La Comuna controla la calidad de helados en locales de venta directa al público

La Municipalidad de Posadas, a través de la Secretaría de Calidad de Vida, está realizando controles de las condiciones de funcionamiento de heladerías en los locales de expendio directo al público. Esta acción responde a los operativos que se realizan anualmente en las temporadas de mayor consumo.

 

 

Comer un helado siempre es placentero, sobre todo, cuando las temperaturas son elevadas. Es un alimento muy nutritivo y energético, con un porcentaje importante de azúcar y grasa. Pero su consumo no está exento de riesgos, en su mayoría, asociados a una mala manipulación durante su elaboración, distribución y venta.

 

La detección de posibles deterioros es una tarea compleja, ya que los cambios físicos, químicos y microbiológicos que puedan percibirse son mínimos, pero hay una pista: la cristalización.

 

Si se perciben pequeños cristales de hielo, será por una rotura de la cadena de frío, lo mismo que la modificación  de la textura y consistencia del producto. La temperatura es un factor crucial a controlar ya que favorece el crecimiento microbiano poniendo en  riesgo la inocuidad del helado.

 

Para cualquier consulta o denuncia por diversos motivos referidos a las malas prácticas en el manejo o funcionamiento de los locales: acercarse a la Dirección de Contralor Alimentario en la sede del edificio central de la Municipalidad de Posadas –San Martín y Rivadavia- o llamar al teléfono: 4432778 de lunes a viernes, de 7 a 13.

 

Mantenimiento en el punto de venta

 

El almacenamiento de los helados debe realizarse en cámaras a una temperatura igual o inferior a -18°C.

 El principal y más importante riesgo del consumo de helados que se sirven en heladerías es la contaminación microbiana. A pesar de que son alimentos que se conservan en frío, no están exentos de los temidos patógenos, posibles por una manipulación incorrecta de los manipuladores o por una ineficaz higiene de los equipos, las vitrinas expositoras  o las cucharas, utilizadas para el servido. La contaminación también puede originarse a través de productos asociados, como cucuruchos, potes etc.

 Como medidas preventivas, se establece un plan de limpieza de los equipos, así como de los instrumentos utilizados, para garantizar que se mantengan de forma continua en las condiciones higiénicas adecuadas. De igual manera, se instaurará una temperatura de conservación para que los helados se puedan manipular en el momento de su venta y siempre mantengan el grado de congelación suficiente.

 Las cucharas, espátulas y demás elementos utilizados en la venta de helados se limpiarán con agua corriente cada vez que se utilicen.

Los envases, contenedores  cucuruchos y otros accesorios se guardarán en recipientes cerrados y protegidos.

Estas prácticas y procedimientos deben estar contemplados en los manuales (BPM y POES) e implementados en cada uno de los locales con los que se asegura las acciones de prevención.

Todo el personal que manipule estos productos debe contar con el certificado de Manipulación de Alimentos.

Sin el correcto trabajo del manipulador, de nada sirven unas instalaciones en perfecto estado.

 

 

 

 

 

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