Así respondió doña Serapia Brítez de Benítez quien vive en Santo Pipó, cuando su hija Nelly Benítez le recordó el pasado viernes: “mamá, hoy estás cumpliendo 106 años” y la madre centenaria le respondió en tono de broma “pero si tengo 80”, y ella es así, no pierde su espíritu de alegría por la vida, aunque hay veces según el día como hoy que está nublado y frío “que no está bien, no quiere levantarse, pero sí está lúcida y come de todo”, dijo la hija, quien es odontóloga en esa localidad misionera.
Doña Serapia nació el 12 de septiembre de 1907 en Campichuelo, Paraguay, y vive en Santo Pipó desde 1931, donde se había casado con Juan Agripino Benítez quien falleció a los 85 años.
El nuevo cumpleaños de doña Serapia fue festejado con una tranquila reunión familiar en su casa, y también fue para recordar que ofreció a la tierra colorada nueve hijos, dos de los cuales ya no están, además tiene 27 nietos, más de 30 bisnietos y 5 tataranietos.
La centenaria abuela también recuerda que una hija suya, Rufina Benítez de Kelly fue asesinada siendo joven en Buenos Aires, por lo que amorosamente crió a los tres chiquitos que habían quedado huérfanos de madre, a quienes los trajo a Santo Pipó, ellos son Guillermo Patricio Kelly, de 3 años y una hermana de 12 y un hermano de 7 años.
Actualmente vive sola en su casa, al cuidado de dos señoritas. La odontóloga contó a Misiones On Line que intentó llevarla a vivir con ella, y luego de varios días la regresó a su casa pero en principio le costó reconocer el lugar, por lo que los médicos aconsejaron que continúe viviendo allí.
Uno de los médicos la vio ayer y le diagnosticó que está bien, que tiene la presión normal y el corazón está bien.
“Ella generalmente está bien, aunque extraña a un hijo, es muy discreta, se da cuenta de muchas cosas, se deprime por momentos”, agregó Nelly.