Enrique Rusezki y su esposa Ana María, Héctor Seró y Laura Bacigalupi coincidieron en que el duelo por la pérdida de sus familiares es perpetuo. Si bien confían en que la justicia lleve al banquillo a los acusados, reconocen que el dolor no cesa y que en memoria de sus seres queridos no abandonarán la lucha para que haya justicia.
Audio: Enrique Rusezki y su esposa Ana María, Héctor Seró y Laura Bacigalupi en Radio Libertad.
Hoy se cumplen cuatro años de la mayor tragedia deportiva de la que se tenga memoria en la provincia.
El 16 de enero de 2010 ocho deportistas perdieron la vida cuando fueron succionados por una barcaza, mientras participaban del tradicional Cruce del Paraná que hacía el trayecto Posadas – Encarnación. Luis Saide, Víctor Sessa, Fernando Solé Masés, Sebastián Ruzecki, Nicolás Levequi, Eugenio Seró, Mauro Bacigalupi y Manuel Leiva siguen vivos en el recuerdo y el amor de sus familiares que continúan reclamando justicia.
Enrique Rusezki y su esposa Ana María, papás de Sebastián Rusezki, quien falleció en la competencia, conmovidos por los recuerdos de los últimos momentos que vivieron con su hijo insistieron que buscarán que no se haga un juicio abreviado sino que en la instancia oral y pública se pueda dar con todos los responsables de luctuoso suceso.
“Creemos que hay más responsables y será la justicia la encargada de decirlo. Nosotros esperamos que para mayo podamos tener novedades. Lo último que tuvimos fue el pase al Tribunal Oral Federal y sabemos que está en proceso para que cuando se termine la feria se nombre a un presidente del Tribunal para que se haga cargo de la causa y fijar una fecha para el juicio”, explicó Enrique Rusezki en Radio Libertad. Su esposa Ana María, agregó que personalmente perdió las esperanzas de hallar a todos los responsables porque en estos cuatro años no se hizo lo suficiente. “El me dijo mamá si me pasa algo hacele lío porque nunca nos cuidaron. Yo le dije no te vayas y se fue porque decía que iba a ser su última competencia porque se iba a ir a estudiar a otro lado. Después de lo pasó me pregunté como no lo até, no le mentí o no le di algo para que siga durmiendo pero es que yo no sabía que podía pasar una cosa así. A mi me arrancaron un pedazo de mi vida con Sebastián. Yo personalmente ya perdí la fe en esto porque hay muchos arreglos y cosas que se hacen por afuera. Ojalá que haya justicia y que algún día pueda pedir perdón porque me equivoqué”, se lamentó.
En tanto, Héctor Seró, hijo de León Seró relató que pasaron cuatro años pero parece que fue ayer. “Tanto a mi viejo como a las 7 víctimas más los recordamos con el afecto y el recuerdo de lo mejor de cada uno de ellos. En cuanto a la justicia ojala que este año avance el tema y se defina de una buena vez si hay culpables o no y quienes son”. A ello agregó que en algún momento la competencia de natación en aguas abiertas tiene que continuar con las medidas de seguridad necesarias.
Marilín Viner, esposa de León, indicó que a cuatro años de la tragedia, el dolor y la sensación sigue siendo la misma. “A lo de Eugenio, indudablemente se suma el dolor que produce el increíble hecho de que después de tantas veces de haber cruzado el río Paraná, cayera dentro de esas supuestas olas. A ciencia cierta se sabe lo que sucedió allí y fue muy sorpresivo a pesar de que se habla de que estaba todo previsto y bien organizado. En ésta fecha el dolor se agudiza, pero no por eso dejamos de disfrutar del río. Mis hijos y yo tenemos el mismo pensamiento de estilo de vida al aire libre que nos inculcó León, los chicos siguen realizando sus actividades deportivas en el río felizmente, como siempre lo han hecho. Mis hijos tienen un pensamiento abierto al igual que su padre, son prácticos, al poco tiempo de la tragedia uno de ellos me dijo Mamá, la vida sigue. Pero a pesar de ello, nos sentimos en un duelo constante, si bien un duelo en otro contexto se enfrenta quizá con mayor facilidad, nosotros siempre estamos porque es una cuestión que afectó a muchas personas, no solamente a la familia. León era una persona muy conocida y apreciada por su entorno” dijo en declaraciones a FM Show.
Sobre lo que vino después de la tragedia Viner contó que se inició una asociación sin fines de lucro. “Conseguimos que Yacyretá nos ceda un espacio para crear justamente lo que sería un club náutico que lleva el nombre de León. La idea trabajar como escuela y reflotar las actividades deportivas que se pueden realizar en el río, como el canotaje y vela. Mis hijos tienen enormes expectativas con el proyecto, el deseo de concientizar a las personas y transmitir los conocimientos que León les dejó, como la escuela de canotaje León Seró está ubicada en inmediaciones de las avenidas Justo José de Urquiza y Tomás Guido”.
Laura Bacigalupi, mamá de Mauro manifestó que los recuerdos de su hijo son a diario, no solamente los 16 e enero sino en forma cotidiana. “Recordarlos es revivir lo que pasó ese día. O el día anterior cuando estuvo en casa. El no estaba compitiendo fue a poner la largada, iba a hacer eso y luego tenía que venir con nosotros a retirar un auto, cuando volvíamos para el puerto de Posadas nos dijeron que estaba desaparecido. Eso es lo que te duele, la gente que estuvo en la organización si olvida, pero nosotros no”.
Sobre su fe en la justicia, explicó que «algunas personas han perdido las esperanzas pero que ella se mantiene firme porque si bien son todas familias distintas unidas en un mismo dolor, es razonable que cada uno tenga su postura. “Nosotros creemos que luchando podremos lograr algo. Somos familias diferentes y no todos podemos pensar de manera diferente o expresarlo. Gracias a los abogados y las veces que nos paramos frente al juzgado logramos llegar hasta aquí pero todo esto es lo que se merecen nuestros seres queridos”.
