Ordenamiento de tierras en Colonia Pepirí, la clave para el desarrollo

Uno de los conflictos en el área protegida está relacionado a regularizar la tenencia de la tierra. En la zona hay ocupación de históricas familias de colonos que viven en Lote 8 y Lote 9 de Colonia Pepirí, propiedad de familias terratenientes

El asfalto de la Ruta Costera 2, que llega por El Soberbio hasta los Saltos del Moconá, en el parque provincial ubicado dentro la Reserva de Biósfera Yabotí, generó muchos cambios positivos y nuevas expectativas a empresarios de la zona para el turismo, pero aún falta avanzar en la planificación y gestión de cómo se va a definir el desarrollo sostenible de este destino.

 

 

Uno de los conflictos a resolver está relacionado a regularizar la tenencia de la tierra. En la zona hay ocupación de históricas familias de productores que viven en Lote 8 y Lote 9 de Colonia Pepirí, en unas 200 hectáreas de Juan Alberto SA y Moconá SA. Durante décadas fueron formando una comunidad con descendientes de colonos que encontraron en la tierra el sustento para vivir rodeados de las áreas naturales protegidas de Yabotí, en la costa del Río Uruguay. Pero el escenario ambiental y social del área cambió. Y en la actualidad será la justicia la que definirá respecto de quienes por derecho son los “legítimos” propietarios, o se deberá avanzar en un diálogo serio entre las partes que permitan encontrar una solución definitiva sobre los derechos adquiridos de los colonos para avanzar hacia un desarrollo armónico del área.

 

 

Los privados iniciaron en principio en el Lote 9 un proceso de ordenación en que la empresa Moconá SA logró con éxito acuerdos particulares “comprando” a los colonos las “mejoras” realizadas en la propiedad y trasladando a la familia en otro lugar. En tanto, en el Lote 8, como administradora de la propiedad de Juan Alberto SA, iniciaron este proceso, y también en  2008, un juicio de reivindicación contra las familias ocupantes. De unas 30 familias que vivían en pequeñas chacras en la Colonia hoy quedarán unas 15 que se resisten a dejar el lugar.

 

“La empresa presentó hace varios meses una propuesta de solución sostenible y digna, avanzando en la intención de acordar en forma particular con cada familia. Es una oportunidad de trasladarlos fuera de Yabotí, en un lugar más productivo y con servicios básicos (luz eléctrica, agua potable, educación, etcétera). Consideramos que estamos aportando de esta manera a mejorar su calidad de vida y, por otro lado, acortamos los plazos judiciales para alcanzar el ordenamiento de las tierras y así obtener mayor certidumbre y seguridad sobre el uso de la propiedad”, sostuvo el empresario.

 

Sin embargo, en la zona los colonos aseguran que se vive en permanente tensión y aún no lograron respuestas a su pedido de protección por parte de organismos del Estado: “No nos dejan trabajar, desde hace meses sufrimos todo tipo de atropellos, hostigamientos, presionan de distinta manera todo el tiempo. A mí me denunciaron porque tenía 15 cabezas de ganado y no me dejan alambrar, dicen que no puedo tener animales por estar dentro de Yabotí, sin embargo en el Lote 9 la empresa tiene unas 300 cabezas de ganado dentro de la reserva y nadie le dice nada, incluso tienen alambrado todo el Lote 8 y Lote 9”, denunció Shulz.

 

 

“Igual vamos a resistir hasta donde podemos, vamos a luchar y buscar apoyo. Aunque insistan en querer cerrar la escuela satélite, envenenen el agua, o nos difamen y nosotros quedemos mal, nosotros queremos quedarnos en este lugar y también laburar del turismo, no vamos a ceder”, insistió.

 

 

 

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