Santo Pipó: con cena show celebraron un año más de fútbol y amistad

En una de las canchas de Santo Pipo, cada sábado, se reúnen grandes glorias del fútbol misionero de los 70 y 80, para re-encontrarse dentro de ese rectángulo mágico. Allí cual gladiadores se juegan el honor, el orgullo, la pasión y el amor por el fútbol. Desde hace casi quince años existe un torneo exclusivo para mayores de 50 años. El sábado 23 luego de la final del torneo, se reunieron en una cena show para despedir el año en familia, alimentando la pasión por el deporte y afianzando la amistad.

 

La liga para jugadores de más de 50 años, denominada “superveteranos” nació con el fin de dar un lugar a aquellos ex futbolistas, que ya fuera del profesionalismo, querían seguir en actividad. Hay otras ligas, pero ellos no podían competir frente a jugadores de 20 0 30 años, por lo cual quisieron tener su lugar.

 

En el torneo de este año el campeón es VW, quien logró el bicampeonato; en segundo puesto quedó el equipo de Tigre. En el tercer puesto quedo San Juan y en cuarto lugar quedo “El Roció”.

 

Santo Pipo es cuna de grandes futbolistas. Uno de los más destacados de la actualidad es Enzo Bruno que aprendió los rudimentos de la redonda en el baby futbol de esta localidad. Pero esta el otro lado, quienes ya pasaron la edad del profesionalismo, para ellos también hay un lugar en este tranquilo pueblo misionero.

 

Jugadores de Posadas, Jardín América, San Ignacio, Gobernador Roca, se acercan a compartir junto a los pipoceños sábado, tras sábado esa pasión por el fútbol. Nueve equipos dan vida a un torneo, donde lo importante es competir. Ese orgullo de entrar a la cancha y dejar todo por el placer de transpirar una camiseta.

 

Cada partido es una justa, donde médicos, maestros, policías, funcionarios, tareferos, albañiles, agricultores dan rienda suelta a esa divina pasión por el deporte. Dentro del campo de juego todos son iguales, se diferencian por una mayor o menor calidad del manejo de la pelota, o la chispa de estar más despierto que el rival. Luego del silbatazo del final, se forman rondas donde como pares y amigos celebran el seguir en la actividad deportiva.

 

El deporte es salud, dicen los que médicos. Aquí en este pueblo, el deporte además de salud, es sinónimo de amistad, compañerismo y solidaridad. Este torneo reúne a más de un centenar de jugadores cada sábado, quienes celebran cada fecha un culto a la redonda.

 

En la noche del sábado 23, realizaron la cena show de fin de año. Allí premiaron a los ganadores del torneo, además de premiar a quienes se destacaron dentro del campo de juego. También hubo lugar para recordar a quienes ya no están, jugadores que hicieron historia en el deporte local y regional.

 

Cerca de 300 personas reunidas en la escuela 214 de esta localidad celebraron lo que trae aparejado el futbol: amistad, compañerismo, alegrías y buenos momentos. El impulsor de estas cenas es Gerardo “Mbeyu” Amarilla quien desde hace casi una década fomenta estas reuniones para poder festejar en familia la amistad y al deporte.

 

Dada la importancia que va tomando este torneo, la intedenta local, Mabel Caceres que acompaño en la fiesta, se alegró de informar que “hemos destinado un predio para que ustedes tengan su propia cancha, para poder asegurar la continuidad de este torneo”. Algo que fue recibido con un aplauso interminable. Para el año que viene prevén terminar con las obras y así contar con un predio propio para seguir celebrando esta pasión por el fútbol.

 

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