que el efecto positivo se anulará si los costos de la devaluación se trasladan a los costos de producción, especialmente a salarios.
Temor a la inflación
Economistas y empresarios coinciden en centrar su preocupación en el efecto inflacionario que podría provocar la devaluación.
En ese sentido Schwarz explicó que podrían esperarse aumentos en dos grupos de productos: por un lado aquellos que sean importados o que sean de fabricación nacional pero contengan elementos importados y por otro lado los de producción local que sean transables, es decir que se rijan por cotización internacional.
En el primero de los grupos se encuentran electrodomésticos, electrónicos y automóviles, ya que incluso aquellos de estos productos que se fabrican en Argentina, la gran mayoría de sus componentes son importados.
En el segundo grupo entran las materias primas, especialmente las del sector alimenticio, como la soja, el trigo y la carne. “Necesariamente va a aumentar la harina por este corrimiento que hubo con el dólar, pero así como esta la harina también esta el aceite y hay muchísimos otros productos de la canasta básica que están absolutamente ligados a lo que tiene que ver con el mercado internacional, por lo tanto hay muchas cosas que van a aumentar”, explicó Karaben.
Otro de los elementos esenciales que según los economistas aumentaría es el combustible en todos sus formatos, lo que determinaría subas fletes y transporte.
El nuevo dólar genera expectativa e incertidumbre en Misiones
