El Club del Río le dio un marco espectacular a la apertura del Torneo Argentino de Wakeboard

A los pies de los peñones de la costa de San Ignacio riders de todo el país convergieron en una triple jornada regada de adrenalina y sol del mejor.

Con jornadas dignas de un verano anticipado y bajo un imponente marco de público, la fecha inicial del Torneo Argentino de Wakeboard se realizó en el Club del Río, de San Ignacio, dejando la sensación de que en materia de deportes acuáticos, en Misiones, todavía hay mucho por descubrir.

 

Con al organización de FreeRide Club y la presencia de las principales estrellas nacionales (y varias importadas), riders de diferentes disciplinas acuáticas y adrenalínicas confluyeron para dejar en claro que en nuestro país, hay mucho más que fútbol, tenis, rugby y autos veloces.

 

El Club del Río, en una especie de “prelanzamiento” de una temporada que promete shows en vivo todos los fines de semana (además de la instalación de una nueva tirolesa, esta vez sobre los árboles), fue el marco ideal. Más de 1500 personas por jornada le dieron a este encuentro de deportistas extremos el marco necesario para darse cuenta de que estas disciplinas tienen un techo inalcanzable en una provincia en la que las superficies acuáticas no son una carencia, precisamente.

 

Wakesurf, mucha más que surf en agua dulce

Surfear en el río o una laguna puede sonar a historia de trasnochados, si no fuese porque es tan real como la ola despedida por esa lancha Malibu con un motor Corvette V8 y más de 400 HP que la impulsa. Y, a diferencia del surf tradicional, la ola puede ser todo lo extensa que lo desee el piloto de la lancha (o el aguante del rider sobre la tabla).

 

Tomar fotos de Wakesurf tampoco es tan sencillo, ya que el fotógrafo, al igual que el resto de los habitantes de la embarcación son, literalmente, LASTRE. Efectivamente, este cronista fue cordialmente invitado a subir a la lancha y, no tan cordialmente, “obligado” a sentarse en un lugar determinado y “quedarse allí”. Todo tiene una razón: la idea de llevar gente a bordo tiene que ver en la necesidad de “lastrar” la lancha hacia un costado, para que su inclinación provoque una ola mayor hacia un lado, y sobre ella se monta el raider en su aventura de cabalgarla durante todo el tiempo que pueda y a una velocidad de entre 12 y 15 Km/h.

 

La lancha también debe tener características especiales, además de un motor de bajo torque (mucha potencia a baja velocidad), éste debe ser de eje, o sea no los tradicionales motores fuera de borda. Toda esta conjunción de factores permite a los surfistas de agua dulce desarrollar su trucos con la garantía de una velocidad continua y sólo limitada por la gasolina de la lancha y su capacidad de mantenerse en pie.

 

Más Wake

Luego de las pruebas de Wake Surf llegó el turno del Wakeboard. Sí, mucho wake, mucho wake, pero… ¿de qué se trata? O mejor dicho, ¿en qué se diferencian? Simple, además de la tabla diferente, el wakesurf consiste en ir arrastrado detrás de la lancha usando la estela dejada por ésta para saltar y realizar diferentes trucos agarrado de un estribo o manillar (en ese aspecto es más similar al esquí acuático tradicional).

 

Para el caer de la tarde, se vinieron las pruebas principales de la categoría “Open”, en la que los más expertos del país compitieron por el título que hasta esta tarde ostentaba Teky De Palma, el campeón vigente y ganador de la edición 2012 en el Club del Río.

 

 

 

 

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