El empresario Carlos D’Orazi se refirió a los efectos de la nueva situación cambiaria sobre el comercio y dijo que hay una gran especulación que hizo que entre ayer y hoy los proveedores de electrónica les rechacen nueve operaciones chequeadas. Consideró que el problema es el abuso del industrial.
Respecto a al impacto sobre su negocio señaló: “nos devolvieron nueve operaciones chequeadas ayer y antes de ayer hasta el lunes, martes o miércoles. Las operaciones históricamente se hicieron a través de cuentas corrientes pero cuando la situación se puso incómoda las empresas nos pidieron que les mandemos escaneados los cheques, lo cual ya es una humillación. Ellos aceptan la fecha del cobro y el número de oblea que lleve el cobro y nos dan el ok porque constatan la fecha del pago. Esto ocurre desde el 6 de enero más o menos”.
En ese contexto indicó que los cheques que enviaron ayer y antes de ayer a los proveedores fueron rechazados lo cual hace que sea “imposible trabajar”. “Estamos vendiendo producto que no puedo reponer ni con la plata en la mano. Me aparece una medida extremadamente abusiva pero yo no puedo cerrar el negocio y nadie se puede dar el lujo de echar a un cliente, ni siquiera diciéndole que no le vende”.
Consideró que con el levantamiento del cepo cambiario la situación mutará en las próximas semanas sobre todo porque “nadie se puede dar el lujo de no vender”. “Me imagino que en construcción, el cemento y el hierro que están atados al dólar estarán sufriendo el mismo problema. Nosotros nos reuniremos en la Cámara de Comercio porque la incertidumbre nuestra es tremenda y somos conscientes de que no podemos atentar contra el cliente”, agregó.
En ese sentido explicó que aunque tenga una venta extraordinaria la incertidumbre es que al otro día no saben si podrán comprar, con lo cual probablemente continuarán vendiendo la mercadería que disponible poniéndolas en pesos en relación al dólar oficial. “Para comprar lo que logramos con algunos proveedores es otro sistema. Con Epson lo que vamos a hacer hoy es un depósito con el dólar a 8,30, es decir a dólar futuro, con la condición de que si baja, nos quede un crédito y si sube, pagamos la diferencia”, señaló y aseguró que desde su empresa decidieron otorgar ya un dinero a cuenta de futuros aumentos a sus empleados.
Por último manifestó que desde su punto de vista en el industrial argentino hay un “por si acaso” que termina en desmedro del cliente. “Eso me parece muy tomado de los pelos. Encima después cuando no venden nos bajan los precios y nos dan ofertas que te hacen dar cuenta que te estaban robando, hacen descuentos del 30 por ciento”, expresó.
“Esta es la cuarta devaluación que me toca vivir en el rubro del comercio. A mí me parece que lo ilógico es el abuso del industrial”, insistió finalmente.
(Radio República)
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