La concentración económica, las limitaciones de oferta de materia prima a Pymes industrias, la pérdida de fuentes laborales, la atomización de empresas de servicios forestales y el freno al desarrollo integrado del sector forestal y de otras potenciales actividades productivas, son algunas de las consecuencias que dejó esta inversión del Grupo Arauco. Al cumplirse 10 años de la polémica operación de venta, opinan sobre el “el antes y el después” profesionales, ex trabajadores, intendentes, empresarios, consultores y ex directivos de Pecom, en una producción periodística exclusiva de ArgentinaForestal.com
A 10 años de la venta de la ex Pecom Forestal al Grupo Arauco de Chile, diversos actores consultados sostienen que fue una inversión que marcó un “antes y después” en la historia del sector forestal y forestoindustrial de Misiones, ya que las principales consecuencias no impactaron en el mercado relevante que analizó la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) para la aprobación de la operación de venta, sino también en el contexto socioeconómico de la zona norte de la provincia de Misiones, con un desplazamiento progresivo de fuentes de trabajo en el área de silvicultura, cosecha forestal e industria maderera. El aserradero adquirido cerró unos años más tarde, las empresas de servicios forestales se redujeron significativamente ante los cambios de gestión en las prácticas silviculturales y el fuerte proceso de mecanización en la cosecha forestal –lo que profundizó la desocupación en la zona-, las Pymes que debieron trasladar desde corrientes la materia prima ya que la disponibilidad para terceros fue escasa. El municipio más perjudicado fue Puerto libertad, donde la concentración económica se gráfica fácilmente, ya que de un total de 84 mil hectáreas de superficie, la multinacional pasó a ser dueña de unas 70 mil hectáreas.
Y hay quienes sostienen que llegar a este escenario de “estrago social” fue la estrategia “competitiva” trazada por Arauco desde el momento en que se le presentó la posibilidad de esta inversión. Esta compra le permitió generar un escenario de concentración económica y de dominio sobre la materia prima madura o “aserrable”, la colocó en una posición dominante en el mercado de la madera -al no instalarse nuevos competidores de escala en el sector-, y lograr mayores rendimientos en la productividad y máxima eficiencia.
Y si este fue su objetivo, podrían darse por bien cumplido. ¿Pero a qué costo social para la provincia?.
Polémica inversión
El 16 de diciembre de 2003 fue aprobada la venta de la división forestal de Pecom Energía SA (Petrobras Energía SA) a la firma Alto Paraná SA (Arauco). La Comisión Nacional determinó que la venta se encuadraba en el marco legal de la Ley 25.156 de Defensa de la Competencia, descartando que «tras la fusión, se genere en el mercado concentración o posición dominante por parte del grupo inversor», principal preocupación denunciada al momento de la operación por las Pymes madereras de Misiones y entidades del sector al momento de operación.
Alto Paraná SA adquirió así, con una inversión de más de 43 millones de dólares incluyendo
IVA, una superficie de 60 mil hectáreas en forestaciones, 20 mil de ellas correspondientes a la reserva de bosque nativo, 27 mil implantadas y tres mil a forestar. Además del aserradero (el segundo más importante en Misiones y del país, justamente después del aserradero Piray de
APSA), con una capacidad de 100 mil metros cúbicos de producción anual, ubicado en
Puerto Bossetti (en el límite entre Libertad e Iguazú), y un huerto semillero.
La venta se aprobó con cinco compromisos voluntarios asumidos por la compañía donde se acordó que durante una etapa de 5 años pondría a disposición del mercado regional un volumen anual de 50 mil toneladas de rollos «aserrables».
Este volumen sería vendido en condiciones de mercado y a través de mecanismos transparentes, en la oportunidad que corresponda de acuerdo con las prácticas laborales de cosecha de la empresa. Del mismo modo, pondrían a disposición del mercado un volumen anual de 65 mil toneladas de madera de «rollos» para proceso bajo la modalidad de fason, además de 7,5 millones de pie cuadrado (p2) anuales de madera aserrada para reproceso exclusivamente en el período 2004-2008 (un total de 37.500.000 pies cuadrados) y bajo la misma modalidad.
A su vez, se comprometían a mantener el área de «Reserva Forestal San Jorge de Pecom»; los contratos de asistencia y colaboración tecnológica vigentes a la fecha entre «Pecom» y la Universidad nacional de misiones (unam) y, finalmente, la búsqueda en conjunto con el gobierno misionero y/o entidades públicas o mixtas de una forma de colaboración mutua para que los materiales genéticos forestales de «Pecom» sean puestos a disposición del dominio público forestal de Misiones.
Al cumplirse 10 años de esta polémica operación en 2013, el segundo mega-aserradero más importante del país ya es parte de la historia forestal, cerró definitivamente a fines de 2010 y fue reconvertido por Alto Paraná a un centro de logística. Los motivos, varios, pero desde la compañía fundamentaron que fue debido a la crisis del mercado internacional que golpeó muy fuerte a la industria de aserrado y que afectaban la competitividad de Arauco.
“Puntos de vistas” que figuran en el expediente
La Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) recibió “puntos de vistas” diferentes de diversos actores vinculados a la operación APSA-Pecom, ya que realizó audiencias testimoniales durante un proceso de casi dos años. (Ver en PDF el Dictamen Completo)
Fue la oportunidad que tuvieron empresarios, profesionales, cámaras madereras, profesionales y políticos para exponer sus pareceres a favor y en contra de la inversión. Desde el ámbito privado, la lista de los que figuran en el expediente en contra de la misma es innumerable, principalmente empresas socias de las cámaras madereras de la Amayadap y Apicofom, respaldados por la Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines (Faima) y de la Confederación Económica de Misiones. Desde el ámbito político, ejercieron un fuerte rechazo y acompañaron a las cámaras madereras, el ex presidente de la Cámara de Diputados de Misiones, Luis Viana (PJ) y el legislador José Lorenzo Dieminger (UCR) y el Inta (Centro Regional Misiones).
En tanto, entre las testimoniales a favor, se encuentra la del ex gobernador de Misiones y actual presidente de la Cámara de Diputados de Misiones, Carlos Rovira, quien expresó en aquel momento que «estas forestaciones siempre tuvieron la finalidad de abastecer al complejo industrial establecido en Puerto Bossetti (se refiere al aserradero de Pecom Forestal), salvo pequeños excedentes de madera que se comercializan a aserraderos de la zona con escasa incidencia en el volumen total consumido por dichas industrias» y que «por lo tanto, el cambio de titularidad de la firma no tiene por qué cambiar las condiciones de mercado». Asimismo, Rovira manifestó que el área forestal de Pecom «es única por su extensión, aunque se debe tener en cuenta que Misiones cuenta con varios miles de plantadores forestales que constituyen en suma grandes extensiones de plantaciones que están disponibles para el mercado de la industria forestal misionera y de inversores interesados en hacer negocios e inversiones en nuestro dinámico sector forestal”. (fs 3408/10)
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Documentos
Dictamen completo de la Comisión Nacional de Defensa a la Competencia
