La Asociación Argentina de Intérpretes (AADI) reconoció anoche la trayectoria del músico apostoleño Rulo Grabovieski y se entregaron las copias a revelaciones de la música del Litoral y actuaron La Rosca y Patricia Silvero Grupo.
Un coro recibiendo un subsidio de parte de la Dirección de Cultura de Posadas para ir a al Encuentro Cantapueblo que se desarrollará en Mendoza, fue el puntapié de una larga noche que tuvo como epílogo el reconocimiento a un artista popular con todas las letras: Rulo Grabovieski, que con su grupo Los 4 Ases dio un gran recital que dejó bailando a todo el mundo que concurrió al Paseo La Terminal.
Fue en la noche del viernes en un festival que la Asociación Argentina de Intérpretes (AADI) propone en toda la geografía argentina. Se trata del “Haciendo Caminos” que combina los reconocimientos a trayectorias de músicos populares argentinos y la puesta en escena de jóvenes valores locales.
La primera acción que revolucionó el escenario fue ver a los jóvenes revelación del Festival Nacional de la Música del Litoral, que recibieron 50 copias cada uno del CD incentivado por AADI con apoyo de Cultura municipal, Jorge Domínguez (solista vocal masculino), Lorena Paola Cardozo (solista vocal femenino), Los Argu´s (conjunto de voces), Luis Gabriel Fassa (solista instrumental), Palo Borracho (conjunto instrumental), Carlos Servirán (canción inédita), Matías Fernando Figueredo Barrios (músico paraguayo) y María Inés Benítez Dindart (música correntina). Este material les servirá para la difusión en las radios, ese soporte que siempre necesita el músico.
Con presencia del tesorero de institución que vela por los derechos de los intérpretes, Zamba Quipildor, cerca de las 21 Hs. , La Rosca, el power trío de folklore litoraleño, abrió el festival con temas compuestos por Nico Encina, como “Paraná” y de autores reconocidos de la música regional, su baterista, Darío Vega contó que son músicos que acompañan cantantes, como en este caso Fabián Meza (flamante delegado de AADI Misiones) y que “nos damos el gusto de tocar los temas como nosotros preferimos, siempre como banda tenes que ajustarte a arreglos que no son tuyos” dijo el músico agradeciendo haber estado en el escenario.
Luego, el cementado escenario del Paseo fue tomado por Patricia Silvero y una numerosa banda de virtuosos músicos locales la que le puso voz a temas de su muso inspirador, el Mensú glorioso de estos pagos, Ramón Ayala. Silvero, al finalizar, describió fehacientemente su rol de intérprete y abogó por la apertura de una oficina en Misiones, “porqué quién va a ir hasta Corrientes a asociarse, ver cómo van las cosas, etc., etc.; necesitamos ese servicio acá y todos vamos a ir asociándonos, de a poco”.
Y el maestro Zamba Quipildor, que el 22 de diciembre va a estar cantando “La Misa Criolla” –fue el cantante elegido por el autor, Ariel Ramírez, hoy ya fallecido- acompañado por la orquesta y coro que dirige Emilio Rocholl, tomó el micrófono y fue la antesala del gran homenaje a Rulo Grabovieski. “De las expresiones culturales, de la música y la poesía el dueño es el pueblo, por eso son importantes estas acciones de devolución a los artistas y su público. Siempre hay que andar incentivando estas propuestas culturales. Y le digo a las radios del país, los medios de difusión tienen que apoyar todo esto y no ver lo de AADI como un impuesto, porque esto vuelve al artista, es de nuestros intérpretes” expresó, siendo aplaudido por los presentes.
El escenario todo suyo, Rulo
Dueño de una elegancia única, que se confabula con el acordeón blanquinegro que se cuelga y es parte de su cuerpo, Rulo Grabovieski entró y todo fue alegría, diversión y entrega. Rememora los bailes que siempre lo tuvieron como protagonista y sus temas tienen que ver con la idiosincrasia rural, la del interior, la del hombre o la mujer que se deslumbra cuando llega a la gran ciudad. Un genio, que acompañado por su interminable banda Los 4 Ases, hizo bailar a todo el mundo con punto culminante con eso que hace siempre: salir en una especie de trencito que hila a los presentes detrás de él con su acordeón. Paradas para besos, fotos y bailes, hizo furor ante los más de 300 presentes que anoche asistieron a acompañar su reconocimiento.
El mundo inmigratorio ucraniano, sus músicas, danza, la vibrante kolomeika, son su esencia y la que tango agrada a sus seguidores en más de 40 años de bailes y escenarios del país. Recordó Rulo, al momento de la entrega de la distinción, una anécdota que une a la Fiesta de la Yerba Mate y a Zamba Quipildor. “Quién no recuerda a Agustín Barchuk, hermano de Luís Ángel Monzón (y mira al cielo), primo de Ricardo Cacho Barchuk. Se iba a EE.UU, lo despedíamos a él y estaba como figura en la Fiesta Nacional de la Yerba Mate, Zamba Quipildor. Y fallo el sonido. Y me lo piden a mí. Estábamos reunidos en familia, ya que íbamos a bautizar a mi hija. Que, me vinieron a buscar y me llevaron con sonido y todo. Ojo, ya habíamos ido a la iglesia”.
A continuación, tras pedirle a su compañera de la vida que le acerque sus lentes, leyó la plaqueta que se le entregó AADI: “La Asociación Argentina de Interpretes al señor Rulo Grabovieski en reconocimiento a su destacada trayectoria por su compromiso con la cultura popular”.
