A casi cuatro meses del asesinato de la estudiante Lucía Maidana, la investigación arrojó pocos resultados. Felicitas, su hermana, afirmó que se busca en el entorno de la joven a los que se les tomó testimonios y muestras, pero aun sin novedades ciertas. “Estamos intranquilos por el paso del tiempo, pero el juez dice que hay que esperar. Estamos seguros que fue alguien a quien Lucía conocía y que hay alguien que sabe algo y no lo está contando”.
Radio Libertad. Felicitas Maidana, hermana de Lucía
El 6 de agosto se cumplirán cuatro meses del asesinato de Lucía Maidana y aun hay muy pocos avances sobre pistas o datos ciertos que ayuden a esclarecer el hecho.
Felicitas Maidana, hermana de Lucía mantuvo hace un par de días contacto con el juez de la causa, Marcelo Cardozo, quien le manifestó que se seguían con otras líneas de investigación, ya que las pruebas en la ropa de Nicolás, quien fue el único detenido y acusado por el asesinato, arrojaron resultado negativo. “No me supieron aclarar cual es la nueva línea investigativa, pero entiendo que se refiere al mismo entorno y todavía falta que lleguen pruebas que se enviaron para estudiar. Yo no quiero saber a quienes se los indagó del entorno de Lucía, pero creo que son las persona a las que ellas frecuentó en los últimos meses”.
Asimismo, la joven manifestó que dentro de la familia “nosotros estamos un poco intranquilos por el tiempo que está pasando, el juez nos dio tranquilidad y creo que hay que saber esperar, armarse de paciencia, aunque estamos seguros que fue alguien a quien Lucía conocía, por la forma en la que se dio el crimen, porque los vecinos no vieron a nadie extraño, y no hay ninguna voz que salga a contar ningún detalle, a veces lo cotidiano pasa desapercibido”.
Felicitas agregó finalmente, “estoy segura que hay alguien sabe lo que pasó y no lo está contando, a lo mejor porque todavía no se anima”. (Radio Libertad 93.7)
Lucía Maidana, estudiante de Comunicación Social de la Facultad de Humanidades, fue brutamente asesinada el sábado 6 de abril en el inquilinato donde vivía en calle Estado de Israel Nº 3495 de Posadas. Según el informe del médico policial presentaba traumatismo de cráneo en región occipital, quemaduras en sus piernas, tenía los muslos calcinados, quemaduras en los bazos y tronco. También se demostró que el asesino intentó limpiar la sangre en el lugar del crimen.
La víctima, oriunda de Capioví, tenía restos de semen en el cuerpo lo que permitió comprobar que fue violada. Lucía fue ultimada entre las 21 y las 21:45 de ese sábado, tenía por lo menos cinco golpes en la cabeza y su cuerpo estaba semi calcinado. El bestial atacante quiso borrar las huellas incendiando el departamento.
