Los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi esperarán el juicio en libertad, aunque no podrán abandonar Rusia; siguen acusados de piratería y vandalismo junto a otros 28 miembros de Greenpeace detenidos en septiembre en el Ártico.
Para Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi la pesadilla está más cerca de terminar. La justicia rusa dispuso ayer su libertad bajo fianza y, aunque permanecen acusados de piratería y vandalismo junto a otros 28 activistas de Greenpeace, esperarán el juicio en libertad, aunque sin poder abandonar Rusia.
El beneficio alcanza, además, a otros ambientalistas de la organización, entre ellos, Ana Paula Maciel (Brasil), David John Haussmann (Nueva Zelanda), Tomasz Dziemianczuk (Polonia), Paul Ruzycki (Canadá), Cristian D’Alessandro (Italia), Francesco Pisanu (Italia) y Sini Saarela (Finlandia). Todos ellos participaron de una protesta en una instalación petrolera propiedad de la compañía estatal rusa Gazprom, en el Ártico, el 19 de septiembre pasado, y desde entonces permanecían bajo arresto.
En cambio, la justicia prolongó tres meses la detención provisional del australiano Colin Russell, hasta el 24 de febrero próximo, indicaron desde La Nación.
La organización ambientalista en la Argentina informó en un comunicado que la libertad bajo fianza de los activistas arrestados en centros de detención de San Petersburgo fue otorgada «mientras continúa la investigación por la protesta pacífica». El director ejecutivo de Greenpeace Argentina, Martín Prieto, consideró: «Lo positivo de esta noticia no debe hacernos perder de vista que este proceso aún no ha finalizado».
«Por supuesto que esta resolución nos da más tranquilidad en cuanto al día a día de nuestros activistas, pero el momento de celebrar llegará cuando sean liberados de este proceso judicial absurdo al que han sido sometidos por defender el medio ambiente», sostuvo Prieto.
Asimismo, manifestó que todos los activistas continúan siendo acusados de vandalismo y los cargos por piratería no fueron oficialmente retirados. Por tanto, «la posibilidad de que pasen 20 años en prisión sigue vigente, además del hecho de que no a todos se les concedió el beneficio de la fianza».
El primero de los dos argentinos en recibir el beneficio fue Pérez Orsi, de 40 años, y dos horas después ocurrió lo propio con Speziale, de 21, aunque los dos deberán permanecer en Rusia mientras se sustancie el proceso, en ambos casos por parte de la Corte de Distrito de Primorsky.
El tribunal continuará hoy el estudio de los casos del resto de los activistas, y tiene tiempo hasta el domingo para otorgar la libertad bajo fianza o prolongar la custodia de los detenidos, ya que es entonces cuando expira el arresto preventivo, ordenado en septiembre pasado por el tribunal del puerto de Múrmansk.
En esa ciudad ártica estuvieron encarcelados los ecologistas hasta el 12 de noviembre pasado, cuando fueron trasladados a centros de detención en San Petersburgo.
Greenpeace Argentina sostuvo que la organización se hará cargo de la fianza, fijada en dos millones de rublos -unos 61.500 dólares-, y afirmó que aún «se desconocen los motivos por los cuales no se aceptó la fianza en todos los casos». Asimismo, agradeció «las gestiones para acelerar el trámite de la fianza por parte de la Cancillería, para que Camila y Hernán puedan seguir el proceso en libertad».
Los activistas están acusados de piratería, delito castigado en Rusia con cárcel de hasta 15 años, y vandalismo, que prevé prisión de hasta siete años.
Más allá de las dudas sobre el futuro judicial de los acusados, su liberación bajo fianza fue recibida con alivio en distintas partes del mundo. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, por ejemplo, expresó su «felicidad» por la liberación de la militante brasileña. «Estoy feliz con la noticia de que la bióloga brasileña Ana Paula Maciel pueda, mediante fianza, responder en libertad su proceso ante la justicia de Rusia», celebró Rousseff a través de su cuenta en la red social Twitter.
La detención de los tripulantes del rompehielos Arctic Sunrise provocó una oleada de críticas a escala internacional. Personajes famosos como Madonna y Paul McCartney llamaron a su liberación, y las acciones de protesta se multiplicaron en todo el mundo.
En tanto, se espera que este viernes se pronuncie en Hamburgo el Tribunal Internacional del Derecho al Mar, donde Holanda presentó una demanda contra la detención de los activistas. Rusia, no obstante, no reconoce la autoridad en este caso de la Corte.
Los tripulantes del Arctic Sunrise proceden de Rusia, los Estados Unidos, la Argentina, el Reino Unido, Canadá, Italia, Ucrania, Nueva Zelanda, Holanda, Dinamarca, Australia, Brasil, República Checa, Polonia, Turquía, Finlandia, Suecia y Francia.
