La casa donde Analía Gómez fue hallada estrangulada con un cinto al cuello.
Analía Vanesa Gómez de 27 años fue hallada muerta por los vecinos, en la madrugada del viernes en su vivienda del barrio Ñu Porá, en Garupá. La gente del lugar está conmocionada y los familiares aguardaban para este mediodía la entrega del cuerpo de la joven para ser velado en dicha vivienda, a cajón cerrado. Aurora, la almacenera dijo que “no sabía nada, me enteré ayer en el noticiero, a mí me agarró de sorpresa, ella era mi clienta y hace rato no venía, pero no sabía nada de la vida de ella”. Lamentó lo que le pasó a Analía, porque además “tenía animalitos en su casa y seguramente no tienen ni agua ahora”. El agresor de la joven y padre de una hija de ambos, de 10 años sigue prófugo todavía. Fátima, amiga de la víctima dijo que «ella se desvivía por su hija».
Audio Aurora, almacenera del barrio: "Ella era mi clienta". Radio Libertad.
Audio Fátima, vecina y amiga de Analía. Radio Libertad.
Audio Javier Gutiérrez, comerciante. "Tuvimos que forzar el candado para entrar". Radio Libertad.
Audio Fátima: "Ayer yo no sabía para donde correr, se desmayaba el papá, la mamá, el hermano".
Fátima, amiga de Analía.
Fátima, vecina y amiga de Analía dijo que “ella quería vender el terreno, me había ofrecido a mí, que iba a conversar con el hombre éste, ella trabajaba y tenía poco tiempo, era doméstica de una abogada en Posadas”.
Dijo que la mujer se preocupaba mucho por su hija de 10 años, «el año pasado le agarró un derrame facial y se le dobló la boca, ella creía que probablemente por los problemas con su pareja, llevó entonces a la nena a Buenos Aires para tratamiento, ella era todo para la hija, le hizo hacer kinesiología por ese problema”.
Admitió que no conoce muy bien al concubino de Analía, identificado como Miguel R. de 37 años, y a quien “este año lo habré visto dos veces y justamente acá en el bar, nunca traté con él pero aparentemente era tranquilo No parecía violento, pero hace quince días atrás cuando ella vino ví moretones en todo su brazo, me llamó la atención y le pregunté si el marido le pegó y me dijo no nada nena, forcejeamos’ él se había ido y alquilaba no sé donde, después vino y había arreglado el piso y el techo, después quiso quedarse, ella quería irse a vivir a otro lado. La nena quedó ahora con la abuela paterna».
“Fuimos y forzamos el candado”
Javier Gutiérrez, comerciante contó que los familiares llegaron a la casa de Analía el miércoles a la noche y la casa estaba cerrada. Con otros vecinos ingresaron y hallaron el cuerpo de la joven el miércoles a la medianoche. “Eran las doce, para entrar a la casa tuvimos que forzar el candado, yo fui a buscar a la policía después, porque no venía, y vinieron a las 12:30”.
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