II Foro Mundial de Desarrollo local: Lula dice que foro de Foz de Iguazú puede ser más eficaz que Davos

Fue la figura más esperada. El ex presidente  brasileño Lula da Silva habló en el cierre del II Foro de Desarrollo Económico Local que desde el miércoles reunió a más de 4.200 funcionarios, académicos y ONGs en Foz de Iguazú, para debatir el desarrollo de las ciudades grandes y medianas. Lula aseguró que el Foro Social Mundial puede ser más importante que el Foro Económico Mundial de Davos, que se realiza todos los años en Suiza y es el símbolo de la economía globalizada.

 En rigor, el II Foro de Desarrollo Local surgió como una respuesta a los tradicionales postulados de la globalización, que sostienen que para lograr el desarrollo se debe generar políticas de atracción a las grandes inversiones. Este foro, cuya primera edición se realizó en Sevilla en 2011, postula que para generar progreso es fundamental apoyar a los pequeños emprendimientos, verdaderos generadores de puestos de trabajo e inclusión social.


Lula habló en el Hotel Mabú de Foz de Iguazú, donde se realizó el cierre del evento, organizado por el ente Binacional Itaipú y por el PNUD (Naciones Unidas). La tercera edición se desarrollará en Turín (Italia) en 2015.

Lula apuntó que el foro clausurado este viernes “tal vez sea el que pueda producir resultados mucho más eficaces”.

“En Davos era la perspectiva de aumentar el papel del mercado, lo que ha provocado la crisis en Europa y de Estados Unidos, mientras que las diferentes versiones del Foro Social Mundial son un centro comercial donde la gente compra y vende ideologías», criticó el ex mandatario, según un cable de la agencia EFE.

“Estamos ante el evento más extraordinario del siglo XXI sobre políticas públicas”, prosiguió, y explicó que durante su período como presidente de Brasil tuvo “la suerte para poder saber que el mundo tiene personas que conociendo las dificultades, no las aceptan, sino que las vencen”.

Lula confesó que agradeció perder las elecciones presidenciales en 1989, porque fue cuando aprendió que “tenía que conocer mucho más este país”, se dio cuenta de que “necesitaba muchos más aliados” y aseguró que “ningún otro presidente” llegó al cargo con un “acomodo” como el suyo.

Según explicó, durante 1991 y 1993 recorrió más de 91.000 kilómetros en Brasil, viaje en el que fue preguntó por el desarrollo de las ciudades y en el que vio que “ninguna cámara legislativa había celebrado una sola sesión” sobre tal asunto.

“Era impresionante como las personas habían aprendido que las cosas caen del cielo, que el presidente de la República o el gobernador del Estado tiene que dar sin que la gente asuma compromiso”, añadió.


Presencia misionera

En esta edición participó una delegación de estudiantes y profesores de la UNAM, que tomaron parte de un taller sobre universidades de frontera.

 

 

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