Ecología no aprobó Plan de Manejo con ganadería en Yabotí

Reserva Natural de Biósfera Yabotí

Reserva Natural de Biósfera Yabotí

Desde el organismo consideran que se trata de una situación “transitoria” en el Lote 9  de Moconá SA, la legislación ambiental vigente no avala mantener en el área natural protegida ganadería intensiva. La empresa sostiene que optó por esta actividad en consecuencia de la recuperación de los terrenos ocupados con suelos muy degradados y ante el riesgo de nuevas intrusiones. “No existe prohibición para realizar actividades productiva en Yabotí mientras que no se realice conversión del bosque nativo para otro uso productivo”, fundamenta el privado.

Nicolás Laharrague, directivo de Moconá SA

Nicolás Laharrague, directivo de Moconá SA

Guardaparque Roni Rosa, delegado gremial en ATE

Guardaparque Roni Rosa, delegado gremial en ATE

Desde el Puesto de Guardaparques “Ybirá Pytá”, en El Soberbio, sobre la Ruta 2 próximo al acceso al Parque Provincial Moconá, Roni Rosa sostuvo que “el ingreso de entre 300 a 400 cabezas de ganado de la empresa Moconá SA genera un grave daño al ambiente en el área de la Reserva Natural de Biósfera Yabotí” y advirtió que “el proyecto productivo no cuenta con un Plan de Manejo aprobado por Ecología”. El guardaparque agregó que “hasta el momento tampoco el ministerio ha realizado ninguna evaluación de impacto ambiental sobre el avance de los animales”.

 

La legislación vigente no permite en el área protegida la reconversión de uso del suelo (desmontar para otros usos productivos), el uso de plaguicidas, la caza o la pesca furtiva, entre otros aspectos. Sin embargo, ante la degradación que presentaba el Lote 9 debido a la reconversión realizada con posterioridad por ocupantes, la empresa decidió iniciar ganadería sobre unas 200 hectáreas en el año 2011.

 

Al respecto, el delegado gremial de los guardaparques en ATE (Asociación de Trabajadores del Estado) relató que “en varias ocasiones comunicaron acerca de esta situación al Ministerio de Ecología, pero a la fecha el proyecto ganadero se sigue expandiendo”, aseveró Rosa. En este sentido, sostuvo que la empresa en principio comenzó a relocalizar a las familias del Lote 9 y empezaron marcando su presencia en el territorio colocando alambrados. “La excusa era de no permitir la entrada a nuevos intrusos, pero después de sacar a la gente comenzaron a traer ganado. Se trata de un territorio de 300 hectáreas de biosfera, hay lugares donde había recuperación del monte y el ganado empezó a entrar y pisotear el suelo, ingresando en zona roja incluso, que debería estar protegida según la legislación vigente”, precisó. 

 

Sumado a ello, alertó que “también hay temor por un brote de rabia en la zona, no sabemos si son estos animales que pueden haber traído alguna enfermedad, pero ya han aparecido animales muertos, de hecho la oficina del Senasa en El Soberbio está trabajando a partir de la presencia de rabia en la zona, pero hay una gran preocupación desde el punto de vista sanitario”, dijo.

 

 

Situación «transitoria»

 

La información a la que accedió ArgentinaForestal.com confirma que las autoridades del Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables se encuentran en conocimiento respecto del ingreso de ganado en el Lote 9 y que la empresa «no» cuenta con un Plan de Manejo aprobado con ganadería. “Se trata de una situación transitoria. En 2011 se iniciaron las actuaciones correspondientes instando al propietario a que retire los animales de la reserva”, aseveraron desde el organismo. Pero hasta la fecha la situación no se revirtió y tampoco desde Ecología, autoridad de control, se avanzó en un estudio de impacto ambiental para determinar posibles alteraciones al equilibrio ecológico de este ambiente frente a la presencia más intensiva de estos animales.  

 

Por otra parte, la empresa Moconá SA no realizó reconversión sobre el uso de suelo para el ingreso de los animales, ya que se trata de un lote que recuperó después de varios años de una situación de intrusión y los suelos fueron degradados ante los cultivos de subsistencia realizados (tabaco, maíz, soja, citronella), pero hoy no tiene autorización de Ecología para realizar ganadería intensiva en el Lote, por lo que tendrá que buscar en un determinado tiempo otra alternativa de desarrollo y “trasladar” las vaquitas del lugar.  

 

 

Degradación por intrusión   

 

Por su parte, el directivo de la empresa analizó el contexto en que llevó a Moconá SA a realizar ganadería y explicó en la entrevista con ArgentinaForestal.com que surge en consecuencia de la recuperación de los terrenos ocupados del Lote 9. “Por un lado, tuvimos mucha presión de gente ajena a la Colonia que quiso ocupar los terrenos una vez  reubicados los ocupantes, por lo tanto había que darle una actividad a ese suelo ya que se corría el riesgo de que vuelvan a intrusar por no ejercer el derecho de ocupación. Y por otra parte, los terrenos recuperados tenían los suelos muy degradados por el uso de la tierra para cultivos anuales como el tabaco, maíz o citronella, con los agroquímicos aplicados por parte de los ocupantes que en su momento hicieron un cambio de uso del suelo para desarrollar actividades agrícolas. En este contexto, fue necesaria una actividad como la ganadería para recuperar los valores nutritivos del suelo y así poder en unos años volver a recuperar el valor de conservación que debe tener esos terrenos en una Reserva de Biósfera; pensando en restaurar con especies nativas en algún momento”, precisó Nicolás Laharrague.

La mayoría de los lotes ya tenían alambrados y corrales armados donde los ocupantes tenían también sus animales: “nosotros solo mejoramos el área y le dimos un uso, acotando el mismo actualmente solo a la superficie ya desmontada por ellos oportunamente”, aseveró. 

 

En el Lote 8, por ejemplo, donde los terrenos recuperados hasta el momento de la ocupación no estaban tan degradados, la empresa realizó más de 50 hectáreas de enriquecimiento con plantas nativas. “Estamos cuidando este trabajo ya que lentamente irá generando la recuperación del monte y a muy largo plazo esperamos volver a tenerlo en su estado original”, dijo Laharrague.       

 

Por otra parte, aclaró que no se trata de un “proyecto ganadero». En este aspecto, Laharrague consideró que «todo aquel que está en la actividad ganadera sabe que para una empresa manejar unas pocas cabezas en la hacienda lo único que genera es pérdida, no es económicamente rentable”, dijo en relación a las 300 o 400 cabezas de ganado que tiene en el lugar. “Solo utilizamos esta actividad para generar presencia diaria y activa,  y lo que es más importante, la ocupación genuina del suelo; para cuidar que no se vuelva a intrusar la zona”, subrayó.

 

En cuanto a la advertencia de que posiblemente sean sus vacas las que puedan haber traído enfermedades al área, indicó que “nuestros animales están bajo un estricto control sanitario, se puede verificar en SENASA que poseen todas las vacunas y cuidados realizados correctamente. Incluso la hacienda se encuentra sobre suelo degradado sin monte y el perímetro esta alambrado para que no salgan; tomando todos los recaudos necesarios para que conviva con el ambiente. Me pregunto si la hacienda y animales que había antes, y las que aún tienen estos pocos ocupantes que nos denuncian, están registradas y tienen un plan sanitario como la Ley exige”, cuestionó.

 

Para Laharrague, en la actualidad no existe ninguna prohibición a realizar actividades productivas en Yabotí. «siempre que no se haga conversión del monte nativo para otro uso productivo, y no se realicen rozados en la reserva. Nosotros estamos recuperando terrenos que fueron degradados por la intrusión, mientras que los ocupantes ilegales realizan rozado en el área, principalmente cuando intentan ampliar sus chacras a la hora de plantar tabaco ya que necesitan suelo virgen”, advirtió.

 

Finalmente, el directivo expuso que la empresa mediante los acuerdos individuales que llevaron adelante para ordenar la situación de ocupación de tierras en Colonia Pepirí, está logrando en el fondo “frenar y proteger una reserva natural de Biosfera de gran valor de conservación que es patrimonio de todos los misioneros”, rescató.

 

 

Legislación vigente

 

La Reserva Natural de Biósfera Yabotí tiene aproximadamente una superficie de 233 mil hectáreas compartidas entre los departamentos de San Pedro y Guaraní (San Vicente y El Soberbio). La responsabilidad del control y fiscalización está a cargo del Área de Manejo Integral de la Reserva de Biosfera Yaboty (Amirby), creada en 2006 y dependiente de la Subsecretaría de Ecología y Desarrollo Sustentable. La legislación existente en materia ambiental se rigen bajo las leyes 2.932 (Sistema de Áreas Naturales Protegidas), 3.014 (Reserva Natural de Biosfera Yabotí), 1.040 (Pesca), 1.279 (Conservación de fauna), entre otras, que establecen sobre la prohibición de la caza y la pesca, la imposibilidad de tener animales domésticos como perros, gallinas, caballos, chanchos y “vacas”, debido a su impacto sobre la fauna y flora nativa.
Estas normativas también prohíben la introducción de especies forestales exóticas (pinos o eucaliptos) o como plantas de mandarina, hortalizas y otros cultivos tradicionales.

 

 

 

 

Por Patricia Escobar

 

 

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