Analía Vanesa Gómez de 27 años fue hallada muerta en la madrugada del viernes en su vivienda del barrio Ñu Porá. Por el hecho se investiga a su pareja a quien ella denunció por violencia el 1º de noviembre. Está prófugo. El caso es investigado por el juez Fernando Verón.
Radio Libertad. Nidia Neizke, jefa de la Comisaría de la Mujer. Marta Cervantes, directora de Violencia Familiar
Analía Vanesa Gómez, una empleada doméstica de 27 años, fue encontrada muerta en la madrugada del viernes por familiares en el interior de su vivienda del barrio Ñu Porá de Garupá. La víctima tenía un cinto amarrado al cuello. Su pareja, un jornalero de 37 años es el principal sospechoso del hecho, está prófugo y la justicia libró una orden de detención. Ambos tenían una hija de 10 años que hoy está al cuidado de sus abuelos maternos.
Tras las primeras averiguaciones, se pudo establecer que la víctima fue vista con vida por última vez ayer a la tarde cuando se fue acompañada por su concubino Miguel R. (37) y la hija de ambos de 10 años hasta la casa de su madre en Miguel Lanús. Instantes después se retiraron dejando a la pequeña al cuidado de la abuela y a partir de ese momento, se perdió todo tipo de contacto con Analía. Pasada la medianoche fueron hasta su casa y la encontraron sin vida.
Al lugar arribó personal de la policía científica además del juez de Instrucción en turno, Fernando Verón, quienes constataron que el cuerpo de la joven se encontraba tendido en el piso boca arriba, con un cinto amarrado al cuello, entre una cama y un sillón de la vivienda.
Por relatos de familiares se supo que la última vez que se la vio con vida fue ayer a las 14, cuando la mujer fue en compañía de su pareja (Miguel de 37 años) y su hija de 10 años a la casa de su madre en el barrio Miguel Lanús. Luego de eso, aparentemente ambos habrían regresado a su vivienda, dejando a la niña en casa de su abuela.
El 1 de noviembre de este año, la victima radicó una denuncia, ya que el día anterior había sido víctima de malos tratos y violencia física, presentación que realizó en la comisaría de la mujer de la UR10 que dio intervención en aquella oportunidad al juez de familia Nº 2. La denunciante dejó constancia además, que habrían estado separados durante 8 meses y a fines de octubre, el sujeto volvió a la casa a convivir con ella; presuntamente porque la niña estaba enferma y necesitaba la presencia del padre.
En conferencia de prensa, la jefa de la Comisaría de la Mujer, Nilda Neizke, precisó que la víctima denunció a su pareja por violencia física y pidió la exclusión del hogar del hombre. Pero luego de recibir la atención de la línea 137 volvió a su vivienda con el agresor.
La policía desconoce si actuó la Justicia.
El juez de Instrucción Nº 3 de Posadas, Fernando Verón indicó los pasos a seguir para esclarecer e hecho. Desde la seccional 5ª, donde sustancian el sumario, libraron una orden de detención del sospechoso que se extendió a las fuerzas federales que custodian la frontera al igual que otras policías vecinas.
