El regalo de la presidenta de Brasil al Papa Francisco

El papa Francisco recibe de la presidenta Dilma Rousseff, un cuadro de Rio de Janeiro durante la ceremonia de bienvenida al Papa en el Palacio de Guanabara, Rio de Janeiro, ayer lunes 22 de julio del 2013.

El papa Francisco aterrizó este lunes 22 de julio, a las 16, en la base aérea Galeao para comenzar su primer viaje pontificio, en el marco de la XVIII Jornada Mundial de la Juventud Río de Janeiro 2013. El pontífice argentino bajó del avión con buen semblante y fue recibido a los pies de la escalera por la presidenta del Brasil, Dilma Roussef, y el arzobispo local, monseñor Orani Joao Tempesta. En el camino al palacio de Guanabara, la gente copó las calles e inundó de gestos afectuosos al pontífice.

Francisco llegó al Brasil para comenzar su primer viaje apostólico

Francisco recorriendo las calles de Río de Janeiro en el papamovil ver más

Especial de AICA – Río de Janeiro, Brasil (AICA): El papa Francisco aterrizó este lunes 22 de julio, a las 16, en la base aérea Galeao para comenzar su primer viaje pontificio, en el marco de la XVIII Jornada Mundial de la Juventud Río de Janeiro 2013. El pontífice argentino bajó del avión con buen semblante y fue recibido a los pies de la escalera por la presidenta del Brasil, Dilma Roussef, y el arzobispo local, monseñor Orani Joao Tempesta. En el camino al palacio de Guanabara, la gente copó las calles e inundó de gestos afectuosos al pontífice.

 

El papa Francisco aterrizó este lunes 22 de julio, a las 15.46, en la base aérea Galeao para comenzar su primer viaje pontificio, en el marco de la XVIII Jornada Mundial de la Juventud Río de Janeiro 2013.

El Santo Padre descendió del vuelo comercial de Alitalia AZ 4000 junto con el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Tarsicio Bertone, la comitiva papal, y unos 71 periodistas que viajaron con él, en su mayoría acreditados en la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

El pontífice argentino bajó del avión con buen semblante y fue recibido a los pies de la escalera por la presidenta del Brasil, Dilma Roussef, a quien saludó afectuosamente y con quien intercambió unas palabras. Luego, fue saludado por el arzobispo local, monseñor Orani Joao Tempesta. Mientras tanto, el coro de niños entonaba las estrofas del Himno Oficial de la JMJ.

Tras los saludos protocolares, subió a un monovolumen plateado, similar a los taxis que abundan en Río de Janeiro, mientras era escoltado por varios coches de vigilancia hasta la catedral de San Sebastián de Río de Janeiro. Nuevamente, fuera de protocolo, el Santo Padre bajó la ventanilla de la puerta trasera derecha, donde se encontraba, y recorrió el trayecto saludando e impartiendo bendiciones a los transeúntes.

Debido a un error humano y un cálculo desajustado en el operativo de seguridad, la comitiva papal se desvió del carril central de la avenida Presidente Vargas, principal arteria de la ciudad, y tomó uno de los carriles laterales, como se acostumbra cuando se debe efectuar un giro. Al realizar la maniobra, el coche que transportaba al Papa se encontró con un embotellamiento provocado por dos ómnibus de línea, que produjo que cientos de personas se apiñaran para saludar al Papa. La falencia en el operativo obligó a los guardias a descender de sus vehículos y formar un cordón humano para no detener la marcha del pontífice.

La agenda del Papa

Luego del intenso viaje, el Santo Padre descansará y mantendrá una agenda reservada para el martes 23. Al momento, no se prevé que salga de la residencia de Sumaré, al oeste de la ciudad.

El miércoles 24, por la mañana, saldrá hacia el valle de Itapaíba, donde se encuentra el santuario nacional de Nuestra Señora de la Concepción Aparecida, patrona del Brasil. Rezará en la capilla de adoración al Santísimo Sacramento y celebrará una misa. Según informó, a esta agencia, el cardenal Raymundo Damasceno Assis, arzobispo de Aparecida, se espera a unos 200.000 fieles en la explanada del complejo. Luego de la Eucaristía, saludará a la gente y almorzará en el seminario «Bom Jesus».

El jueves por la mañana, el Papa visitará la prefectura -intendencia- de Río de Janeiro donde bendecirá las banderas olímpicas y recibirá las llaves de la ciudad. En este acto estarán presentes deportistas en representación del mundo del deporte. Después acudirá a Varginha, en la favela de Manguinhos, donde bendecirá el altar de la capilla. También caminará hasta el campo de fútbol del barrio, donde habrá un encuentro con la comunidad y les dirigirá un discurso.

El Papa y los jóvenes
Según se informó el domingo, el papa Francisco mantendrá un encuentro con jóvenes argentinos en el sambódromo. Luego se iniciará el anhelado encuentro de Francisco con la juventud del mundo, que según el programa tendrá como marco la fiesta de recibimiento en Copacabana.

El viernes por la mañana se celebrarán las confesiones en la Quinta da Boa Vista, al lado del estadio Maracaná, donde está previsto que Francisco confiese a cinco jóvenes. Luego, saludará a las religiosas y a las personas de la residencia Sumaré, donde se hospeda, y saldrá al balcón central para rezar el Ángelus. Este día tendrá lugar la tradicional comida con doce jóvenes. Durante la tarde se celebrará el también tradicional Vía Crucis en Copacabana, en el que en cada estación se tratará un problema importante en las perspectivas de los jóvenes.

El sábado será uno de los días más intensos en el programa. Por la mañana está prevista la misa en la catedral de Río a las 9 de la mañana con los obispos, sacerdotes, seminaristas y religiosos. Tras la eucaristía el Papa acudirá al Teatro Municipal para un encuentro con la clase dirigente del Brasil. La comida de este día será con los cardenales y obispos del Brasil. Por la tarde, en Guaratiba, en un área llamada “Campus Fidei” se celebrará la Vigilia.

El último día de la JMJ comenzará con la misa de clausura a las 10. Al finalizar la celebración eucarística, el Papa anunciará el lugar de la próxima Jornada Mundial de la Juventud. Después el santo padre tendrá un encuentro con el Comité de Coordinadores del Consejo Episcopal Latino Americano (CELAM). Y para finalizar la jornada, el tradicional encuentro con los voluntarios de las JMJ, que en este caso estarán presentes unos 15.000, en representación de los 60.000 que ofrecerán algún servicio para colaborar en el desarrollo de la Jornada Mundial de la Juventud en Río. (AICA)

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