Este mes, la Cámara de Senadores declaró al mate como infusión nacional, una medida celebrada por las entidades que producen, secan y comercializan este producto cuyo 26 por ciento está en manos del sector cooperativo. Según el Instituto Nacional de Yerba Mate, que agrupa a empresas con y sin fines de lucro, de las 10 marcas líderes, unas tres son de entidades de la economía social.
(Ansol).- «La diferencia entre la yerba producida por una entidad solidaria está en el procedimiento y el criterio de la distribución de la riqueza», analizó para el programa radial Fabricando Alternativas (FM Boedo 88.1) uno de los directores titulares del INYM, Marcelo Javier Stockar.
El Instituto, constituido formalmente en febrero de 2002, agrupa a representantes de la provincia de Misiones y de Corrientes, de la industria, de los secaderos, a productores, a trabajadores rurales y a las cooperativas, y establece la regulación de la actividad yerbatera.
«La gente prefiere nuestros productos por la metodología de distribución y la bajada hacia los productores. De hecho, la mayor exportadora del mundo, inclusive en tamaño, es una cooperativa», señaló Stockar, quien entiende en este tipo de empresas dentro del INYM.
El dirigente yerbatero se refirió a la Cooperativa Piporé, de Santo Pipo, en Misiones. «Los mayores porcentajes de exportación en este momento son a Siria, en menor medida a Alemania y Ucrania.»
El mes pasado, el emprendimiento cumplió 80 años y resaltó que «se encuentra posicionada entre las diez primeras empresas yerbateras del país y la marca es líder en la Patagonia».
Los primeros días de julio, el Senado declaró a la yerba mate como infusión nacional, tal como sucedió con el vino, declarado días atrás bebida nacional. La norma insta a la promoción de esa bebida y de sus tradiciones.
En ese sentido, Stockar dijo que ese paso era esperado por los productores porque es «la única infusión» que representa a los argentinos y aseguró: «En el mundo los mayores productores de la yerba mate están en Corrientes y Misiones junto a Paraguay y Brasil, pero la infusión se encuentra en nuestra zona y de eso nos tenemos que sentir orgullosos».
El consumo de la yerba mate asciende a 100 litros per cápita. Le siguen la gaseosa (50 litros); el vino (30) y el agua mineral (18), según indicó el INYM, entidad que también adelantó que desde enero a mayo de este año se despacharon 109,7 millones de kilos del producto elaborado desde los molinos.
«El 26 por ciento del consumo está en manos del sector cooperativo y el resto está distribuido en otras empresas privadas. Pero las estadísticas del Instituto dicen que dentro de las 10 marcas líderes tenemos tres que son cooperativas», detalló Stockar.
Una de ellas, Playadito, de la Cooperativa Agrícola de la Colonia Liebig, en la provincia de Corrientes, es una de las que mayor desarrollo tuvo en el mercado interno, llegando a las góndolas de almacenes y supermercados, «y no solo en ferias locales dedicados a la Economía Social».
«Está en el séptimo lugar y es una de las que más está creciendo debido a la calidad y a la uniformidad de sabor», finalizó Stockar.
