Causa Irrazábal – Ayrault: “Hay un injustificado retardo de la justicia”

Así lo manifestó, Pedro Pirovani, hijo del piloto del avión en el que viajaban los mandatarios, al quejarse por la demora en la decisión de exhumar los cuerpos, pedido que fue realizado el 17 de septiembre. Los familiares buscan comprobar que se trató de un atentado y no de un accidente la muerte del Gobermnador y su vice, aquel 30 de noviembre de 1973. 

 


Radio Libertad. Pedro Pirovani, hijo del piloto Antonio Pirovani

El 30 de noviembre se cumplirán 40 años de la muerte del por entonces gobernador de Misiones, Juan Manuel Irrazábal, su vice César Napoleón Ayrault, sus respectivas esposas y el piloto Jorge Antonio Pirovani y sus familiares aseguran que no pararán hasta que se demuestre que no fue un accidente como se hizo creer sino que efectivamente se trató de un atentado.

 

 

El 17 de septiembre se le solicitó al Fiscal la exhumación de los cuerpos para que a través de una pericia del equipo argentino de antropología forense se compruebe si existen restos de pólvora en los huesos. Pedido que debe ser autorizado por el juez de la causa, Claudio Chávez.

 

Este pedido surge por la declaración de la señora Elsa Yolanda Claro (Buchi)- tía de Susana Irrazábal, única sobreviviente del hecho- pero que falleció dos meses después por septicemia el 6 de febrero de 1974, que daba cuenta de la afirmación en dos oportunidades de Susana sobre que el avión había explotado en el aire.

 

“Hasta el momento no tenemos novedades y hay un injustificado retardo de justicia, con el agravante de que esta película ya la vimos, creemos que esta semana tendríamos novedades, pero me preocupa porque no entiendo cuál es el motivo del retardo”.

 

 

El 1 de diciembre de 1973 estaban previstos una serie de actos en Puerto Iguazú que tendrían la presencia del entonces ministro de Bienestar Social de la Nación, José López Rega (cabeza de la Triple A). A esas actividades viajaban los mandatarios el día anterior y nunca llegaron. Hoy la querella revela que ese viaje, al que denominan “el vuelo de la muerte”, fue una trampa perfecta para sacar del juego a una gestión que había planteado políticas que afectaban al establishment de esa época.

 

 

Susana Irrazábal fue la única sobreviviente del siniestro de 1973 pero pese a haber evolucionado favorablemente de sus quemaduras, falleció el 6 de febrero de 1974 por un cuadro de asepsia. En ese momento la acompañaban sus tíos, Buchi Claro y Néstor Codiani, quienes ya habían iniciado los trámites para que su sobrina volviera a Misiones debido los avances de su recuperación. Acongojado por la muerte de Susana, su tío fue el encargado de realizar los trámites para trasladar los restos a Posadas. Según figura en el primer expediente de la causa, hay un informe médico que sugería se le practicase la autopsia al cuerpo ya que precisaban que tenía heridas de quemaduras cicatrizadas y era necesario determinar fehacientemente el motivo de la muerte de la joven. En el marco de la nueva investigación Codiani, al prestar declaración, fue interrogado para que explique por qué no se le practicó la autopsia a su sobrina tal como lo había sugerido el médico policial, a lo que respondió que “nadie le había notificado de ese pedido”. Ante ello la instrucción pidió la intervención de peritos caligráficos de la Gendarmería sobre el documento en cuestión y días atrás confirmaron que la firma que supuestamente era de Néstor Codiani era falsa.

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