La asociación “Huellitas Coloradas” logró el aval del juez, Marcelo Cardozo, para sacarlo a “Max” del lugar en donde su dueño lo tenía en muy malas condiciones. La justicia entendió que la vida del animal corría riesgo.
Radio Libertad. Lola VEga, "Huellitas coloradas"
La asociación “Huellitas Coloradas” logró en la noche del 24 de Septiembre, al rescate de un perro que se encontraba en pésimas condiciones.
“Alertados por los vecinos, fuimos hasta el lugar y nos encontramos con un triste panorama, «Max» no solo vivía en un lugar inhóspito sino que además su dueño no lo cuidaba, lo iba a ver pocas veces al mes, desatendiendo su salud y alimentación. Nos pusimos en contacto con él, quien nos prometió mejorar la calidad de vida del perro. Ofrecimos toda nuestra ayuda, lo que sabemos y queremos hacer, limpiar el terreno, ayudar con la higiene del lugar, el alimento, sacarlo a Max a dar una vuelta, contacto humano, que es lo que el perro necesitaba. A todo se negó porque según él, no hacía falta”, relató Lola Vega, presidenta de la Asociación.
Y agregó “lamentablemente tenemos experiencia en dueños de este tipo, no van a preocuparse porque una protectora les pida lo que saben tiene que hacer, así que seguimos el caso de cerca con la ayuda invalorable de los vecinos, voluntarios de Huellitas Coloradas y seguidores a través de las páginas en redes sociales. Intentamos comunicarnos de nuevo con el dueño, no pudimos y viendo la urgencia en la salud del perrito, procedimos a hacer la denuncia correspondiente”.
Increíblemente, en la Comisaría Seccional Tercera les dijeron a los miembros de la asociación que el estado de abandono y las condiciones del perro «no constituía ningún delito» a pesar de la ley Penal 14.346.-
“Nos acercamos al Juzgado de Instrucción 1, secretaría 1 donde atendieron el caso con la celeridad que estaba requiriendo. Estamos profundamente agradecidos a Paola, Graciela y al juez, Marcelo Cardozo por la humanidad que pusieron de su parte para liberar a Max de su calvario, quienes modestamente dijeron, hacemos nuestro trabajo, y no es solo eso, salvaron una vida porque a Max literalmente los gusanos lo estaban comiendo vivo”.
Lola no ocultó su alegría al describir que el perrito volvió a la vida, y se lo nota animado. “Con mucha alegría podemos decir que nuestro rescatado se encuentra bien, en un lugar seco, sin mosquitos ni humedad ni nada que comprometa su salud, y seguirá recibiendo las atenciones médicas que necesite”.
Por su parte, el juez Cardozo indicó que «si hay maltrato o crueldad contra un animal (se le pega, se lo ata sin darle de comer), el código prevé sanciones para el propietario».
«No es la primera vez que rescatamos animales maltratados. La figura penal de este procedimiento es maltrato contra animales. No es la primera vez que hacemos», señaló el magistrado.
Por último, anticipó que «vamos a llevar al perro a que se recupere, y luego veremos si se lo entrega al dueño, si es que el se compromete a cuidarlo».