Los once días en que Oberá brilla más que nunca y se viste de fiesta para homenajear a los inmigrantes fueron espectaculares como en pocas ediciones. Hubo noches en que las casas no dieron abasto y el escenario brilló con la música de las bandas. Como siempre los ballets aportaron el colorido.
La Fiesta Nacional del Inmigrante llegó a su fin en XXXIV edición ininterrumpida de celebración y homenaje de los ancestros que llegaron a este suelo para colonizarlo.
Todas las noches, hubo buenos atractivos en el escenario mayor Norgus Jacob y en el alternativo, donde constantemente, los diferentes ballets de las colectividades pasaban a dejar las danzas típicas.
Espectáculos de primer nivel como el de los uruguayos de No Te Va Gustar o los brasileros San Marino, fueron los que provocaron el pico de asistencia al predio.
Los rockeros estuvieron en una de las últimas noches en la llamada noche universitaria, a la que concurrieron más de 10 mil personas. Desplegaron una puesta en escena de alto nivel, con equipos propios, un sonido potente y claro, con ningún detalle librado al azar.
El grupo brasilero, estuvo más de dos horas cantando, bailando y deleitando al público con su música siempre alegre, con ritmos gaúchos. Interacción con el público, intensidad y alegría. San Marino pasó dejando saldos positivos para un miércoles, en que el Parque estuvo con muchísima gente.
En tanto que la jornada más emotiva, la que todos esperan, sin dudas es en la que se eligió a la nueva Reina Nacional del Inmigrante. En éste caso, como es sabido la representante de Suiza, Natalia Burger, fue la ganadora, dándole por primera vez a esa colectividad la posibilidad de que tengan una soberana nacional. Las princesas fueron la representante de Italia y Rusia, Florencia Gambini y Silvana Kwatyrca respectivamente.
Serán ellas las encargadas de representar por un año a la Fiesta, recorriendo el país y siendo embajadoras de cientos de culturas que llegaron a nuestro país.
Para rever de cara a próximas ediciones, sin dudas es la noche de música tropical, por el hecho de que en esta oportunidad, por pedido del grupo Tito y La Liga, la seguridad fue mínima y los fanáticos invadieron en varias oportunidades el escenario, lo que luego provocó el cansancio de los músicos, que terminaron de manera abrupta el recital.
Pasó la edición 34º de la fiesta más importante que tienen los misioneros, en lo artístico y cultural, el saldo es positivo. Resta conocer de qué manera trabajaron las diferentes colectividades de manera individual y luego la Federación en su conjunto.
El 2014, del 4 al 14 de septiembre, será una nueva edición, con el mismo brillo y emoción.
