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Después de que se hiciera público el caso de Max, el perro que fue sacado de su hogar por orden de la justicia, ya que su dueño lo tenía en estado de abandono, la asociación Huellitas Coloradas recibió en dos días más de cien denuncias por maltrato animal entre Posadas, Garupá y Candelaria.
El fin de semana la asociación “Huellitas Coloradas” logró el aval del juez, Marcelo Cardozo, para sacarlo a “Max”, un perro al que su dueño lo tenía en estado de abandono. Mediante un allanamiento en el lugar se lo pudo rescatar y de acuerdo al relato desde la propia asociación, es visible el cambio en el animal que ahora “está feliz”.
El caso salió a la luz luego de la publicación en este medio, y movilizó a la gente que tomó coraje y se animó a denunciar otros casos similares, sumando más de cien en dos días entre Posadas, Garupá y Candelaria. Esto demuestra por un lado la generosidad de vecinos que se apiadan de los animalitos al verlos en una situación angustiante, y por otro, lo inescrupuloso que pueden ser algunos dueños de mascotas maltratando a seres totalmente indefensos, sin que esto les genere culpa, dolor o vergüenza.
“Estamos preocupados por la cantidad de casos de maltrato que estamos viendo, vamos a intentar organizarnos de manera tal que podamos atender a todos y ayudar a los animalitos”, expresó Lola Vega, presidenta de la asociación.
Agregó que nuevamente de ser necesario recurrirán a la justicia para evitar que los perros sufran, y le pidió a la gente que cuando haga la denuncia trate de aportar la mayor cantidad de datos posibles para que el trabajo sea más rápido.
La asociación “Huellitas Coloradas” logró en la noche del 24 de Septiembre, el rescate de un perro que se encontraba en pésimas condiciones físicas y de salud.
“Alertados por los vecinos, fuimos hasta el lugar y nos encontramos con un triste panorama, «Max» no solo vivía en un lugar inhóspito sino que además su dueño no lo cuidaba, lo iba a ver pocas veces al mes, desatendiendo su salud y alimentación. Nos pusimos en contacto con él, quien nos prometió mejorar la calidad de vida del perro. Ofrecimos toda nuestra ayuda, lo que sabemos y queremos hacer, limpiar el terreno, ayudar con la higiene del lugar, el alimento, sacarlo a Max a dar una vuelta, contacto humano, que es lo que el perro necesitaba. A todo se negó porque según él, no hacía falta”, relató Lola Vega. Así fue que después de reiterados llamados de atención recurrieron al juez, Marcelo Cardozo quien ordenó allanar el domicilio y sacarlo al perro de allí.
