La gestión fue ante Cancillería de ambos países a través de Acción Cooperativa y Relaciones Internacionales. Además se solicitó que Transporte pida a la Nación la habilitación de una línea de colectivos que haga el tramo completo entre las dos ciudades fronterizas.
En la reunión del Comité de Frontera que se realiza una vez por año y que en esta oportunidad se llevó a cabo en la ciudad de Puerto Iguazú, la provincia, a través de Acción Cooperativa y Relaciones Internacionales, planteó la necesidad de que el puente que une las ciudades de Andresito en la Argentina y Capanema en Brasil sea habilitado las 24 horas. Hoy, en ese puente que fue construido hace más de quince años trabaja personal de Aduana y de Migraciones, pero en horarios acotados lo que lo convierte en un puente vecinal y de turismo.
El intendente de Andresito, Bruno Beck, había explicado que para que el paso sea habilitado las 24 horas y sea de carga, se necesita infraestructura, un playón para camiones, obras en el parador, Aduana y Migraciones con personal en todo momento, lo que beneficiaría a la economía de su localidad porque ayudaría a descongestionar los pasos fronterizos más transitados como Bernardo de Irigoyen y Puerto Iguazú.
El subsecretario de Cooperación y Relaciones Internacionales de la provincia, Eduardo Allou explicó que además le solicitó a la Subsecretaría de Transporte que pida a la Nación la habilitación de líneas urbanas de colectivos para que realicen el trayecto completo entre Andresito y Capanema, ya que hoy el colectivo llega hasta el centro de frontera y la gente debe caminar aproximadamente diez cuadras.
“Básicamente lo que pedimos es que agilicen los pasos de frontera y se corte la burocracia que ocasiona que miles de personas deban pasar mucho tiempo haciendo trámites”.
Sucede que actualmente Brasil deja en manos de la Argentina el control fronterizo, tal es el caso de Iguazú – Foz por donde en días pico transitan 35 mil personas.
De acuerdo a lo que se expuso, anteriormente Brasil había contratado un servicio privado para realizar los trámites de ingreso y salida del país, es decir, habilitaba a sus ciudadanos a cruzar la frontera y enviaba esa información a la Argentina y viceversa sin la necesidad de repetir los controles. Pero el contrato de ese servicio privado venció transcurridos los diez años y no se volvió a renovar, entonces la tarea queda para tan solo uno de los dos países.
Allou afirmó que ya está hecho el planteo formal, y de ahora en más se debe trabajar con Cancillería para avanzar en que se concrete el pedido.
