Para las agencias de turismo se trata de un verdadero “deja vu”. La fiebre por contratar pasajes y paquetes turísticos al extranjero en forma adelantada volvió a los niveles máximos que se habían registrado a fines de febrero y principios de marzo. Eso fue antes de que el gobierno impusiera un recargo de 20% sobre las operaciones del sector. Ahora el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, siguen asegurando que “son disparates” los rumores que hablan de otra medida que encarecería los viajes al exterior. Claro que no es cuestión de creerle o no. Ante la duda los turistas prefieren asegurarse los boletos.
Escribe Pablo Wende. Para las agencias de turismo se trata de un verdadero “deja vu”. La fiebre por contratar pasajes y paquetes turísticos al extranjero en forma adelantada volvió a los niveles máximos que se habían registrado a fines de febrero y principios de marzo. Eso fue antes de que el gobierno impusiera un recargo de 20% sobre las operaciones del sector. Ahora el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, siguen asegurando que “son disparates” los rumores que hablan de otra medida que encarecería los viajes al exterior. Claro que no es cuestión de creerle o no. Ante la duda los turistas prefieren asegurarse los boletos.
El problema es que sale perdiendo el Banco Central. Ya en el primer semestre, según los datos revelados por el balance cambiario que divulga la entidad que preside Mercedes Marcó del Pont, la salida de divisas por el rubro turismo marcaron un récord. El neto entre ingresos y egresos arrojó un negativo de nada menos que u$s 4.700 millones. Con este rojo, el BCRA se vio casi imposibilitado de comprar dólares en la primera parte del año. Y ahora directamente debe salir a vender para compensar la demanda.
El resultado se ve en el nivel diario de reservas. Se mezcla en este caso la disminución notable en la liquidación de dólares proveniente del sector agropecuario (por motivos estacionales, pero también por especulación) con una demanda más que firme de divisas por el lado del sector servicio: además del turismo hay que sumar por ejemplo el pago a artistas internacionales que visitan el país e incluso de tenistas de primer nivel que llegarán a fin de año.
El stock del BCRA caerá hoy a niveles cercanos a los u$s 35.000 millones por el pago del Bonar VII. Pero antes de eso las reservas ya venían sufriendo un “goteo”, generado sobre todo por las ventas que acumula la autoridad monetaria en el mercado cambiario.
“La gente y también las empresas están contratando todo lo que puedan y se llega ya no a Semana Santa del 2014, sino incluso a las vacaciones de invierno, que van a ser dentro de casi un año”, señalaron ayer en una de las principales agencias de turismo mayoristas del país. No siempre resulta lo más conveniente, ya que para fechas tan lejanas prácticamente no hay promociones de líneas aéreas ni de hoteles, por lo que podría resultar conveniente esperar. De todas formas, como la operación calculada en dólares sigue siendo muy conveniente, muchos optan por contratar igual.
El dólar para el turismo se ubica actualmente en $ 6,84 (oficial más 20%), aunque en la práctica es unos diez centavos más alto. El motivo es que las agencias toman un dólar bastante más elevado que el mayorista. La brecha con el dólar que se paga en las cuevas se ubica así en 34,5%. Un paquete de 10.000 dólares hay que pagarlo a 68.400 pesos, es decir unos 7.430 dólares billete. El precio, por lo tanto, es más de 25% menor si se paga en divisas. Sin contar, claro, las facilidades de pago en cuotas o descuentos que ofrecen bancos y tarjetas.
La venta de paquetes para el Mundial 2014 no hizo más que exacerbar la tendencia. Las empresas están adquiriendo masivamente los paquetes para ver la primera fase completa. El argumento de las agencias es que “se trata de una buena inversión”, pensando en la aplicación de pesos que pueden efectuar las compañías y además la posibilidad de acceder a las divisas a este tipo de cambio diferencial vigente para el turismo (más caro que el oficial pero bien por debajo del paralelo).
Otro de los motivos que lleva a acelerar la compra de paquetes turísticos está vinculado a la aceleración del tipo de cambio oficial, que sólo en agosto subió 3%. Con esta tendencia, los pasajes se irán encareciendo cada vez más en pesos. Si se toma en cuenta el aumento del dólar oficial en el último año (ya cerca del 25%) y el recargo de 20%, el encarecimiento en pesos de un pasaje u hotel en el exterior es de por lo menos 45%, aunque en la práctica se acerca al 50%.
