Rovira: “El liderazgo en la acción no es democrático”

Con un marco imponente, por el escenario y la masiva concurrencia de los máximos funcionarios de la primera y segunda línea de los tres poderes de la provincia de Misiones, el presidente de la Legislatura, Carlos Rovira brindó una disertación en la que habló de liderazgo político. Lo hizo en el cierre de la jornada organizada por la cátedra Konrad Adenauer y el Centro de Estudios Estratégicos de Misiones (CEEM), presidido por el mismo presidente de la Legislatura.

La conferencia se realizó en el Teatro Lírico, del Centro del Conocimiento, con un público que colmó las butacas de los dos pisos y los dos pasillos con gente que permaneció parada durante las dos horas que duró la disertación. También estaba colmado el piso de la planta baja, dispuesto en previsión de la gente que quedó afuera del teatro. En su gran mayoría, se trataba de un auditorio compuesto por los máximos funcionarios de los tres poderes de Misiones: ministros, secretarios, jueces y diputados, además de asistentes y asesores.

Rovira prácticamente no se refirió a la coyuntura política de la provincia y se focalizó en hablar sobre las cualidades que, a su juicio, debe tener un líder. Solamente en un pasaje dejó entrever su posición sobre la situación actual de Misiones en relación al poder central, cuando dijo que “Misiones, en especial en los últimos tiempos, da mucho más de lo que recibe”.

Rovira aprovechó la ocasión para sacar lustre a los estudios que estuvo haciendo en los últimos años -evidentemente a partir del mayor tiempo para la reflexión y el estudio que le permite la función legislativa- y no dejó de citar a grandes pensadores, filósofos, científicos y escritores: Einstein, Arquímedes, Mc Luhan, Adenauer, Borges, Pascal, Pasteur, Víctor Hugo, Galileo, Sun Tzu (autor de El arte de la guerra). En dos pasajes habló en francés con perfecta pronunciación. Entre otras cuestiones, contó que realizó estudios en Harvard, en la Escuela de Administración Pública John Kennedy, y relató cómo tuvo que intervenir en un caso de los que se suelen presentar en esa casa de estudios (el método del caso), donde arribó a una solución que no era la que finalmente habían tomado los protagonistas del caso real: el alcalde de Nueva York, Fiorello La Guardia y su secretario de Obras Púbicas, Robert Moses, quienes actuaron en la época de la Gran Depresión.

“El profesor me felicitó, yo le pregunté, ¿pero si no es la solución que finalmente se impuso?”, entonces contó como aprendió que se pueden arribar a soluciones distintas, a partir de dos o más visiones distintas.

¿Cómo debe ser un líder?

Para Rovira, un líder debe ser una persona estudiosa, inquieta, con gran iniciativa y capacidad para pasar a la acción. Así lo explicó en su exposición:

 “Un líder es una persona que tiene iniciativas permanente, es fuertemente determinada, tiene un carácter determinista, concreto y definido, es una persona que también ejerce por estas dos características y por su condición personal influencia en los demás y esto puede ser natural o adquirido, y es alguien que también es proclive a la actitud innovadora, no se conforma con el estado de las cosas, es prácticamente inconformista, entonces le surge una necesidad superior al resto de la gente de cambiar, y esto es muy bueno, pero tiene sus pro y contras porque en el resto de la sociedad generan dudas, generan inconvenientes y en última instancia se despiertan las críticas”.

“El liderazgo no es democrático es una delegación, no puede ser democrático, imagínense si para hacer la Costanera hubiéramos consultado a los 350.000 ciudadanos de Posadas…un gobernante tiene tiempos muy limitados para ciertas acciones y necesita redondear su compromiso por el cual fue votado, no puede, por eso goza de cierto carácter y debe ser ejercido, hay momentos para cada cosa, como dice Eclesiastes”

 

“A esto agregaría que el líder también tiene una visión que no tiene el común de la gente que ve en tiempo y en espacio mucho más allá del hoy”.

“Si uno no maneja sus impulsos el liderazgo que también significa cierta delegación de la sociedad a unos pocos, es un proceso que no es democrático es de la voluntad, por eso la sociedad, es diferente del proceso democrático, las elecciones son un deber democrático, pero los liderazgos políticos se basan en criterios que son propios, no lo hacen por obligación sino por gusto, por eso lo hacen con placer, si encuentran capacidad, honestidad, entonces lo hacen gustosamente”.

También hizo hincapié en varios pasajes al autocontrol de las emociones que debe tener el líder. “Antes que guiar a los demás se debe conducir a sí mismo”.

“Los líderes son capaces de manejar su estado de ánimo para poder hacerlo con los demás”, culminó.

 

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