Los montos pactados para la compra de un terreno no alcanzan para lo que se ofrece en Posadas, incluso en los barrios más alejados. La informalidad también atenta contra la concreción del sueño de la casa propia a través del crédito
Decenas de parejas jóvenes de Posadas que ganaron el sorteo para ingresar al Plan PROCREAR de créditos para la construcción de la casa propia están empezando a chocar por estos días con la dura realidad. Ser dueño parece más cercano a un sueño, y no se trata de un juego de palabras.
Sucede que el explosivo crecimiento de la ciudad combinado con una codicia desmedida de algunos propietarios disparó el precio de los terrenos disponibles para la construcción, a lo cual hay que sumarle el alto grado de irregularidad en los títulos de propiedad que se registra en la capital, como se reportó la semana pasada en Misiones Online, un índice de irregularidad que duplica o triplica al de otras provincias.
El resultado es sencillo: con los 100.000 pesos aproximados que habilita el PROCREAR para la compra del terreno (previamente hay que ganar el sorteo y cumplir con los requisitos) no se puede comprar prácticamente ningún terreno en la ciudad, hay que pensar en mudarse lejos, como mínimo a Garupá. El resultado es que el Plan PROCREAR es muy difícil de aplicar en Posadas, donde, paradójicamente, miles de parejas y familias jóvenes anhelan el ansiado acceso a la casa propia y quieren dejar el status de inquilinos. Se trata de familias que alquilan y pretenden seguir viviendo en el mismo barrio donde armaron su vida (trabajo, colegio, etc.) o al menos en las cercanías.
Misiones Online dialogó con varios ganadores del sorteo realizado en agosto pasado y la experiencia es casi calcada. Del júbilo inicial de a poco se va pasando a la desazón. Así la frustración es doble.
Leonor es licenciada en Seguridad e Higiene y trabaja en una consultora. Está en pareja con Leonardo, contador, ambos tienen trabajo y un ingreso conjunto superior a los 10.000 pesos. Viven en la casa de la suegra de Leonor, en la chacra 32-33, pero la suegra necesita disponer del inmueble en breve. En agosto ganaron el sorteo. “Nos inscribimos en la página a la madrugada, porque era difícil poder acceder, estaba siempre colapsado, al final quedamos registrados y nos olvidamos del asunto, que sea lo que Dios quiera, dijimos”, relata Leonor.
“Cuando nos enteramos que habíamos salido sorteados festejamos, estábamos muy contentos e ilusionados, al poco tiempo tuvimos la primera entrevista con el banco (Hipotecario), comprobamos que cumplíamos con los requisitos de ingresos en blanco y comenzamos a buscar el terreno, el banco nos asigna unos 100.000 pesos para la compra”, dice la mujer. Los 300.000 pesos restantes de la línea a la que podían acceder ellos estarían destinados a construir la casa sobre el terreno elegido.
“A la siesta, ya que ni antes ni después podíamos por el trabajo, salíamos a buscar el terreno, pero pronto nos fuimos dando cuenta que casi todos los terrenos tienen irregularidades en los papeles, y peor aún, los precios son muy caros, en Villa Cabello por un terreno de 10 x 30 que no tenía papeles nos pedían 140.000 pesos, ´y cuando salgan los papeles va a valer el doble´, nos advirtieron”, explicó.
Así fueron pasando los días. La pareja se fue resignando a buscar cada vez más lejos del centro, inclusive estuvieron por la avenida Cocomarola o Miguel Lanús, pero todavía no pudieron dar con un terreno que cumpla con los requisitos que exige el Banco Hipotecario (que esté en regla el título de propiedad) y tenga un valor aproximado de 100.000 pesos.
Leonor como otros consultados, coincidieron en que también se generó una especulación de los dueños de los terrenos que cuando saben que viene alguien con la plata del PROCREAR le suben el precio automáticamente.
¿Sueño o pesadilla?
“Es una pesadilla”, así definió Florencia T. su experiencia en el PROCREAR o al menos en eso se transformó lo que inicialmente, cuando salió ganadora del sorteo, era un sueño.
“Consultamos varias inmobiliarias pero la mayoría de los terrenos con el presupuesto de 100.000 pesos está en Garupá, Villa Lanús o en la zona de la avenida Cocomarola y Cabo de Hornos. Y la verdad se pone difícil la cuestión porque incluso los terrenos disponibles no bajan de los 200.000 pesos”, contó.
También, como les pasa a otros, la alternativa de mudarse a Garupá es inviable por los horarios de trabajo que tiene, teniendo en cuenta que tendría más de una hora de viaje de ida y otro tanto de vuelta. Florencia, al igual que Leonor, se encontró con una mayoría de terrenos sin la documentación en regla.
Otro caso es el de Valeria F. que también ingresó al programa en el último sorteo. Contó que en muchos casos hallaron terrenos con las medidas requeridas pero que ninguno tenía título y presentaban solamente boletos de compra venta.
“Es un riesgo porque no se sabe si hay más de un boleto de compra venta por el mismo terreno, así puede venir otra persona a reclamar sus derechos”, explicó.
Desde la Municipalidad afirmaron que más de la mitad de los créditos que se están gestionando en Posadas con el Plan PROCREAR para compra de terreno y construcción se podrían caer porque los terrenos presentados no están en regla con los títulos de propiedad. En total se están gestionando unos 300 créditos para la construcción en Posadas y unos 600 en toda la provincia.
“El problema en Misiones es del 50 por ciento cuando en cualquier otra provincia no pasa del 15 por ciento de los terrenos”, explico a MOL el arquitecto Eduardo Bertoni, secretario de Planificación Estratégica.
Una vez que una persona dio con el terreno y obtiene un compromiso de venta, el banco se toma de uno a tres meses para dictaminar si el terreno presentado es válido en cuanto al precio, ubicación y papeles. “Para ello, tenés que hacerle firmar a la persona que te vende un compromiso de compra-venta y entregar una seña que va del 2 al 15% del terreno y ese dinero lo tenés que tener ahorrado. Si el banco dictamina que no, perdés la seña, estamos hablando de entre 2.000 y 15.000 pesos. Si dice que sí, lo bueno es que se paga de una vez todo el valor pero no cubre comisión inmobiliaria, impuestos”, explicó Emiliano, otro ganador del sorteo.
Montos y líneas para la construcción
El crédito PROCREAR para la construcción es para quienes tienen terreno propio o de padres o hijos o bien pueden acceder a comprar un terreno.
El crédito es de hasta 400.000 pesos para aquellos que tienen ingresos conjuntos superiores a los 6.000 pesos. Se devuelve en 20 años, los primeros cuatro años con cuota fija y luego variable pero con un tope máximo. Se empieza pagando una cuota aproximada de 4500 pesos.
Quienes tienen ingresos inferiores a 6.000 pesos pueden acceder a un monto máximo de 250.000 pesos y tienen un plazo de repago de 30 años, siempre con cuotas fijas.
El monto que se puede asignar a la compra del terreno para aquellos que acceden a un préstamo total de 400.000 es –aproximadamente-, de 100.000 pesos (depende de la combinación de una serie de variables como los ingresos, el valor de la obra total, etc.).
Hasta ahora se hicieron ocho sorteos para el programa PROCREAR, cuatro en 2012 y otros cuatro este año. Salir ganador en el sorteo solo da derecho a iniciar el trámite en el Banco Hipotecario, no implica adjudicación del crédito. A fines del año pasado, unas 1140 familias de Misiones habían salido ganadores en el sorteo PROCREAR de un total de 59.186 en todo el país, según datos de la ANSES, en las distintas líneas del programa (construcción, refacción y compra de casa nueva ya construida).
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