En una abarrotada aula, el papa Francisco saludó a trabajadores del ente audiovisual, besó a los niños y agradeció a los presentes por «ser tan numerosos». Ante esta audiencia, el Vaticano participó en los actos de celebración del 90 aniversario de la primera emisión radiofónica y del 60 aniversario de la primera emisión televisiva de la RAI (Radio Televisión Italiana).
«Tiene que ser un servicio a la verdad, a la bondad y a la belleza. Tienen que evitar conceptos tan dañinos como la desinformación, la difamación, la calumnia y mantener un alto nivel ético», recomendó el Sumo Pontífice.
Ante los dirigentes de la RAI y sus trabajadores, recordó la «responsabilidad obligatoria para los titulares del servicio público» y les aseguró que su empeño, «más que informativo, es formativo».
«La palabra clave que me gustaría resaltar es colaboración, gracias a la cual el pueblo italiano siempre ha podido acceder a las palabras y a las imágenes del papa, y de los eventos de la Iglesia mediante este servicio público», subrayó desde Roma.
«La cualidad ética de la comunicación es fruto, en definitiva, de una conciencia atenta, no superficial, siempre respetuosa de las personas, ya sean protagonistas de la información o los consumidores de la misma por lo que [los periodistas] están llamados a aportar un alto nivel ético a la comunicación», concluyó Francisco.
LA NACION
