Estrategias y lobbies

Escribe Juan Carlos Argüello, jefe de Redacción de Misiones On Line 

Promediando el primer mes de un año no electoral, el Gobierno mantiene intacta la iniciativa y descoloca a la oposición incluso en los momentos en que parecía hacerse fuerte con las «banderas populares». Será un año difícil, de transición, con una economía nacional con un  bajo y desacostumbrado crecimiento, pero con una economía provincial que marcha entre las de mayor dinamismo del país, apenas por debajo de provincias con promoción industrial o rentas petroleras.

 

 

El desafío es sostener ese dinamismo que caracterizó a la provincia en los últimos años y por eso, el Gobierno tomó medidas preventivas que permitan sostener los recursos necesarios para que el Estado siga decidiendo en la marcha de la economía, con inversiones públicas y respaldo a distintas actividades productivas.

 

 

La suba de Ingresos Brutos a todas las actividades, fue en ese sentido, sosteniendo el criterio de que quienes más facturan, más pagan.   

 

 

En el medio, se coló una tasa yerbatera que generó un fuerte rechazo de los productores por el temor de que serían ellos los que iban a cargar con el peso del tributo en lugar de los eslabones más altos de la cadena productiva, como molineros e industriales. Con buen tino, el gobernador Maurice Closs decidió suspender la aplicación de esa tasa, aunque el objetivo final era que los consumidores sean los que aporten un peso por kilo consumido. Sin embargo, dirigentes de la oposición, con el radicalismo a la cabeza, siguen haciendo lobby contra los tributos y la tasa yerbatera, que no se aplicará.

 

 

La campaña en contra de la tasa llamativamente unió a productores e industriales que nunca se pueden poner de acuerdo en el precio de la yerba mate. Y engloba a productores que facturan cifras millonarias o dirigentes que convalidan el engaño como mecanismo para subir los precios, como hizo Jerónimo Lagier, ex candidato a diputado nacional por el partido Trabajo y Progreso.

 

 

En ese lobby el radicalismo se funde con el PRO de Mauricio Macri, con su ex aliado Claudio Wipplinger. También se sumaron Hugo Sand, Raúl Kosinnski, Fabían Jamasmeje y otros.

 

 

La misma estrategia opositora fue utilizada ante el suspendido incremento del precio del boleto del transporte urbano en Posadas, Garupá y Candelaria. Durante todo el año pasado, el mismo grupo denunció una creciente inflación y dan como cierta una suba de precios del 28 por ciento, pero a la hora de actualizar tarifas más o menos en los mismos valores de sus relevamientos, todos salieron en contra. Insólitamente, cuando el propio Gobernador decidió suspender la suba y devolver a los municipios la facultad de fijar los valores, también se cuestionó  esa decisión.

 

 

En este caso, el Gobernador no hizo más que devolver una facultad innata a los intendentes, que rige en todo el resto de la provincia y en las demás ciudades del país. Son los Concejos Deliberantes los que fijan los valores en sus ciudades y en muchos municipios misioneros ya lo hicieron, sin que haya habido una reacción política contraria como en el caso de Posadas, donde se concentra la mayor cantidad de población. Los opositores juegan el doble rol de cuestionar aquí lo que hacen sus propios dirigentes o aliados que sí están en el poder, como en Resistencia, Rosario, Buenos Aires o la capital correntina, ciudades todas donde se aplicaron fuertes subas a la tarifa del transporte urbano. Resistencia es gobernada por una radical, Rosario por una socialista, en Corrientes manda el kirchnerismo y en Buenos Aires, el intendente es Mauricio Macri, líder del PRO y aliado del peronismo disidente misionero. 

 

 

Sin embargo, el boleto de Posadas, Garupá y Candelaria, se convierte en un tema de Estado para la oposición y buscan protagonismo con una campaña pour la gallerie.

 

 

Lo cierto es que en este caso, la bulla opositora encuentra eco en un creciente descontento social que no tiene que ver únicamente con la tarifa, sino con el mal servicio que presta el grupo concesionario. Don Casimiro, que monopoliza el servicio en toda la región metropolitana, no cumple con las frecuencias, no construye paradas y demora ilógicamente inversiones, como la estación de transferencia sobre la avenida Santa Catalina. Tuvo más de un año para poner en funcionamiento la tarjeta SUBE, pero a las apuradas, un sistema que debería servir para mayor comodidad y hasta seguridad del usuario, se convierte en un trastorno de horas de colas y mala atención.

 

 

El grupo Zbikoski además recibe cuantiosos subsidios del Estado nacional, que alcanzaron casi los 50 millones de pesos durante el año pasado, de los cuáles, un 30 por ciento se destina a combustible y un 65,44 por ciento al pago de los conductores, según la información oficial del ministerio del Interior y Transporte.

 

 

También jugó un rol relevante en el descontento social el llamativo silencio de funcionarios municipales que prefirieron guarecerse de las críticas antes que explicar por qué avalaban el aumento que finalmente fue suspendido. Un funcionario de la municipalidad de Posadas llegó a hacer decir a su secretaria que estaba «ofendido» por el tratamiento de los medios de comunicación. Los concejales del oficialismo tampoco salieron a explicar cuál será su postura sobre el incremento pedido por Zbikoski ya que hay una paridad de siete concejales con la oposición, que ya anunció su rechazo y mañana intentará convocar a una sesión extraordinaria. Tampoco se conoce la postura del intendente de Posadas, mientras que sus pares de Garupá y Candelaria fueron muy críticos con el servicio que reciben de la empresa concesionaria.

 

 

El Gobernador tomó la determinación de frenar la tasa yerbatera y el aumento del boleto del transporte urbano con la mirada puesta en sostener la paz social. Lejos de ser una señal de debilidad, como plantea la oposición, la sociedad vio con buenos ojos ambas decisiones.

 

 

Una encuesta realizada por la consultora Decisiones Empresariales, que conduce Alfonso Baigorria, reveló que la imagen del gobernador Maurice Closs se sostiene con fuerte respaldo y se lo percibe como el sostén del rumbo, sobre todo en momentos en que hay que reforzar las arcas.

 

 

El focus group realizado por DE, percibe un malhumor con el escenario nacional que se fue trasladando a algunas provincias, sobre todo por la inflación y la consecuente pérdida del poder adquisitivo. En Misiones también se siente, pero no hay un rechazo tan tajante, como en Corrientes, Chaco, Formosa y Entre Ríos o las provincias del centro del país.

 

 

 El sondeo indica que la sociedad entendió el mensaje del Gobernador, quien planteó la necesidad de salir a buscar más recursos, pero no se advierte que haya un peligro en las finanzas, como en otras provincias que salieron a emitir deudas o bonos.

 

 

“La gente ve al Gobernador como el sostén de la gestión. Su figura es la que sustenta y evita que haya malhumor en la provincia. Pero no aparece acompañamiento en la defensa de la gestión. Sobre todo en las medidas que necesitan de fuerte apoyo político cuando son impopulares para que el equilibrio no se pierda”, explicó Baigorria.

 

 

Las decisiones de ahora y las tomadas antes, marchan en ese rumbo: sostener el equilibrio. Una muestra de ello, que parece una más de la gestión, es clave para la economía.

 

 

El jueves fueron presentados cuatro nuevos transformadores eléctricos que compró el Gobierno tras una planificación de Emsa iniciada hace dos años. Cada uno vale 350 mil dólares y son vitales para que la energía se distribuya en el interior con la potencia suficiente. Los 350 mil dólares pagados adquieren un valor mucho mayor si se tiene en cuenta que estos mismos equipos solucionarían buena parte de la crisis energética que padece Buenos Aires por la desinversión de Edenor y Edesur. Pero no se adquieren en un kiosko ni con un llamado telefónico, ya que su construcción demora al menos un año.

 

 

La visión estratégica, en el mercado eléctrico, es fundamental. En medio de una inédita ola de calor, con apagones generalizados en Buenos Aires, Misiones cubrió la demanda y hasta aportó al Sistema Nacional en dos oportunidades.

 

 

Pero hay que pensar en largo plazo. La demanda de Misiones viene creciendo en los últimos años a un promedio de siete u ocho por ciento anual, lo que anticipa que en diez años, habrá que duplicar la provisión para garantizar el crecimiento.

 

 

El pico de la demanda eléctrica de Misiones fue el 6 de enero a las 14, con de 404 megawatios hora, casi el doble que hace diez años atrás.  Para soportar ese pico, el 91 por ciento de la energía provino de sistemas hidroeléctricos. Hoy hay una energía disponible promedio cercana a los 800 megas, lo suficiente para unos diez años con la tasa de crecimiento actual. Para después, si se quiere seguir industrializando la provincia, habrá que pensar en alternativas.

 

 

Argentina importó energía por trece mil millones de dólares en 2013. Buena parte de esos recursos, explican la caída de reservas actual, por debajo de los 30 mil millones de dólares.

 

 

 

Un signo de preocupación que de todos modos, no es la debacle que indica la oposición. Es cierto que la caída de reservas fue fuerte en estos días, pero lo que no se dice es que esos dólares se usaron para pagar deuda externa.

 

 

Hoy, la deuda apenas representa el 39,1 por ciento del PBI. En el mejor momento de la Convertibilidad, el porcentaje de la deuda era del 75 por ciento sobre el PBI y llegó al 135 por ciento después del desastre económico dejado por De la Rúa, empecinado en sostener la paridad cambiaria.

 

@JuanCArguello

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