Intendentes de Libertad y Esperanza avizoran un cambio en la comunicación de Alto Paraná con sus municipios

Luis Ferreira, intendente de Puerto Libertad

Luis Ferreira, intendente de Puerto Libertad

El intendente de Puerto Libertad, Luis Ferreira, y su par de Puerto Esperanza, Alfredo Gruber, dialogaron con Argentinaforestal.com sobre la realidad que enfrentan con un actor de la envergadura e influencia económica como la empresa Alto Paraná SA en sus respectivos municipios. Los jefes comunales analizaron los cambios que se produjeron en estos 10 años en la zona Norte a partir de la compra de los activos forestales de la ex Pecom Forestal en el año 2003 y (al igual que ex trabajadores, consultores y Pymes industriales) admitieron que hay un “antes y un después” de la fusión APSA-Pecom con «grandes decepciones». Pero también, coincidieron en que «se transita en el último año una etapa de apertura diferente por parte de la compañía, tanto en la comunicación como en su compromiso con la comunidad», aseveraron.

Alfredo Gruber, intendente de Puerto Esperanza

Alfredo Gruber, intendente de Puerto Esperanza

Los intendentesaseguraron que la empresa los está “acompañando” en sus respectivas gestiones comunales para mejorar el desarrollo local, con una mesa de discusión consensuada donde llevan adelante una agenda en común, priorizando emprendimientos sociales y turísticos que beneficiarán en un futuro a la comunidad.

 

Puerto Libertad es el municipio más comprometido, ya que la compra de los activos forestales de la ex Pecom le permitió a la compañía multinacional adquirir unas 70 mil hectáreas de superficie, cuando el total del municipio alcanza a 84 mil hectáreas. Así, la empresa forestal es la principal y casi única contribuyente, aportando unos 3 millones de pesos por año a las arcas municipales.

 

Ferreira se refirió a los impactos directos, tras la venta de la ex Pecom, y marcó en la entrevista que la «gran pérdida» fue el cierre del aserradero Bosetti a fines de 2010. “En nuestro municipio funcionaba hasta hace algunos años uno de los aserraderos más tecnificados del país, que generaba empleo en la industria maderera, pero tras adquirir el patrimonio forestal, Alto Paraná decidió cerrar la industria, por lo tanto el impacto para el municipio fue directo, se sintió. El aserradero también generaba actividad para empresas contratistas, eran fuente de trabajo indirecta que se vio perjudicada. Por otra parte, teníamos un alto número de obreros rurales, pero los cambios en la práctica de gestión forestal al dejar de hacer raleos y, sumado a la mecanización de la cosecha de Alto Paraná, se generó un desplazamiento de los motosierristas y de mano de obra en campo. Es decir, la empresa se ha tecnificado mucho y a dejado sin trabajo en estos 10 años a muchísima gente”, indicó el intendente de Libertad.

 

Este escenario fue considerado por el jefe comunal como uno de los impactos sociales generados por la empresa en el municipio, consecuencia de la concentración económica que ejerce. “La pérdida del aserradero fue lo fundamental para nosotros, ya que significaba una importante fuente de trabajo en forma directa e indirecta”, remarcó el jefe comunal. “Si bien algunos trabajadores fueron reubicados en Piray, muy pocos, el resto fue desplazado”, agregó.

Al respecto, consideró que lo más preocupante es que se trata de gente desocupada a una edad que ya supera la demanda del sistema laboral.“¿Qué hacemos ahora con tanto mano de obra desocupada?”, se preguntó. “En principio, para salir adelante, estamos tratando desde el municipio de crear una escuela técnica, de formación de oficios con perfil técnico. Libertad es uno de los municipios de la provincia que mas invierte en educación per capita, y en esta línea queremos continuar. Por eso, estamos conversando también para crear una escuela con salida laboral rápida, con formación de oficios (electricidad, informática, bombas hidráulicas, motores de alta gama). Este proyecto seria financiado por el municipio, pero buscamos apoyo”, dijo.

 

El futuro, el turismo

Por otra parte, ante la realidad que enfrenta con una actividad forestal concentrada en una sola firma, manifestó que el desarrollo futuro del municipio será el turismo y es en este aspecto que avanzó con emprendimientos en el camping municipal, con una inversión millonarias que realizará

el gobierno provincial. “Los liberteños logramos, finalmente, un resarcimiento al ceder 10 mil hectáreas de tierras que hoy son espejos de agua de la represa Urugua-í. Ahora tenemos en marcha este proyecto  de inversión importante en el camping para la explotación turística, y este es un primer gran paso”, dijo Ferreira.

El complejo tendrá un Parque Acuático, canchas de voley y fútbol, confiterías, será un espacio recreativo con servicios para los turistas, y una alternativa para albergar a quienes tengan por destino las Cataras del Iguazú.

 

Por otra parte, también avanzó el municipio en la firma de un convenio con APSA y el Gobierno de Misiones para una inversión millonaria en dólares, donde la empresa cedió 500 hectáreas para un proyecto turístico en Libertad, que con templa la llegada de inversores con capitales nacionales que construirán hoteles, un casino, un centro de convenciones, una cancha de Golf, lo que da esperanza al jefe comunal para generar una oferta laboral nueva y una alternativa productiva paralela a la forestal. 

“Si no desarrollamos el turismo, no tenemos futuro en libertad”, aseveró el intendente. “Estamos en una etapa de diálogo con la empresa que nos pone frente a un escenario distinto, hemos logrado una comunión y entendimiento con la empresa de que no se puede monopolizar en lo forestal su aporte a la comunidad. Tampoco podemos usar las tribunas políticas para acusar simplemente, sino que hay que dialogar por el bien común, y agotar las instancias de conversiones, en todo caso tomar medidas ante la concentración, pero evitando especulaciones. Yo voy por el diálogo y la planificación”, dijo.

 

“En este proceso de diálogo, por ejemplo, mantuve una reunión con directivos de APSA en Buenos Aires, fue para concluir los trámites de la transferencias de las tierras donde ya se ha iniciado la construcción de 100 viviendas; también hemos conversado por otras 20 hectáreas para construir otras 200 viviendas, y a su vez pedimos otras tierras para construir un Parque Industrial. Tenemos muchas posibilidades de generar terminales de algún producto, aprovechando nuestra ubicación en el Mercosur”, remarcó.

 

 

Esperanza pide más responsabilidad social

 

Por su parte, el jefe comunal de Puerto Esperanza se diferenció con respecto a la situación dependiente con la multinacional en comparación con el municipio de Libertad: “Si bien esta empresa tiene una gran influencia en mi municipio por su actividad, pero también tenemos medianas y pequeñas industrias que son modelo en gestión y tecnologías, además de ser fuentes generadoras de empleo en la zona, como Lipsia SA, Pindó SA, el aserradero Chodorgue, entre otras actividades productivas, pero en menor medida”, dijo Alfredo Gruber.

 

“Nuestra situación es diferente a Libertad, ellos solo tienen a esta empresa y están rodeadas de pinos de Alto Paraná SA, no tienen una hectárea donde planificar, pero en Esperanza aún tenemos tierras. Es materia pendiente avanzar en obras y en el aspecto social, desde la cultura, deporte y salud. Por ello, trabajamos para fortalecer más el desarrollo forestal y apuntar a futuro también al turismo como alternativa. Incluso estamos hablando de realizar “turismo forestal”, una suerte de circuito o centro interpretativo para que conozcan algunas industrias en la zona y su proceso de producción”, adelantó con entusiasmo el jefe comunal.

 

En este sentido, aseveró -al igual que Ferreira- que en el último año se generó un cambio en el diálogo con la empresa Alto Paraná, que “tiene desde hace unos meses una política de comunicación más abierta, por eso volvimos este año (2013) a recomponer el diálogo con sus directivos. Se han mostrado interesados en algunos proyectos y en apoyar a la municipalidad en algunas iniciativas que permitirán mejoras sociales”, aseguró Gruber.

 

A su vez, aclaró que “siempre pido y recalco en mi municipio, que todos somos responsables de la mejora social, cada uno tiene que analizar de qué manera puede ayudar en esto. No tenemos una ley que diga que las empresas dediquen el 1% de la facturación de la producción a la ayuda social, esto no existe, por lo tanto, por lo menos apelamos a la voluntad”, reflexionó.

El intendente, si bien destacó el cumplimiento de las leyes de Alto Paraná en todas las actividades que realiza en su comuna y en el pago en tiempo y forma de sus aportes como contribuyente local de las tasas municipales, el diálogo es una vía para fortalecer su compromiso con lo social. “Esta siempre fue la gran diferencia entre la ex Pecom y Alto Paraná. Era muy distinta, ayudaba mucho a las escuelas de la zona, a sus trabajadores, a las familias de la comunidad. Esto no significa que Alto Paraná no lo haga, pero los cambios entre una y otra empresa se sintieron”, admitió.

 

En este aspecto, y en la búsqueda de encontrar soluciones conjuntas para el desarrollo local, Gruber sostuvo que “tenemos una agenda de trabajo con Alto Paraná, donde planteamos como prioridad la construcción de escuela de oficio en forma conjunto, donde se dictarán capacitaciones y se formará recurso humano, no solo para la actividad forestal, sino de distintas profesiones. Esto beneficiará a toda la zona. También queremos comprometer a la empresa para que alumnos terciarios tengan la posibilidad de hacer pasantías y trabajar un tiempo en la gran empresa forestal. Ya recibimos, por nota, una respuesta oficial de la empresa sobre algunos de nuestros planteos para avanzar en obras en conjunto, por lo tanto, ahora sí contamos con su compromiso”, concluyó.

 

 

 

Por Patricia Escobar

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