Analizan con frentistas el nuevo diseño de la avenida Uruguay

El municipio convocó a los empresarios a un taller participativo para avanzar en el proyecto. Proyectan dos carriles centrales exclusivos para el transporte público y dos laterales para vehículos particulares. Se achicarán las veredas.

La municipalidad de Posadas volvió a la carga con el proyecto de refuncionalización de la avenida Uruguay, iniciativa que está presente en la agenda de la ciudad desde la puesta en marcha del Sistema Integrado de Transporte (SIT) en 2007. Para avanzar sobre el particular, se desarrollo un taller del que participaron comerciantes instalados en el lugar, quienes cuestionaron el proyecto porque -según entienden- prioriza la agilización del transporte público en detrimento de los intereses del comercio. En 2009 los mismos comerciantes habían llegado a cortar la avenida en rechazo a la iniciativa.

Lino Fornerón, director de la Unidad Ejecutora de Proyectos especiales de la municipalidad, aseguró que todavía no tienen un proyecto definido, sino que lo están discutiendo con las partes interesadas en reuniones que se desarrollan con el formato de taller participativo.

Reconoció empero que hay pautas que sí ya están decididas, como la habilitación de dos carriles centrales que serán exclusivos para ómnibus, con paradas cada 400 metros en el medio de la avenida. Para la circulación de vehículos particulares, quedarán solamente dos carriles laterales.

Para hacer lugar a los cuatro carriles de circulación, la estructura central para el ascenso y descenso de pasajeros y el espacio de estacionamiento, Fornerón explicó que será necesario achicar las veredas, que pasarán de 4 a 3 o 2,5 metros. Anticipó además que el proyecto se presentará  en menos de 15 días.

En representación de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas (CCIP) participó del taller Mario Ortigoza, quien además es frentista en la Uruguay. Cuestionó la mecánica en la que se desarrolló la reunión, por entender que es muy poco el espacio de participación posible cuando el proyecto ya está prácticamente definido. “Te obligan a elegir entre opciones que ponen ellos. Es un método que induce a que termines convalidando lo que ellos quieren”, señaló.

En líneas generales, consideró que la iniciativa apunta a mejorar el transporte público y beneficiar a la prestataria, pero va en contra de los más de 300 comercios que operan en la avenida y que emplean a varios miles de personas.

Consultados empresarios de la zona coincidieron en rechazar el proyecto porque consideran que reducirá la capacidad de circulación de vehículos particulares, achicará las veredas y dificultará operaciones de carga y descarga de mercadería, que podría hacerse solo en calles laterales.

 

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