Reflexión dominical del pastor Guillermo Decena

Muchas veces meditamos en lo que podemos enseñar a los más pequeños, siempre hay cosas para enseñar a los hijos, pero hoy podemos dar vuelta la situación y pensar ¿qué tengo que aprender de los niños?

 

 

¿Ser como niños?  Mateo 18:1-5.

Mateo 18:1  En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?

Mateo 18:2  Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos,

Mateo 18:3  y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

Muchas veces meditamos en lo que podemos enseñar a los más pequeños, siempre hay cosas para enseñar a los hijos, pero hoy podemos dar vuelta y pensar que tengo que aprender de los niños?

 

1-Nos enseñan a estar abiertos para aprender (v. 2) «Y llamando Jesús a un niño,  lo puso en medio de ellos»

En primer lugar  los niños siempre tienen la disposición a aprender; el niño va inmediatamente cuando el Señor lo llama; tal vez el niño conocía y sabía quién era Jesús; pues de lo contrario hubiera huido; pero la actitud del niño fue la de ir a ver que le enseñaba el Maestro Jesús. Así pues nosotros los que ya no somos niños debemos imitarlo; pues Dios siempre tiene algo que enseñarnos y nosotros no podemos, ni debemos negarnos a aprender. Hay un refrán que dice así «Perro viejo, no aprende trucos nuevos» y así es como muchos viven su etapa de adulto,  completamente cerrados a aprender;  pues consideramos que ya sabemos lo suficiente y que además ya hemos perdido la capacidad de aprender.

Hay quienes olvidan que la vida cristiana es un constante aprendizaje, nadie puede jactarse de saber mucho. Recuerdo a una persona ya muy mayor «Ah, todo eso ya lo sé, he tomado muchos cursos, he sido alumna de muchos pastores y he asistido a muchos talleres a muchos encuentros; no necesito aprender más». Olvidamos que Jesús siempre tiene «algo» que enseñarnos, olvidamos que Jesús siempre usara a alguien para enseñarnos. Es triste andar por la vida con la actitud de «todo lo sé y a mi nadie me puede enseñar nada».

Pero Jesús nos dice a través de esta historia que debemos ser como un niño que siempre está dispuesto a aprender algo. Por otro lado hay quienes creen que ya es tarde para aprender, que el tiempo ya se les fue y por lo tanto no están dispuestos a aprender como niños. Sin embargo un especialista en construcción del entendimiento, afirma que «el cerebro humano tiene una capacidad increíble para aprender, sin importar la edad”.

 El ganador sabe cuánto le queda por aprender aún cuando los demás piensen que es un experto. El perdedor quiere que los demás lo consideren un experto antes de haber aprendido lo suficiente para saber cuan poco sabe”.

 

El líder con valor entiende la importancia del aprendizaje y de mantenerse continuamente en crecimiento. El verdadero líder conoce sus propias limitaciones, y busca oportunidades para desarrollar sus capacidades, tiene la humildad para reconocer ante otros cuanto le falta para alcanzar la estatura del humano que trasciende. Siempre Dios nos quiere enseñar. No perdamos bendiciones!

 

2-CONFIADOS   (v. 3) «…si no os volvéis y os hacéis como niños…»

Un niño es un ser dependiente de sus padres, se dice que de todos los mamíferos el bebé humano es el más indefenso; además que su gestación requeriría de otros 9 meses para poder salir como lo hacen los animales (caminando, etc.); Dios quiere que usted dependa de Él como sus hijos pequeños dependen de usted, que viva en confianza y en fe, como los niños confían y creen en los adultos que los aman y prometen cuidarlos. ¿Cómo es un niño? Un niño es explorador; un niño se aventura y experimenta cosas nuevas, no se queda con un solo estilo o forma, sino que se atreve a intentar siempre cosas nuevas; los expertos dicen que un niño nace sin el sentimiento de temor; un niño no teme a la oscuridad, a las alturas, a las texturas diferentes, a los sabores raros; somos los adultos quienes los prejuiciamos con nuestras malas experiencias y temores; pero Jesús  quiere que nos atrevamos a ser nuevos cada día. ¿Cómo es un niño? Un niño vive el presente; pues los niños tienen una idea del tiempo muy diferente a la de los adultos; para los pequeños entender el mañana les resulta difícil; mientras que muchos de nosotros estamos preocupados por el futuro y mucho menos se la vive rumiando por el pasado. ¿Cómo es un niño?

Un niño se ensucia y no lo esconde, depende para que le limpien y se incomoda y le llora a los padres para que le limpien. Un adulto se ensucia, va a esconder su suciedad y nunca va a demostrar que se ha ensuciado. De la misma manera no podemos esconder cualquier contaminación espiritual, pero es muy bueno pedir ayuda, para que alguien nos ayude a la restauración….Un niño es moldeable, dócil…

 

3. Nos enseñan la verdadera grandeza (v. 4) «…ése es el mayor en el reino de los cielos.»

Salmos 8:2De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, a causa de los enemigos. Para hacer callar al enemigo y al vengativo.

Un hombre llevó a su pequeña hija a un parque de diversiones y ella inmediatamente corrió a un quiosco y pidió un algodón de azúcar. Cuando  el vendedor le entregó una inmensa bola de algodón, el padre le preguntó: «Hijita ¿Estás segura que podes comértelo todo?» «No te preocupes, papá» le respondió ella. «Soy mucho más grande por dentro que por fuera». Los unos de los discípulos de Jesús estaban convencidos de que eran grandes, por el simple hecho de haber presenciado la transfiguración; a sus ojos Pedro, Juan y Jacobo, se sentían con el derecho de decirles a los 9 apóstoles restantes que ellos eran inferiores ,pero Jesús  tomando a un pequeño niño en su brazos y colocándolo en el centro de la discusión y afirmar que «cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos» (v. 4) Jesús les está diciendo a estos soberbios adultos, que tienen que ser como un niño, que deben tener la grandeza de un niño.

Los niños son grandes porque aman sin medida, los niños son grandes porque creen sin medida, los niños son grandes porque su corazón guarda grandes y preciosos recuerdos, los niños son grandes porque saben perdonar, son grandes porque saben vivir, son grandes porque así los hizo Dios. Jesús les da una gran enseñanza a sus discípulos, quienes pensaban que la grandeza se lograba con experiencias; la grandeza se logra con una actitud de niño. Lo interesante es que los niños no alardean con esto, ellos son  grandes y nada más, fue Pascal quien dijo: La grandeza de un hombre está en saber reconocer su propia pequeñez. ¿Qué es lo que agrada a Dios? ¿Cómo podemos acceder a las ricas bendiciones del cielo? ¿Cómo vamos a recibir de Dios sus dones maravillosos? Cuando reconozcamos que ante Él y los demás somos pequeños.

Jesús hoy nos invita a mantener nuestra mirada en ellos, y no solo para cuidarlos, sino para aprender de ellos. ¿Qué aprendemos de ellos? Aprendemos a seguir creciendo, aprendemos a ser como ellos, aprendemos a ser verdaderamente grandes. Dios te bendiga!

 

Pastor Guillermo Decena, Centro Familiar Cristiano Eldorado.

Predicas en vivo los miércoles y domingos 20 horas, a través de

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