Todavía vestido de cura, Santurio llegó a Misiones para declarar por abusos sexuales

Acumula nueve denuncias por abuso sexual, por lo que el juez Fernando Verón libró la orden de captura, y el ex cura fue aprehendido en la vía pública de San Luis mientras manejaba su vehículo. Anoche llegó fuertemente custodiado. Hoy declarará ante el juez Marcelo Cardozo por la causa que se cursa en su contra. Al respecto, la abogada de una de las víctimas denunciantes, Roxana Rivas indicó que “las situaciones de abuso se hacían dentro de un contexto de un ritual de sanación o de exorcismo” y agregó “es un personaje que hay que sacarlo de circulación, es un peligro, más cuando las familias de estas chicas están metidas en el medio, en la iglesia, y no les creen”.

Durante la jornada de hoy el ex sacerdote Miguel Santurio, acusado de abusar sexualmente a chicas menores de edad que concurrían a su congregación, declarará ante el juez Marcelo Cardozo por la causa que se cursa en su contra. Al respecto, la abogada de una de las víctimas denunciantes, Roxana Rivas indicó “las situaciones de abuso se hacían dentro de un contexto de un ritual de sanación o de exorcismo” y agregó “es un personaje que hay que sacarlo de circulación, es un peligro, más cuando las familias de estas chicas están metidas en el medio, en la iglesia, y no les creen”.

 

 

 

La abogada de una de las víctimas denunciantes –en diálogo con Red Ciudadana- relató “cuando sucedieron los hechos este hombre era un sacerdote y después fue destituido.

Estas chicas fueron víctimas de un hombre que en su momento había intentado formar una especie de congregación de mujeres para lo cual rescataba mujeres, jovencitas en condiciones de vulnerabilidad y dentro de esta supuesta congregación sucedieron estos hechos de abuso que denunciaron”.

Según dijo, la causa que se cursa en contra del sacerdote por abuso sexual y violación se debe a varias denuncias de menores de edad actualmente y otras –como su defendida- que ya no lo son. “Hablamos de una persona que se abusa de su situación de superioridad y también de la confianza de las familias que permitieron que se llevara a sus hijas. Antes de su destitución, este hombre estaba tratando de organizar esta congregación de mujeres que fue rechazada por la Iglesia y lo que hacía eran retiros espirituales en distintos lugares y se llevó a algunas chicas a Iguazú, a Brasil y a San Luis”, explicó y agregó que las situaciones de abuso incluso se hacían dentro de un contexto de un ritual de sanación o de exorcismo.

Asimismo advirtió que la modalidad que utilizaba era sumamente compleja, tanto que al principio la denuncia se toma como trata de personas ante la Justicia federal. “Y la Justicia federal se declara incompetente. Luego, la causa no termina de configurarse como delito de trata porque era el único que las abusaba, no las vendía”, dijo y señaló “la mayoría de las chicas que se llevaba son de clase muy humilde, algunas víctimas de violencia en sus mismas familias por lo que la iglesia se vuelve un refugio para ellas y es más fácil captarlas”.

 

“Mi defendida está muy asustada”

Rivas señaló que la causa se reactiva porque el hombre, que fue expulsado de la Iglesia por el obispado de San Luis luego de las denuncias realizadas su contra en Misiones, vuelve a Posadas liderando una secta que se instaló el mismo barrio de las víctimas.

“Mi defendida tiene hoy 20 años y está muy asustada porque el hombre forma su iglesia a dos cuadras de la chica, y ella vive una serie de amenazas y hostigamientos por parte de los seguidores porque en estos fanatismos la gente cree en él. Además, él tiene muchos recursos económicos, entonces se mueve en ese nivel”, dijo al respecto.

Según relató, su defendida sufrió una situación de abuso en uno de los retiros en San Luis y se sintió mal al tomar conciencia de que lo que estaba pasando no era normal. “Lo más raro es que terminan internándola en una clínica de San Luis y la operan en el abdomen, pero nadie puede explicar de qué se trató la operación, y ella no recuerda qué pasó. Pero en ese contexto ella estuvo días internadas allá”.

Asimismo indicó que ni la joven lo contó en su seno familiar, la llevaron a hacer la correspondiente denuncia penal. “Y la iglesia por su parte hace lo mismo y terminan destituyéndolo, por lo que deben haber muchísimas pruebas de ese tipo de hechos. Con el que se inicia ahora son tres casos y habría unos nueve casos de Garupá, según tengo entendido”, agregó.

Por último consideró “es un personaje que hay que sacarlo de circulación, es un peligro, más cuando las familias de estas chicas están metidas en el medio, en la iglesia, y no les creen”.

 

  El sacerdote fue sobreseído inicialmente en una causa de abuso deshonesto y sometimiento en perjuicio de tres chicas tras una denuncia de la ONG Alto a la Trata ante la justicia federal de Misiones. El ex juez José Luis Rey desestimó la causa porque ninguna de las supuestas víctimas lo denunció por abuso sexual, un delito de instancia privada en el cual la Justicia no puede actuar de oficio. 

 

Sin embargo, el Vaticano consideró que existían elementos para un juicio canónico y lo expulsó de la Iglesia.

 

El sacerdote fue expulsado definitivamente en mayo del año pasado de la Iglesia, luego que el Vaticano lo encontrara culpable de «los graves delitos eclesiásticos de que se lo acusaba». Estaba imputado del abuso sexual de tres chicas en Puerto Iguazú.

El acusado registraba dos domicilios oficiales, uno en localidad de El Durazno (San Luis) y otro en Garupá. 

Santurio fue sancionado en San Luis y en Misiones. Hace unos años recaló en San Rafael, donde su accionar fue denunciado por el Obispado, que le prohibió desarrollar actividad pastoral, aunque recorría los distritos para recaudar fondos. Últimamente se lo vinculaba a la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa Americana puntana.

 

Por primera, vez luego de que fuera privado de su libertad por una orden judicial que considera 9 denuncias por abuso sexual, Miguel Ángel Santurio habló con la prensa puntana.

Según el diario La República, el hombre anunció su futuro en el mundo religioso: “Yo, Miguel Ángel Santurio, voy a seguir siendo sacerdote”.

Tras esa aseveración, el cura que fue detenido y es investigado por presuntos abusos, se rió. Quizá fue su modo de exorcizar los nervios, o tal vez de hacerle saber a “la mano negra”, a esas personas que, tal como dijo, intentan desprestigiarlo con acusaciones, que está relajado y tiene protección divina. “Doy fe y juro delante de Dios, y no es pecado, que jamás abusé a nadie. Hace 27 años que estoy en San Luis. Y mi moral es impecable, ustedes pueden preguntar en cualquier lado quién es el padre Santurio”, desafió el controvertido pastor “sanador”. 

 

El sacerdote afirmó que todavía no tiene en claro por qué el juez pidió que lo arresten. Así y todo, ensayó una explicación. 

“Atribuyo todo esto al hecho de que no hice mi descargo en 2009 –cuando tres jóvenes de una congregación lo denunciaron por abusos, primero mediáticamente, y luego en la Justicia de Misiones–. Tendría que haberlo hecho. Un abogado me dijo que no hacía falta que fuera a declarar, porque lo que decían eran cosas incongruentes, sin ningún sentido, a las que los jueces no les iban a dar lugar. No había pruebas, eran dimes y diretes. Después, yo me manejé con libertad, no me escondí”, refirió.

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