A los 106 años falleció ayer doña Serapia Brítez de Benítez, una de las vecinas más antiguas de Santo Pipó donde vivió durante 82 años, desde 1931. Su deceso se produjo a las 8, según confirmó su hija Nina Benítez desde esa localidad, y uno de los tres nietos que crió desde chiquito, Guillermo Patricio Kelly.
Fue el 13 de septiembre del 2013 que doña Serapia festejó su cumpleaños número 106 con una tranquila reunión familiar en su casa, y también fue para recordar que ofreció a la tierra colorada nueve hijos, dos de los cuales ya habían partido, además dejó 27 nietos, más de 30 bisnietos y 5 tataranietos.
La centenaria abuela recordaba que una hija suya, Rufina Benítez de Kelly había fallecido siendo joven en Buenos Aires, por lo que amorosamente ella se dedicó a criar a los tres chiquitos que habían quedado huérfanos de su madre, y a quienes los trajo a Santo Pipó, ellos son Guillermo Patricio Kelly, quien tenía 3 años, una hermana de 12 y un hermano de 7 años.
Doña Serapia había nacido el 13 de septiembre de 1907 en Campichuelo, Paraguay, y vivia en Santo Pipó desde 1931, donde se había casado con Juan Agripino Benítez, quien falleció a los 85 años.