Eldorado celebra su aniversario honrando la memoria de los pioneros

“Respetando y reforzando la esencia de los pioneros, trabajamos por un Eldorado mejor”, dijo el intendente Norberto Aguirre. Una historiadora repasa cómo llegó el fundador de la ciudad y cómo atrajo a miles de europeos a esa tierra. 

Eldorado se fundó el 29 de septiembre de 1919, día de San Miguel de Arcángel y día del cumpleaños del fundador: Adolfo Julio Schwelm, que llegó esa mañana a las costas del puerto viejo de Eldorado para tomar posesión definitiva de sus tierras (más de 150 mil hectáreas) y desde el barco, inspirado por la belleza natural y los destellos del sol que ingresaban a la selva virgen, pensó en llamarla Eldorado, en alusión a la leyenda del paraíso terrenal, conformado por un territorio lleno de riquezas y tesoros. Algo cierto según Schwelm, ya que las riquezas estaban ocultas en la tierra roja y la espesura de la selva, y habrían de fructificar con el trabajo constante y sin pausa de hombres que soñaban con un mundo mejor. 

En dialogo con Misiones On Line, María Galasso, profesora de historia, quien puso en marcha el Museo Cooperativo de Eldorado (kilómetro 9) y estuvo a cargo de la restauración y reinauguración del museo “Casa del Fundador” (kilómetro 1), señaló “Eldorado es producto del esfuerzo y sacrificio de mucha gente que soñaba con un mundo mejor, que llegó a este lugar cargada de ilusiones, y esto es el fruto del trabajo y el esmero de cada uno de ellos, eso los eldoradenses nunca debemos olvidar”. 

La historiadora contó además que Schwelm nació en Frankfurt en 1882 y su padre era director del banco Goldschmidt de Frankfurt. Adolfo estudió en Italia, luego en París y finalmente en Londres donde hizo un largo y profundo estudio de las prácticas bancarias, cosa que lo posicionó como director del banco Wagg de Londres, y fue este banco el que lo envió a América del Sur como delegado en 1914 siendo nombrado además director de la Western Telegraph Argentina.

Con capital propio inició sus negocios inmobiliarios en Argentina y compró tierras en La Pampa, Chaco y Santiago del Estero, hasta que un amigo lo invitó a hacer un viaje de aventura para llegar hasta las Cataratas del Iguazú, Schwelm no dudó y fueron en tren hasta Posadas, y ahí alquilaron un barco para navegar hasta Iguazú, cuando pasaron por la zona de Eldorado Schwelm se enamoró de la zona y adquirió enseguida 82 mil hectáreas en la zona de Victoria, llamada así en honor a la reina Victoria de Inglaterra. En 1918 adquirió 65.500 hectáreas más y justo el día de su cumpleaños llega a lo que es el puerto viejo de Eldorado para tomar posesión definitiva de sus tierras.   

“Adolfo Schwelm era un hombre muy rico, proveniente de la alta sociedad europea, y el proyecto colonizador le permitió adquirir estas tierras a buen precio y ofrecerlas en Europa, que venía de la primera guerra mundial, destrozada, desolada y sin esperanza para muchos, un momento que él supo aprovechar para vender su Eldorado a miles de familias que creyeron en su proyecto, y que pese a los duros comienzos, nunca más quisieron volver a Europa, porque aun teniendo la posibilidad nunca más se fueron” relató la profesora María Galasso.

 

Los primeros años

La profesora de historia, contó que en un principio eran 5 familias iniciales: los Markovich, Heidinger, Hartmann, Mickelsen y Schwelm.  

Al respecto dijo “cuando los pioneros llegaron a Eldorado había solo selva, porque ni aborígenes había, en 1935 se relevó una aldea en una zona de 9 de Julio con 300 personas, pero eso era lo único. En la isla de Parejá también había, pero en la zona de Eldorado no. Entonces los que llegaron a trabajar y ayudar, fueron los paraguayos que trabajaban en la explotación maderera de la zona”.

Y agregó “fue muy duro el comienzo, había que hacer todo, los caminos, los desmontes, las casas, las escuelas, los hospitales, buscarse el agua, no había nada. Y los europeos llegaban con sus cosas de allá y nada de lo que traían les servía, porque sus vestidos y lujos no eran aptos para la selva. Tuvieron que arremangarse los vestidos de lujo, y convertirlos en harapos trabajando la tierra, cultivando la tierra, criando animales, cocinando e inventando recetas, porque no tenían los ingredientes para las cosas que ellos sabían cocinar. Fueron 20 años de mucho esfuerzo los primeros 20, muy duros, fue una verdadera epopeya”.

 

Idioma oficial: alemán

Galasso resaltó “pero igual venían de a grandes cantidades los inmigrantes, y para 1930 más o menos, Eldorado ya contaba con 7 mil habitantes, todos de origen europeo, y el idioma oficial era el alemán, porque los argentinos fueron los últimos en llegar, ellos vinieron cuando la colonia estaba organizada, vinieron cuando se organizó el correo, el banco, la escuela, las iglesias. La mayor cantidad de argentinos vino después de 1953 cuando se organizó el estado provincial, ahí llegaron las instituciones del Estado”.

Y añadió “los primeros maestros fueron alemanes y enseñaban a los alumnos en sus casas, con muy buena voluntad, porque no había escuelas y la primera escuela fue la 129 en el kilómetro 8, con el señor Verité como primer maestro oficial (padre del que luego fue intendente de Eldorado)”.

 

Los ideales

“Adolfo Schwelm les prometía a la gente libertad, paz, agua y tierra fértil, que trabajada producía muy bien, todas cosas que en Europa no podían conseguir. Y el nombre de Eldorado ya era prometedor para cualquiera, así es que la gente venía en malón, desde 1920 hasta 1935 vinieron muchos inmigrantes” indicó la historiadora.

Y explicó “en Europa, Schwelm les mostraba un video con imágenes del parque que hoy lleva su nombre, su casa, el río, los paisajes, la chacra y su producción, y la publicidad en folletos y en el video estaba en alemán e inglés. No les mentía, porque no les decía que era una ciudad pujante y desarrollada, sino que era una oportunidad donde estaba todo por hacer, donde podían empezar de nuevo”. 

Además especificó “las primeras organizaciones de la comunidad fueron organizaciones de fomento con la presidencia de Schwelm, él fue como el primer intendente diríamos, pero no tenía poder absoluto, tenía restricciones y exigencias de los vecinos, porque él tuvo que organizar todo: la escuela, la radiotelefonía, el aeroparque, plazas, todo, trabajaba tanto o más que cualquier vecino. Y amaba este lugar, empeñó su fortuna en este proyecto, porque él era un hombre muy rico. El dió su vida por la Colonia Eldorado y la prueba está en que se murió acá y acá descansan sus restos”.

 

Ideales y economía

“Primero tuvieron que organizar la economía de subsistencia, donde se plantaba para autoconsumo: poroto, maíz, mandioca, zapallos, frutas y verduras varias, y se vivía también de la caza y la pesca y la cría de animales como gallinas, cerdos y vacas. Y después la primer actividad organizada fue el tabaco, que no tuvo mucho éxito, y entonces el atractivo agrícola fundamental fue la yerba mate” señaló María Galasso.

Además destacó que pese a sus riquezas, Schwelm tenía ideas claras sobre la felicidad de la gente, “Schwelm quería convertir a Eldorado en una ciudad agrícola, porque estaba convencido que la industria no hacia feliz a la gente, él quería que la gente viva de su propio esfuerzo, buscaba darles libertad y no más esa relación de patrón- obrero. Y entonces pensó que en una colonia donde la gente viva de la tierra y su producción, la gente podría ser más feliz”.

En este marco capacitaba a la gente que llegaba a Eldorado “él tenía su chacra experimental en el Parque, y con ella capacitaba a los colonos de lo que podían plantar y lo que no, él brindaba capacitación contándole a la gente qué se producía mejor, en que tiempo, cómo, porque los conocimientos agrícolas que ellos tenían de Europa no tenían nada que ver con lo que pasaba en Eldorado”.

 

 

Actividad social y cultural intensa

La historiadora también dijo “el primer club de Eldorado fue el club danés, que está sobre la ruta 12, y después el club alemán que ahora se conoce como unión cultural, estos eran lugares donde se hacían un montón de eventos, había muchísima vida social, mucho más que ahora. Los inmigrantes mantenían sus tradiciones y costumbres y se reunían mucho haciendo fiestas y reuniones de toda índole”.

Y resaltó “la vida social era muy intensa, había un sinfín de actividades sociales y culturales y también deportivas. Y cuando se desarrolló un poco más el pueblo, había tres cines, imagínate, uno en el kilómetro 2 y otro en el kilómetro 9 que eran de los Kirchner, y había otro en el kilómetro 8. Eran grandes y estaban siempre completos, eso entre otras cosas”.  

 

 

Globalización desde siempre

María Galasso también destacó “a mí me hablan de globalización ahora como algo nuevo, y yo me río, porque para los eldoradenses la globalización existió desde siempre, yo me sentaba de chica en el patio de la Cooperativa agrícola y ahí veía y escuchaba de todo, desde mujeres con capelina y guantes hasta todo lo contrario, porque la gente se ponía lo que tenía para salir, todo el mundo de la moda estaba en ese lugar”.

Y agrego “también escuchaba diferentes idiomas y tenía conocimiento de diferentes tradiciones y costumbres de los inmigrantes de los países que poblaron estas tierras, había alemanes, suizos, húngaros, británicos, daneses, polacos, paraguayos y argentinos, que como dije llegaron por último”.

“En la escuela para nosotros era muy normal convivir y compartir las clases con chicos de distintos orígenes y países, no era ningún asombro escuchar hablar a alguien en otro idioma, lo raro era que todos hablen castellano (risas), así es que nosotros vivimos la globalización desde siempre en vivo y en directo” aseveró.    

 

Cooperativa

La profesora de historia manifestó al respecto que los colonos venían con conceptos de cooperativismo de Europa, “y entonces formaron la Cooperativa Agrícola, de manera tal que ahí pudieran concentrar su producción y venderla en conjunto, donde está el museo cooperativo fue la primera base de la cooperativa, que fue impresionantemente grande. En 1931 se fundó en la casa de la familia Diem”.

Y añadió “se comercializaba de todo, porque la Cooperativa tenía un supermercado, el primero grande en la provincia de Misiones, que es donde hoy está Electrodom, al lado del museo cooperativo. Y de ahí los colonos retiraban todo lo que necesitaban, como ser harina, ropa, manteles, mercadería, semillas y demás”. 

“Y la Cooperativa eléctrica llego en 1951, tenía los mismos socios, y surgió como una necesidad de la otra para el abastecimiento seguro de electricidad, que devino también en abastecimiento de agua, de teléfono, televisión y electrodomésticos” expresó.

Además contó que la primera iglesia fue la de San Miguel de Arcángel (kilómetro 11) y la iglesia luterana funcionaba donde está la Gendarmería Nacional hoy. En tanto que la municipalidad estaba donde está ahora el teatro del pueblo, en el kilómetro 2.

 

«Nadie se quiere ir de acá»

La profesora, conocedora y participe de la historia de la Capital del Trabajo sostuvo “pero además de todo, Eldorado es un lugar hermosísimo para vivir, y creo que a veces no nos damos cuenta, porque la gente que llega acá no se quiere ir, pasó con los inmigrantes y sigue pasando ahora”.

En referencia al tema añadió “en el caso de los inmigrantes muchos tuvieron la posibilidad de volverse a Europa, y no hubo caso, no se fueron, o se fueron y volvieron, o hasta ahora sus descendientes van a visitar pero vuelven. Y sigue pasando hoy con los que llegan, no sé qué tiene Eldorado, y Misiones en general, tal vez la naturaleza, los paisajes, el clima, la gente, no sé, pero el que llega acá no se quiere ir”.

Y para finalizar y ante la pregunta de si Adolfo Schwelm estaría orgulloso de la ciudad de Eldorado hoy, la profesora María Galasso respondió “creo que él hubiera querido gente más trabajadora, no tanta gente dependiendo del Estado. Porque él basaba mucho todo en el esfuerzo personal, y hay un esfuerzo colectivo hoy, pero no sé si tanto personal como para decir que alcanza lo que hago como para poder vivir de mi trabajo. Humildemente creo que le hubiera gustado que la gente se esfuerce y trabaje más, por una ciudad mejor para todos”.   

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas