Pura alma y sangre carajera, el trío metálico renovó la pasión del público en una nueva visita a la tierra colorada. A diez años de la edición de su primer disco “Carajo” la banda lo reeditó y salió de gira para delirio de los fans. Con la previa de Néctar, la noche del domingo se llenó de pasión y metal en la ciudad de Posadas.
Para el domingo se esperaba la “tormenta de Santa Rosa”, la única tormenta que llegó fue la de “Corvata” Corvalán y su banda. Carajo reedito sus discos «Carajo» y su EP «Carajografía», para celebrar su primera década de música. Como parte de este festejo se da esta gira nacional que los trajo nuevamente a Posadas.
En casi dos horas de recital, el vibrante y efectivo trío de ñu metal con ritmos alternativos, recorrió buena parte de sus temas más reconocidos. Con un clima de fiesta y un público enfervorizado desde el inicio fueron pasando temas como «Acido», «Poder», «Luna herida», «Pura vida», «El error», «Humildad» y «De hoy no pasa».
Otros de los temas que interpretaron también fueron «Triste», «Ironía» y el requerido y festejado «Sácate la mierda», para el coralario de una noche bien «carajera», como dijo Marcelo «Corvata», vocalista y bajista del grupo, que no dejó de agradecer a toda la gente el apoyo de estos años de carrera.
Junto a Corvata, Carajo se cimenta en la potente y sobria batería de Andrés “Andy” Vilanova y la personalidad de la guitarra de Hernán «Tery» Langer. Si bien la banda se formó a fines del año 2000 y sus primeras presentaciones datan del 2001, con el demo que traía los temas «Salvaje», «Pura vida» y «La guerra y la paz». El primer disco de la banda data del 2002, se llamo simplemente “Carajo”, ahora lo reeditaron con un nuevo arte de tapa y viene con el bonus del Demo “Carajografía”.
El show comenzó pasadas las 21 horas del domingo, con la presentación de Néctar, banda local que comenzó a agitar al público con sus buenas canciones y toda la fuerza. Esta banda que nació en el barrio Alta Gracia arrancó los primeros pogos con su fusión de funk, hardcore, reggae, hip hop, metal, y sonidos alternativos, que van de la mano con letras que hablan de la identidad misionera.
Pasadas las 22, Néctar dio paso al plato principal. El público comenzó a corear los canticos típicos de recital. Pedían “pan y vino, pan y vino” pero recibieron una sobredosis de metal carajero. Esta arrolladora sesión brindada por Corvata y compañía, los dejo sudorosos y satisfechos.
Rostros agitados, camisetas negras llenas de sudor, ropas desgarradas por la pasión del pogo, se podían observar en todos los rincones del club. El calor era mitigado por abundantes bebidas que servían para aplacar el ardor de esas gargantas roncas de tanto cantar. Sin dar pie a un falso bis, Corvata anuncia los últimos temas y el público se agita más y más, llega el clímax y la noche culmina, cerca de la media noche.
Y así se van los chicos de negro, transpirados de tanto pogo y saciados de tanta sed metalera. En grupos pequeños y comentando lo bien que sonaba el Bajo de Corvata o la Bata de Andy. Pidiendo que vuelvan pronto a Misiones.
