Román intensificó los trabajos físicos en la recta final de su puesta a punto. Entre el martes y el miércoles volvería a trabajar a la par del grupo, aunque Bianchi lo quiere en óptimas condiciones para el debut oficial y no lo pondría ni siquiera en los superclásicos.
Juan Román Riquelme trota alrededor del campo de juego. Está concentrado en recuperarse cuanto antes del desgarro que todavía no le permite entrenarse con normalidad. Levanta la vista, saluda, y enseguida vuelve al trabajo con el kinesiólogo Leandro Betchakián.
Román intensificó los ejercicios físicos en la recta final de su puesta a punto. Hubo pasadas de pique y varios trabajos de fuerza en una de las canchas auxiliares del complejo Pedro Pompillo.
Lo importante, claro, es que el aductor izquierdo respondió como se esperaba y no arrojó síntomas de dolor. «Entre el martes y el miércoles se reincorpora al grupo», había dicho Bianchi en la conferencia de prensa que brindó el viernes en la Bombonera. Todo indica que así lo hará.
De todas maneras, el hecho de que se entrene a la par del grupo no implica que el 10 esté para jugar. De hecho, es probable que Bianchi no le dé minutos en ninguno de los amistosos de pretemporada, incluidos los tres superclásicos.
El técnico pretende tenerlo en óptimas condiciones para el arranque del Torneo Final, en la segunda semana de febrero, por lo que no habría fútbol de verano para el enganche de Boca. De todas maneras, con Román nunca se sabe. ¿Meterá presión para jugar, aunque sea unos minutos, contra River?
